La hipotética coalición entre PP y Ciudadanos en el País Vasco tiene visos de consumarse. Cualquiera de los problemas que están surgiendo en las negociaciones es menor que el posible beneficio que podrían obtener ambas formaciones. Al decir de fuentes conocedoras del diálogo, los populares y los naranjas calculan que su alianza podría servir para sumar hasta dos escaños más que por separado y para dejar a Vox fuera del Parlamento en las inminentes elecciones vascas.
Ahora mismo las encuestas señalan que, si se presentasen separados, el PP lograría 5 o 6 escaños frente a los 9 que obtuvo en 2016 y Ciudadanos volvería a quedarse fuera de la Cámara de Vitoria. En cambio, si concurriesen juntos, sea con la marca 'Vascos Suman' o con 'Mejor Unidos', entre ambos podrían alcanzar los 7 u 8 diputados autonómicos.
Siempre según las cuentas que manejan los propios partidos, la coalición podría sumar escaños en las circunscripciones de Álava y Vizcaya, porque en Guipúzcoa dan por hecho que carecen de opciones reales de conseguir representación. Los números de las anteriores elecciones autonómicas sí cuadran con estos cálculos, pero no los de las generales del pasado año.
Mirando a 2016
Hace cuatro años, el PP logró algo más de 107.000 votos (10,1% del total) y Ciudadanos se quedó en poco más de 21.000 (2%). En aquella cita electoral, los populares perdieron dos escaños respecto a 2012 y los naranjas no lograron su objetivo de obtener el diputado por Álava que en su día sí logró UPyD.
La tendencia de los últimos años apunta a que estos partidos podrían bajar en votos en las elecciones del 5 de abril. Una coalición no evitaría ese descenso, pero al menos sí impediría una hecatombe. Con este precedente en la mano, los defensores de la entente entre PP y Cs tienen razones para salirse con la suya.
Lo mismo ocurre si se tienen en cuenta los resultados de las generales del 28 de abril de 2019. En ellas, el PP logró un mal resultado (94.500 votos, un 7,4%) y Ciudadanos llegó a su mejor registro (39.900 y 3,1%). En cambio, si se miran las cifras de las últimas generales, las del 10 de noviembre, las cosas cambian, porque en dichas elecciones el PP mejoró hasta el 8,8% de los votos pero Cs se hundió hasta el 1,1%.
Orillar a Vox
Más allá de sumar o no esos dos escaños con los que cuentan, la alianza entre PP y Cs tendría un efecto colateral: impedir que Vox entrase en el Parlamento vasco. Salvo sorpresa mayúscula, el partido presidido por Santiago Abascal solo tiene opciones, aunque remotas, de entrar en la Cámara de Vitoria por la circunscripción de Álava, tierra de origen del presidente de la formación.
La concentración del voto de centro derecha en la alianza de PP y Cs dejaría a Vox sin posibilidades, siempre según los cálculos que manejan los partidos que negocian su unión. Unos cálculos que, en todo caso, conviene manejar con cautela, ya que los resultados de Vox en las últimas citas electorales han sorprendido a propios y extraños.
"Más allá de las cifras -asegura uno de los hacedores del posible pacto-, nuestra alianza daría ilusión al votante de centro derecha, que está deprimido ante la fuerza del nacionalismo y necesita un revulsivo, te lo dicen hasta por la calle".
La realidad es que el último intento de alianza entre PP y Cs, para las generales del 10-N, acabó en un fuerte encontronazo, incluidas las destituciones de cargos del partido naranja. "Esas heridas ya han cicatrizado, hay que ser generosos porque nos jugamos mucho". Los negociadores tienen 8 días para ponerse de acuerdo.