La firma del acuerdo de investidura entre PP y Ciudadanos es ya cuestión de horas, pese a los "lógicos altos y bajos que se producen en cualquier negociación", tal y como dijo ayer el vicesecretario de Organización de los populares, Fernando Martínez-Maillo. Ambos equipos tienen la vista puesta en la recta final de las conversaciones, donde se ha cruzado un elemento de gran relevancia: la tradicional inauguración del curso político en las filas del PP. Un evento que tiene al jefe del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, como principal protagonista. Según ha podido saber Vozpópuli, Ciudadanos aguantará la rúbrica del pacto hasta comprobar la actitud del dirigente popular en el acto de Cotobade (Pontevedra).
La formación de Albert Rivera sabe que tendrá ventaja en el descuento de la negociación. Vigilará que el líder del PP y candidato a la investidura no presuma en Galicia de tener ya el apoyo de los 32 diputados naranja sin haber accedido a medidas esenciales de regeneración y emergencia social. De ahí que el portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Juan Carlos Girauta, saliera a última hora de ayer enfatizando que "nos damos 48 horas para alcanzar un acuerdo". Puso como fecha tope "el sábado por la noche". En cambio, el PP dijo que C's no había planteado en la reunión "ningún plazo, ni de 24 ni de 48 horas".
"No puede ser que el pesebre prime sobre partidas que son de vida o muerte para muchos ciudadanos", sostiene Girauta
No obstante, Girauta negó que su partido vaya a levantarse de la mesa. De hecho, en fuentes cercanas a ambas direcciones se hablaba anoche de la posibilidad de anunciar un preacuerdo este mismo viernes, a falta de esas últimas conquistas que pueda arañar Ciudadanos en función del discurso de Rajoy en la Carballeira de San Xusto, en Cotobade. El acto-mitin está previsto que comience justo al mediodía, según adelantaron fuentes populares a este diario. Arrancará, por tanto, una hora antes que el año pasado y en un enclave diferente. La Diputación de Pontevedra, ahora en manos socialistas, denegó al PP el correspondiente permiso para utilizar este castillo, convertido en sitio talismán.
En tal contexto, Girauta se quejó este jueves amargamente de que el equipo negociador del PP, tras cuatro jornadas, no haya puesto números todavía a sus principales reivindicaciones en materia económica y de emergencia social (el complemento salarial y un fondo de lucha contra la pobreza infantil, un programa para combatir el fracaso escolar, la equiparación del permiso de paternidad al de maternidad y la mejora de la educación de cero a tres años). También lamentó Giratura que el PP no haya mostrado voluntad de transaccionar en reformas institucionales "críticas" (supresión de las diputaciones provinciales, revisión del papel del Senado o una despolitización de la Justicia). "Ojalá muy pronto el PP nos ponga delante las cifras que extrañamente todavía no hemos visto", señaló.
Además, el dirigente naranja respondió a los populares, que apelan siempre a la estabilidad presupuestaria y a los compromisos con Bruselas, que "somos conscientes de la escasez de recursos, pero esto es una cuestión de prioridades". De este modo, recalcó que "hay que pinchar la burbuja política" que implican las duplicidades en las administraciones públicas. "No puede ser que el pesebre prime sobre partidas que son de vida o muerte para muchos ciudadanos", apostilló. C's quiere que el Gobierno financie su plan de choque social con el dinero que reportaría eliminar los "chiringuitos políticos" o exigir los 2.800 millones "perdonados" a los defraudadores en la amnistía fiscal de Montoro, entre otras medidas.
Los populares enseñaron sus cifras de madrugada
Por parte del PP, Martínez-Maillo dijo por la tarde que su equipo tenía ya hechos los números pero que en este tipo de negociaciones se ponen sobre la mesa "al final". La presión de Girauta surtió efecto y los populares, a los que les urge el apretón de manos, enseñaron sus cifras "de madrugada", a la una de este viernes. Y lo hicieron, según la formación de Rajoy, "siempre dentro de lo que es un partido serio, de los cumplimientos con Bruselas y de que no se puede gastar más de lo que se ingresa". Así mismo, el diputado popular manifestó que están buscando un acuerdo de investidura, no de gobierno, lo que conlleva, prosiguió, unos "condicionantes políticos".
"Si tuviéramos mayoría, aplicaríamos nuestro programa, pero no buscamos un acuerdo de gobierno", asuma ya C's sobre una rebaja en sus exigencias económicas
Por su parte, Ciudadanos, que habló este viernes de "avances" en las cifras, pero no en las reformas institucionales, ya interioriza tal razonamiento de los populares y asume que el PP no le aceptará, por ejemplo, los 7.300 millones que suman sus principales medidas de choque social. "Si tuviéramos mayoría, si hubiéramos ganados las elecciones, aplicaríamos nuestro programa, pero no buscamos un acuerdo de gobierno, sino de investidura. Aunque entre nuestra propuesta económica y la suya hay una distancia que salvar", sostiene el partido de Rivera.
Martínez-Maillo reconoció el jueves las prisas de los populares por cerrar el texto para que Rajoy pueda ya el sábado en Cotobade aumentar la presión sobre el PSOE con sus eventuales 170 apoyos. Coalición Canaria (CC) comunicará el sí de su diputada Ana Oramas cuando lea el documento que sellen populares y naranjas, ya que no quiere encontrarse con imprevistos. "No dejemos para mañana lo que podemos hacer hoy. Vamos a intentar llegar a un acuerdo cuanto antes", comentó el portavoz popular, que fijó como plazo límite el próximo martes, esto es, la celebración del Pleno de investidura en el Congreso a partir de las 16 horas.
Además, Martínez-Maillo afirmó ayer que PP y C's tienen 100 medidas prácticamente redactadas sobre economía, asuntos sociales y empleo. Entre las discrepancias que persisten aludió al "contrato único" que propone el partido de Rivera. También dijo que han "avanzado" en regeneración democrática y en impulsar un "Pacto Nacional contra la corrupción" que quieren extender al resto de formaciones políticas del hemiciclo.
