Mariano Rajoy medita la posibilidad de crear una Fundación de ideas y pensamiento político al margen de FAES (Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales) que preside José María Aznar y que está vinculada al Partido Popular desde su fundación en 1989. La nueva entidad llevaría el nombre de Fundación Manuel Fraga, en memoria de quien fuera uno de los fundadores del PP.
Las relaciones entre Rajoy y Aznar no han resultado en los últimos tiempos demasiado fluídas, pese a que por ambas partes se ha intentado mantener la apariencia de un trato cordial, estrecho y complementario. Sin embargo el nivel de tirantez entre ambos dirigentes parece haberse agudizado ostensiblemente. El último punto de fricción tuvo lugar a principios del pasado mes de abril con motivo de la celebracón en la localidad argentina de Rosario de un seminario de la Fundación Libertad, que agrupa a líderes y movimientos iberoamericanos de perfil liberal-conservador.
El equipo de Génova
Las relaciones entre Rajoy y Aznar no han sido demasiado fluídas en los últimos tiempos pero el nivel de tirantez entre ambos dirigentes parece haberse agudizado ostensiblemente
Carlos Floriano, vicesecretario general de Organización del PP lanzó en ese foro la idea de crear un Partido Popular Iberoamericano al que se sumarían importantes formaciones de este perfil político del continente, en especial las agrupadas en torno a la UPLA (Unión de Partidos Latinoamericanos), que han unido sus fuerzas para hacer frente al bloque bolivariano inspirado en su día por Hugo Chávez, el recientemente desaparecido presidente de Venezuela. La idea de crear un PP iberoamericano fue elaborada e impulsada el pasado mes de noviembre por la sectretaria general de los populares españoles, Dolores de Cospedal, quien recibió las bendiciones del equipo de dirección de su partido.
Al seminario de Rosaro también acudieron José María Aznar, expresidente del Gobierno español y presidente de FAES; Esperanza Aguirre, presidenta al PP de Madrid y Jaime Mayor Oreja, vicepresidente del PP europeo. Hasta la sede del PP en la calle Génova llegaron versiones de un intento por parte de Aznar de acaparar cierto protagonismo desde FAES en la gestación y desarrollo del nuevo PP iberoamericano con el objetivo de vincularlo estrechamente a la Fundación que preside. Por este motivo, Floriano viajó desde Madrid acompañado de un equipo formado por media docena de "fontaneros" y técnicos del PP con el fin de mantener el control de la puesta en marcha del nuevo partido y evitar cualquier tipo de protagonismo no deseado por parte de la gente de FAES.
Sospechas y maniobras
Tales suspicacias apenas trascendieron durante la celebración de las jornadas de la Fundación Libertad, donde se acogió muy positivamente la idea del PP iberoamericano. Sin embargo el equipo parachutado desde Génova sí advirtió, según parece, sobre determinadas maniobras desarrolladas por la gente de FAES cuyos detalles no han trascendido. No hay que olvidar que José María Aznar goza de un ascendente notorio en el mundo iberoamericano, tanto por la potente huella que dejó su mandato como presidente del Gobierno español como por los estrechos lazos que mantiene con dirigentes políticos de la región, donde desarrolla una intensa actividad, mediante conferencias y actos académicos.
El nivel de tensión en torno a los episodios de Rosario provocó un notable enojo en Rajoy quien, informado del estado de la situación, encargó la posibilidad de que el PP se disponga a diseñar su propia Fundación política
El nivel de tensión en torno a los episodios ocurridos en Rosario provocó un notable enojo en Mariano Rajoy quien, informado del estado de la situación, encargó la posibilidad de que el PP se disponga a diseñar su propia Fundación política, al estilo de las que funcionan actualmente en las grandes formaciones europeas. La idea inicial era absorver FAES y cambiarle el nombre, que pasaría a denominarse Fundación Manuel Fraga, en memoria de quien fuera uno de los fundadores del Partido Popular. Tal posibilidad parece haberse desestimado, dadas las dificultades lógicas para concretarse, motivo por el cual se ha optado por la otra alternativa, la de crear una Fundación de nuevo cuño, dependiente directamente de la actual Ejecutiva del PP.
De momento la idea es un mero proyecto, producto de un cúmulo de desencuentros entre Rajoy y Aznar, pero el asunto está en estudio y se mantiene la decisión de que el nombre de la nueva entidad sea Manuel Fraga. De llevarse a cabo, suprondría de hecho una ruptura algo más que simbólica entre los dos dirigentes del PP, que han intentado hasta ahora mantener las formas aunque no siempre con los resultados deseados. El tiempo dirá si Rajoy ha dicho definiticamente "basta".