Las palabras de Teresa Ribera sobre Manuel García Castellón, juez de la Audiencia Nacional encargado del 'caso Tsunami', han creado cierta incomodidad dentro del PSOE y del Gobierno, algo que ha quedado de manifiesto en La Coruña, donde los socialistas están celebrando este fin de semana una convención política con toda la plana mayor del partido para atar la amnistía en el ideario de la formación.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica ha evitado valorar su ‘desliz’ de atribuir intencionalidad política a García Castellón por sus pasos en el caso Tsunami que atañe a Carles Puigdemont. En una entrevista en TVE, la vicepresidenta dijo: "Hay algunas personas en el poder judicial con querencia a pronunciarse en una sola dirección" y a actuar "en momentos políticos sensibles". Se refería a la decisión del juez de mantener la investigación sobre Carles Puigdemont.
Sus compañeros de partido y de gobierno, sin embargo, sí han tomado partido de distintas formas. Algunos han optado por defenderla y otros por desmarcarse de sus declaraciones, aunque hay un denominador común en todos ellos: ninguno ha desacreditado a Teresa Ribera por completo. Ni tan siquiera el ministro de Justicia, Félix Bolaños. Aunque el núcleo duro de Moncloa sí recordó que “el Gobierno demuestra con su actuación su respeto institucional al Poder Judicial, a la separación de poderes y a la independencia de jueces y magistrados en su labor”. Y zanjó: “Con esos principios de actuación, el Gobierno siempre respeta las decisiones del Poder Judicial aunque, en ocasiones, no comparta algunas de ellas”.
En el bando de los defensores de Teresa Ribera se ha posicionado Pilar Alegría, ministra de Educación y portavoz del Gobierno. La política aragonesa ha cerrado filas en torno a su compañera, señalando que "a veces, ciertamente, nos pueden gustar más o nos pueden gustar menos, como a cualquier ciudadano, algún tipo de resolución judicial, pero el respeto prevalece por encima de todo". En la misma dirección ha remado Patxi López, portavoz del PSOE. Para él, "algunos" no "han entendido bien" las palabras de la vicepresidenta.
Los altos cargos del PSOE han defendido a su compañera y han remarcado que respetan a la justicia, aunque a veces tengan decisiones que no gusten. En esa misma línea se ha pronunciado el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, que no ha dudado en quitar hierro a las palabras de la ministra. Fuentes del partido señalan que esto no es más que "una tormenta en un vaso de agua".
Aunque hay miembros del PSOE y del Gobierno que no han dudado en arropar a Teresa Ribera, hay otros que se han querido desmarcar de sus palabras. En este otro lado hay dos miembros destacados: los juristas Fernando Grande-Marlaska y Carmen Calvo. El ministro de Interior ha defendido que sus "5.500 compañeros" de la carrera judicial "sin nombre y apellido garantizan el Estado de Derecho" y que "no opina" sobre ellos.
"Algo tan sencillo como eso, tan sencillo y a la vez tan importante y relevante. Apoyarnos los distintos poderes dentro de nuestras respectivas competencias y trabajando todos para lo que es lo importante", ha subrayado. El ministro ha querido destacar que el Gobierno defiende la independencia judicial y la importancia de la separación de poderes en España.
Por su parte, Carmen Calvo, al ser preguntada por las palabras de Ribera, ha señalado que "no forman parte" del sentir del PSOE, "respetando, como ha dicho el ministro Bolaños, el ministro Marlaska, el ministro Planas, las resoluciones que adopta el Poder Judicial, nos gusten o no nos gusten".
Además, ha señalado que "en algún momento se pueden hacer declaraciones más o menos acertadas" pero ha querido dejar claro que el PSOE "no tiene mácula" sobre el respeto a las instituciones y a las competencias que desempeña cada una de ellas.
Mientras tanto, Cuca Gamarra, secretaria general del Partido Popular, ha pedido "el cese inmediato" de Teresa Ribera por señalar al juez García Castellón y acusarle de "falta de imparcialidad, de prevaricar en sus actuaciones". Ha calificado las declaraciones de la vicepresidenta como "un ataque intolerable" y ha lamentado que no se haya producido una rectificación por parte de Sánchez
Oberheim
Había algo peor que un gobierno frankeinstein encabezado por Sánchez y los comunistas que no habíamos considerado y es un gobierno Frankeinstein bicéfalo Sánchez Puigdemont, el colmo de la desgracia para España. Ahora la diana es cualquiera que pueda entorpecer los planes de Puigdemont porque tiene la llave de lo que más anhela Sánchez en su vida, el sillón presidencial. Te dejo ser el presi si me vas dando lo que te pido, si no ya sabes. Menuda infamia.
luki
Que piel más fina tienen los que están todo el día rajando del del Conde Pumpido oye...
Derry
Tarado
Derry
No tienen nada que decir la de defensa y el/la de interior?. Vaya, vaya con los jueces de izquierdas.
Antipopulista
El problema es que no sorprende. Lo lamentable es que nunca en la democracia ningún partido político constitucionalista, y mucho menos el que está en el poder, había criticado ninguna decisión judicial. Al contrario, la defendían 100% aunque estuviesen en desacuerdo. Eso es esperable en partidos políticos que no creen ni en la democracia ni en el estado de derecho como ERC, junts, Podemos o los etarras ase.sinos de Bildu. ¿ Pero el gobierno de la nación? Cada día estamos más cerca de la Argentina fas.cista kirchnerista que tantísimo daño ha hecho a su pueblo.
Pontevedresa
¡Que horror, más de lo mismo¡
marqueslinchado
Fascista
Guagua
Que va a rectificar el Sanchinflas si fué quién le dijo que lo dijera. Esta secta, incluido el corrupto hispanovenezolano Zapatero tiene que desaparecer. Como sea o ya tenemos aquí un régimen comunista SIN NINGUNA DUDA SU MAJESTAD. Actué ya si le deja la amiga de Sanchinflas.
Kj26
Qué tiene que hacer el PSOE para estar más desacreditado? El PSOE es 'el problema' y un peligro real para nosotros los españoles que queremos vivir en libertad y en paz. Pero el destino nos ha maldecido con un partido socialista sectario, secesio-comunista y mafioso, que siempre termina destruyendo la convivencia.