La posibilidad de que el Partido Popular y Ciudadanos concurran juntos a las elecciones vascas bajo la denominación de 'Vascos Suman' está sobre la mesa. Ambos partidos exploran esa posible unión electoral. Y la realidad es que no disponen de demasiado tiempo para sentarse a negociar el acuerdo, porque lo más probable es que los comicios autonómicos se convoquen a finales de marzo. Una cuenta atrás de dos meses para una posible alianza.
El líder del PP vasco, Alfonso Alonso, que salvo sorpresa mayúscula será también el candidato a lehendakari, ya ha dicho públicamente en varias ocasiones que toca explorar la vía de 'Vascos Suman' para esta decisiva cita con las urnas. Fuentes del PP consultadas por Vozpópuli aseguran que la idea es contactar en las próximas semanas con su homólogo de Ciudadanos Euskadi, Luis Gordillo, para entablar una negociación.
Asimismo, en Ciudadanos se muestran receptivos al diálogo. Más en concreto, fuentes del partido naranja aseguran a este diario que "valoramos como positivo que el PP, después de atacarnos de forma muy agresiva aquí en Euskadi, por fin deje de situarnos como el enemigo y esté dispuesto a hablar". "A día de hoy no hay contactos, pero si nos llaman, nos sentaremos a hablar y veremos los puntos en común que tenemos".
Las fechas apremian
El plazo para poder alcanzar un acuerdo no es muy amplio: poco más de dos meses. El clima político en el País Vasco es puramente electoral. Lo más probable es que el lehendakari, Íñigo Urkullu, adelante las elecciones autonómicas y las convoque a finales de mayo. Para cumplir con ese calendario, la convocatoria tendría que hacerse a finales de marzo (la ley marca 54 días antes de los comicios).
Una vez convocadas las elecciones vascas, los partidos disponen de un plazo legal de diez días para presentar las coaliciones con las que quieran concurrir a las urnas. Teniendo en cuenta que ya casi llega febrero, PP y Cs tendrán que darse prisa si quieren llegar a una entente en Euskadi que, además, tendría que ser ratificada después por sus respectivas direcciones nacionales.
Las ventajas del pacto
Ambas formaciones no pasan sus mejores momentos en el País Vasco. El PP ha cosechado pésimos resultados en las últimas citas con las urnas. Y acaba de perder a Borja Sémper, uno de sus rostros más mediáticos. Peor aún lo tiene Ciudadanos, que es una fuerza casi marginal en Euskadi, sin representación en el Parlamento vasco y en el resto de instituciones. La debacle de las generales también se dejó sentir en tierras vascas, donde perdió casi dos tercios de sus apoyos.
En ese contexto, los dos partidos son conscientes de las ventajas que les acarrearía una alianza electoral. Es una cuestión de cifras. La fragmentación del voto en el centro derecha fue nociva para ese espacio político en las dos elecciones generales, el 28-A y el 10-N, y en las elecciones municipales y forales, el 26-J. Para que la historia no se repita en las autonómicas, ambos tienen que buscar soluciones. Concentrar el voto en una coalición es una de esas opciones.
Su hipotética alianza seguiría la senda de Navarra Suma, coalición que engloba a UPN, PP y Cs en la comunidad foral. La diferencia es que en el País Vasco no hay una tercera fuerza hegemónica como UPN. Y la similitud es que ambos, PP y Cs, no quieren saber nada de aliarse con Vox en Euskadi.
Los obstáculos...
En los dos partidos ya analizan la posibilidad de aliarse y parecen tener intención de entenderse, aunque sea por mutua necesidad. Pero el posible acuerdo no será sencillo. Hay algunos obstáculos que no parecen menores. En primer lugar están las rencillas de pasado. No sólo es que hayan cruzado ataques más o menos gruesos, sino que además antes de las últimas generales PP y Cs vivieron un crudo enfrentamiento precisamente a raíz de la opción de aliarse.
'Vascos Suman' estuvo más cerca que nunca, pero por la puerta de atrás. En el partido naranja consideran que aquello fue más bien una OPA hostil pero encubierta de los populares. "Una auténtica jugarreta pensada para acabar con Cs en Euskadi". Sin embargo, en el PP vasco aseguran que todo fue fruto de un error porque algunos ex cargos de Cs les engañaron.
...que decidirán Casado y Arrimadas
El segundo obstáculo para el acuerdo es meramente ideológico. El PP vasco es un firme defensor de la foralidad y en Ciudadanos se oponen a la existencia de los fueros. Sin embargo, este mismo problema existía en Navarra y los interesados lo solventaron con la excusa de que hacer frente al nacionalismo vasco estaba por encima de estos temas.
Así las cosas, el acuerdo se antoja más bien sencillo, sobre todo si dependiera solo de los dirigentes de PP y Cs en el País Vasco. Pero en ambos casos necesitan el plácet de las direcciones nacionales. El presidente del PP, Pablo Casado, siempre ha defendido España Suma, aunque con Vox dentro, cosa que Alonso y los suyos no quieren ni imaginar. Y en Ciudadanos hay que esperar a que a mediados de marzo se celebre el congreso en que Inés Arrimadas tomará las riendas del partido. De ellos dos depende, al cabo, la fórmula 'Vascos Suman'.