La resaca del partido del domingo en el Camp Nou fue motivo de conversación en la reunión del comité de dirección del PP ayer por la mañana. El interés no era tanto futbolístico como político. Se trataba de saber en qué medida un clásico como el de este fin de semana servía de termómetro del estado de ánimo de la sociedad catalana tras el desfío soberanista del presidente de la Generalitat, Artur Mas. Y aunque el ambiente previo del partido había alcanzado gran temperatura, la dirección popular concluyó que éste había transcurrido con cierta tranquilidad. Al menos esa era la sensación que percibieron a través de la retransmisión televisiva. Asimismo, restaron importancia al despliegue de la bandera catalana, la senyera que, "a fin de cuentas es la bandera de Cataluña, no era la estelada", es decir, la que lleva una estrella y que es la independentista, indicaron fuentes populares. De hecho, "este domingo no se vieron cosas que no hubieran visto en otros muchos partidos", adujeron los mismos medios consultados.
Pero no se trata sólo de fútbol. La dirección popular cree que Artur Mas está modulando un poco su discurso independentista ante el riesgo de ganar votos por un lado, pero perderles por otro, por ese lado más conservador, catalanista, al que no le gustan las aventuras secesionistas y está alarmado ante la deriva de Convergencia. Buena parte de ese electorado pertenece a la pequeña burguesía, que aunque comparte el discurso del expolio de Cataluña de manos del resto de España --muy enraizado incluso entre los que no son nacionalistas-- no creen en las bondades de desligarse del resto del país. Ahí también están encuadrados catalanes que en generales votan PP para hacerlo por CiU en autonómicas.
Hay una parte considerable del votante popular catalán que se queda en la abstención cuando se celebran autonómicas y otro que va a CiU
Hay una parte considerable del votante popular catalán que se queda en la abstención cuando se celebran autonómicas y otro que va a CiU. Habida cuenta de que Artur Mas necesita sumar por todos los lados para conseguir los 68 escaños de la mayoría absoluta no parece que pueda permitirse el lujo de perder apoyos catalanistas, según el análisis del PP. Los populares consiguieron 715.802 votos en las últimas elecciones generales, del 20 de noviembre pasado. Casi un año antes, el 29 de noviembre de 2010, sacó en las autonómicas 331.783 votos menos, esto es, 384.019. Y aunque la participación fue mucho más baja en 2010 con respecto a 2011, (60 por ciento en autonómicas, 70,3 en generales) CiU consiguió más papeletas en las primeras, 1.198.010, que se tradujeron en 62 diputados en el Parlament, frente a los 1.014.263 que hicieron posible que se presentara en Madrid con 16 diputados nacionales.
Respecto al partido de fútbol del domingo, el "número tres" popular, Carlos Floriano, denunció la pretensión de los que, a su juicio, querían convertir esta cita deportiva "en una fiesta independentista". Al hilo de esta afirmación indicó que el Barça tiene carácter transversal, lo que le sitúa por encima de "mensajes excluyentes". "Hay mucha gente que se siente culé pero no se identifica con el mensaje separatista. Disfrutamos de un gran partido donde vimos a la mayoría de los jugadores de la selección española", agregó el vicesecretario de Organización del PP.
Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aprovechó ayer su intervención en la inauguración del curso académico del Centro de Estudios Políticos y Constitucionales para señalar que todo lo que sea saltarse la Ley responde a "caprichos o buenas intenciones", en alusión, sin duda, a Mas y a su "derecho a decidir". "Pero buenos o malos en sus intenciones, no son sencillamente lo que desea y lo que dicta el interés general que constituye la ley", precisó. Además puso el acento en que la ley fija una serie de cauces y de procedimientos, y que la Constitución determina el marco en el que deben adoptarse las decisiones. "Cuando esa Constitución se vulnera, o se aparta o se ningunea, estamos dejando de lado la voluntad de tantos que, pensando o no como nosotros, tienen su parte alícuota de poder y capacidad para decidir y organizarse", informa Efe.