Diversos colectivos que defienden la memoria de las víctimas de ETA comparten el objetivo de acabar con la apología de los miembros de la banda terrorista. Y en los últimos días insisten en sus mensajes para acabar con el culto al terrorismo. Lo hacen después de la aparición de carteles y pintadas a favor de reclusos etarras y después de conocerse la celebración de diversos actos en el mismo sentido, como la "marcha solidaria" por Henri Parot que publicó Vozpópuli el pasado miércoles.
Casi a la vez que se conocía esa protesta en recuerdo del condenado por 39 asesinatos el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) denunciaba que en las calles de Rentería (Guipúzcoa) había numerosos carteles con las fotografías de los etarras condenados y con el tradicional lema "presoak etxera" (los presos a casa). "En los nuevos tiempos sin ETA, se hacen con el espacio público de muchos municipios vascos y navarros ante la pasividad de las autoridades públicas", expresaba esta asociación presidida por Consuelo Ordóñez.
También el mismo día Covite desvelaba que el próximo 14 de agosto se celebrará en una céntrica plaza de San Sebastián un brindis a favor de los "presos, huidos y deportados políticos". "¿Por qué hay que brindar por criminales cuyo único "mérito" es perseguir a centenares de españoles durante décadas?", se preguntaban desde este colectivo.
"Mensajes que no ayudan a la memoria"
En este contexto, la Fundación Fernando Buesa y Gogoan-Memoria digna emitían un comunicado conjunto, después respaldado por Covite, donde reclamaban a los ayuntamientos vascos que "generen espacios para la convivencia, la deslegitimación social de la violencia y la memoria de las víctimas". "Inundar las calles de nuestros pueblos con pancartas que piden "presoak etxera", que es como pedir impunidad ante crímenes gravísimos, supone copar el pasaje urbano con mensajes que no ayudan a la paz ni a la memoria".
Ambos grupos recalcaban que el espacio público, "un bien común", "no tiene por qué ser neutral, pero sí que, al menos, debe respetar la memoria de cientos de damnificados y damnificadas por la violencia y su odio". Para la Fundación Buensa y Gogoan, "es absolutamente legítimo criticar la política penitenciaria de alejamiento de presos, pero es muy distinto tratar acríticamente, como si fueran mártires de nuestros pueblos, a quienes cometieron graves atentados contra sus víctimas y contra la convivencia en nuestra sociedad".
Fuentes de estos colectivos consultadas por Vozpópuli destacan, por un lado, que es cierto que el número de homenajes a terroristas está disminuyendo y, por otro lado, recuerdan que ahora vuelve a ocurrir lo mismo que pasó unos meses atrás a cuenta de los ongi etorri a reclusos de ETA que salen de prisión. Entonces varios de estas mismas asociaciones aprobaron un texto sobre "los victimarios en el espacio público" que se votaba en todos los consistorios vascos. Todos los partidos salvo Bildu, y Podemos en una ocasión, apoyaron dicho texto.
En la misma línea, a principios de año estos mismos grupos reclamaron a varios ayuntamientos gobernados por Bildu que retirasen distintas pintadas a favor de terroristas condenados de ETA. En todos los casos el asunto es el mismo: el desigual trato a víctimas y victimarios en las calles de muchos pueblos del País Vasco.