Miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad españoles blindaron hasta altas horas de la madrugada del domingo y a lo largo de la jornada de ayer amplias zonas de la frontera con Francia en previsión de incursiones de elementos etarras que participaron en el akelarre de Biarritz.
Más de sesenta miembros de la organización terrorista subieron al escenario del Pabellón Hall Irati, de la localidad francesa, en un acto en homenaje a los huidos y deportados de la banda torrista en el que se reclamó, fundamentalmente, la libertad de movimientos de los pistoleros que radican fuera del territorio español, así como la anulación de los juicios, condenas, extradiciones y expulsiones de que han sido objeto a lo largo de las últimas décadas. Se supone que al menos hay doscientos pistoleros fuera de nuestras fronteras, la mayor parte de ellos con cuentas pendientes con la Justicia española.
En previsión de alguna incidencia con la gendarmería francesa, durante el acto del sábado sólo intervinieron en el acto algunos elementos con los papeles en regla. De hecho, a lo largo de los últimos meses varios de los etarras presentes en la concentración, a la que no pudieron acceder más cámaras y fotógrafos que los del ámbito informativo "abertzale", se habían puesto en contacto con la Audiencia Nacional y con los representantes consulares españoles para ver cómo está su situación judicial en España. Hay casos de etarras con orden de busca y captura de Europol que aún no se ha cancelado pese a que sus delitos ya han prescrito. Sin embargo, hasta que no se presenten ante la Justicia no pueden considerarse ciudadanos libres para moverse y actuar con normalidad absoluta. Tampoco la banda les permite reincorporarse a la normalidad ya que sus casos, como se pudo comprobar el sábado, son utilizadas como elemento de agitación propagandística ante la sociedad vasca.
Rastreo y control
No obstante, las fuerzas de Seguridad española rastrearon y controlaron a lo largo del fin de semana la zona fronteriza del País Vasco en previsión de que alguno de los asistentes al acto tuviera la tentación de adentrarse en territorio nacional sin tener su documentación española en regla. El control de los asistentes al edificio ferial de Biarritz resultó poco menos que imposible, ya que el acto esta autorizado por las autoridades francesas, hasta el punto de que , como ayer informaba "La Razón", estuvieron presentes en la sesión dos diputados y un senador del Partido Socialista francés.
Circunstancia que no deja de resultar chocante si se piensa en la firme actitud que mantine frente al terrorismo etarra el Manuel Valls, ministro de Interior galo, quien mantiene unas relacioens espléndidas con su homólogo español, Jorge Fernández.
Tampoco se permitió grabar declaraciones ni registrar imágenes de los asistentes al acto por parte de los medios informativos independientes. Los vídeos y fotografías que se han difundido del akelarre etarra fueron captados por los medios autorizados por los comisarios de comunicación filoetarras. Resultó por tanto complicado determinar si en el acto de exaltación del terrorirsmo y de los criminales de ETA se coló algún elemento perseguido actualmente por la Justicia. Los etarras con espeso prontuario de crímenes y con condenas pendientes con los tribunales españoles optaron por trnasmitir sus proclamas mediante vídeos enviados desde sus lugares de residencia actual.