La jugada ha salido redonda para el PP vasco. No habrá una coalición con Ciudadanos en Euskadi, parece que la culpa es de Albert Rivera y, de postre, el partido naranja vive una crisis interna. Por ello, en Cs hay quienes piensan que todo ha sido una maniobra orquestada por la formación que comanda Alfonso Alonso para debilitar a su oponente en el País Vasco y, de paso, erosionar el liderazgo de Rivera.
Este miércoles por la noche la dirección nacional de Ciudadanos destituyó por sorpresa al secretario de Organización del partido en Euskadi, Javier Gómez Calvo, a raíz de un acercamiento al PP vasco de cara a las generales. El jueves El Correo daba cuenta de la destitución y recogía unas palabras del propio interesado, que apuntaba a las "discrepancias estratégicas" entre los afines a Rivera y la dirección regional. Otro incendio para el partido naranja.
La versión del supuesto 'purgado' contrasta con la de la dirección nacional de Cs. El propio Rivera justificaba el jueves la destitución porque Gómez Calvo estaba intentando hacer un trasvase de militantes desde Cs hacia el PP. Una 'traición' que nada tiene que ver con el intento de coalición, según el núcleo afín a Rivera.
Alonso: "Hay tiempo"
La realidad es que el hasta entonces número dos de Cs en Euskadi había negociado con Iñaki Oyarzábal, del PP vasco, un acuerdo muy parecido al que en su día se firmó en Navarra entre ambos y UPN. El nombre de la entente sería "Vascos Suman" y había un decálogo acordado que incluía la defensa de la foralidad, según admitía el propio Alonso horas después de que estallase la polémica. El presidente del PP aprovechaba, además, para señalar a Rivera como único responsable de que no haya una coalición de centroderecha en el País Vasco para las generales del 10-N.
Además, Alonso señalaba que "todavía hay tiempo de recapacitar" hasta el lunes porque sería un "profundo error desoír" lo que "una parte significativa de los integrantes de Ciudadanos sienten en el País Vasco". "Ellos viven aquí, conocen la realidad, ven lo que está pasando y entienden que, de la misma manera que se ha hecho en Navarra, en el País vasco hay que unirse y sumar".
Cs: "Pero si no querían coalición"
A tenor de lo sucedido, en el seno de Ciudadanos Euskadi había este jueves cierta confusión y opiniones encontradas. ¿Negociaba el destituido en nombre del partido o por su cuenta? Esa es la cuestión fundamental.
Fuentes del partido naranja consultadas por este diario mostraban su enorme extrañeza por este movimiento "ya que no conocíamos esa negociación" y "porque hay declaraciones de gente del PP vasco diciendo hace muy poco que no querían esa alianza en Euskadi". Por ello, sugieren incluso que todo lo acontecido podría tratarse de una "maniobra" del propio PP vasco para debilitar a Cs.
El propio Alonso negaba con rotundidad que haya existido un intento de hacerse con militantes de Cs y defendía que el destituido Gómez Calvo había actuado "con total lealtad" hacia su propio partido. Una "lealtad" que, como se ha dicho, sus propios compañeros de Euskadi ponen en duda y sus jefes de Madrid niegan categóricamente, ya que le acusan de intentar dinamitar la formación.
Pelea y ¿dos escaños perdidos?
Lo que, versiones aparte, parece dinamitado por completo es cualquier puente entre PP y Cs en Euskadi. No habrá "Vascos Suman" ni "Euskadi Suma" salvo cambio de última hora. Y las dos formaciones de centroderecha competirán en las urnas. Es probable que, como ocurrió el 28-A, esto perjudique a ambos al mismo tiempo.
Como viene informando este diario, la fragmentación puede ser nociva para estas formaciones. "Euskadi Suma" podría lograr dos escaños, uno por Álava y otro por Vizcaya. El caso alavés es el más claro. Allí, el 28-A la irrupción de Vox (5.587 votos) y el apoyo a Ciudadanos (7.039) provocaron que el PP perdiera un escaño que ganó Bildu por tan solo 384 votos.