La imposición del euskera para ingresar en la administración pública vasca defendida por las fuerzas nacionalistas en el País Vasco se ha convertido en el arma arrojadiza entre los partidos durante la campaña electoral de cara al 25S. "Para los que todavía estáis estudiando y no me entendéis bien, no os desaniméis, va a ser estupendo, vais a descubrir que el euskera os va a llevar a unos mundos maravillosos, escritores, canciones...", animaba en el primer mitin de EH Bildu la cabeza de lista por Guipúzcoa, Maddalen Iriarte.
Pero además de dar acceso "a escritores y a canciones", parece que también es un requisito para ocupar los 150.000 puestos de los que dispone el funcionario vasco. Así lo ha denunciado el Partido Socialista de Euskadi (PSE) a través de un vídeo, en el que critica que los vascos que solo hablan castellano están discriminados porque no pueden acceder a estas vacantes. En las imágenes, se ve un joven al que le impiden entrar a un bar, al autobús, y concluye: “Es cierto, esto de no dejarte entrar por no saber euskera no pasa en ningún sitio en Euskadi. Salvo en uno, la Administración”.
Ciudadanos y el PP se han sumado a su petición de cambios en la política lingüística y en los perfiles (PL) que miden el grado de conocimiento del idioma entre los empleados públicos. “¿Es justo que no puedas acceder a un empleo público si no eres euskaldun?”, interrogan los populares en la apertura de un spot de campaña con el que han alimentado el debate sobre “la exclusión” que sufren los castellanoparlantes. Las fuerzas nacionalistas han contraatacado, negado la discriminación, y exhibido el escaso porcentaje de ciudadanos, un 0,7% , que sitúa la “imposición del euskera” en cabeza de los problemas del País Vasco según la última encuesta del CIS. Tanto el PNV como EH Bildu han llamado a aparcar la cuestión y dejarla fuera del debate partidista y en esa misma línea se ha pronunciado Podemos a través de su secretaria general, Nagua Alba.
