El lugar es la localidad guipuzcoana de Mondragón (Arrasate). La fecha es el próximo 18 de septiembre. Allí y ese día se celebrará una "marcha solidaria" en recuerdo del único miembro de ETA de este pueblo que queda en la cárcel: Henri Parot, también llamado Unai Parot. Este preso etarra es uno de los más conocidos en la historia de la banda. Entre otras cosas porque ha sido condenado como responsable de hasta 39 asesinatos.
La protesta contra su larga estancia en prisión consistirá es una suerte de carrera por relevos. Esta marcha partirá a las 12 de la mañana de la Plaza Biteri de la localidad y durará 31 kilómetros en recuerdo de los 31 años que lleva encarcelado. A lo largo de esa simbólica distancia tomarán parte 31 personas que se pasarán un testigo para recordar la condena de Parot, que fue detenido en 1990 cerca de Sevilla cuando portaba en un coche 300 kilos de explosivos.
Esta "marcha solidaria" con Parot se celebra en el marco del tradicional "día LKRTSN en recuerdo de los presos y refugiados políticos vascos" que viene celebrándose desde hace años en Mondragón. En la edición de 2019, por ejemplo, en esa jornada se celebraron en este municipio diversos conciertos durante todo el día, así como una manifestación en recuerdo de los miembros de ETA encarcelados o huidos.
En la convocatoria nada se dice sobre que el homenajeado acumula hasta 26 sentencias condenatorias por su participación en numerosos atentados que acabaron con la vida de casi cuarenta personas
Los promotores de esta iniciativa son la plataforma Sare de Mondragón y el colectivo Elkartasun Eguna, que presentaron la iniciativa públicamente este pasado lunes, como puede verse en sus cuentas de redes sociales como Twitter. En la convocatoria nada se dice sobre que el homenajeado acumula hasta 26 sentencias condenatorias por su participación en numerosos atentados que acabaron con la vida de casi cuarenta personas.
Esta no es la primera protesta de estas características. Sin ir más lejos, sólo hace unos días, el pasado 10 de julio, colectivos afines a la izquierda abertzale organizaron en Francia una marcha de 31 kilómetros (desde Baiona hasta San Juan de Luz) que protestaba contra las largas condenas del citado Unai Parot, de su hermano Jean Parot y de Jacques Esnal, que llevan la misma cantidad de años en prisión.
Acercado a la prisión de León
Henri o Unai Parot, trasladado a la cárcel de León el pasado marzo en el contexto de la política de acercamientos del Ministerio del Interior, es uno de los miembros de ETA más reconocibles. Tanto por sus numerosos crímenes dentro del comando Argala o comando itinerante de la banda terrorista como porque su caso está en el origen de la famosa doctrina Parot, establecida por el Tribunal Supremo en 2006 y anulada por el Tribunal Superior de Derechos Humanos de Estrasburgo en 2013.
Dicha doctrina determinaba que los beneficios penitenciarios se aplicaran individualmente sobre cada una de las penas por las que hubieran sido condenados, y no, como hasta entonces, sobre el límite máximo de estancia en prisión de 30 años. En otras palabras, permitía que los presos de ETA con numerosas condenas pasasen más tiempo en prisión, pero la Justicia europea consideró esta doctrina injusta.
Sus 39 víctimas
Tal y como informó Vozpópuli el pasado marzo, cuando se conoció su acercamiento a la cárcel de León, el listado de crímenes de Parot es muy largo. Fue el autor, entre otros, de atentados como el de la casa cuartel de Zaragoza en 1987, que dejó once víctimas mortales -cinco de ellas niñas- mediante la colocación de un coche bomba cargado de explosivos. Asimismo, perpetró una decena de atentados en Madrid, como los que acabaron con la vida de Cristóbal Colón de Carvajal y Maroto en 1986 y el de la fiscal Carmen Tagle en 1989.
Además, los atentados de Parot se extendieron por otras localidades como Granada, donde asesinó a Conrada Muñoz Herrera, que recibió una carta bomba dirigida a su hijo, funcionario de prisiones. El primero por el que fue condenado lo perpetró en Irún en 1978, matando al empresario José Luis Legasa Ubiría. Un historial sangriento por el que lleva 31 años en prisión, como se ha dicho.