España

Rubalcaba quiere que Elena Valenciano concurra a las primarias de noviembre si vence al PP en las europeas

La cúpula socialista admite que el retraso con el que Mariano Rajoy lleva la designación de su candidato para Europa responde a una estrategia medida e inteligente que solo busca, y lo está consiguiendo, asfixiar la campaña iniciada por Elena Valenciano hace tres semanas. Una broma de mal gusto ya que Rubalcaba piensa en ella como posible aspirante sorpresa a las primarias de noviembre.

Pedro Arriola, asesor de cabecera de Mariano Rajoy, es quien está manejando los tiempos del PP en la carrera hacia las elecciones de mayo y ha logrado algo de lo que se duele en privado la cúpula del PSOE: distorsionar su campaña, dejando que Elena Valenciano, cabeza de cartel, arranque el combate sin contrincante al que enfrentarse.

En el Gobierno hay quien cree que detrás de la estrategia de Rajoy se esconden los preparativos para una amplia remodelación del Gobierno y hay quien opina, por el contrario, que sólo obedece a una maniobra muy medida para restar importancia a las elecciones europeas y no movilizar, así, al electorado de izquierdas.

Los socialistas admiten que su campaña electoral ha quedado distorsionada por la maniobra de Rajoy de retrasar la designación del candidato

“Al PSOE lo que le conviene es una polarización muy alta en la campaña para poder desarrollar un guion en el que difundamos los incumplimientos y los recortes sociales que el PP ha hecho durante la crisis. Pero para ello necesitamos a un candidato enfrente al que podamos identificar con estas políticas conservadoras”, resumen en la dirección socialista. De momento, el arranque de campaña de Elena Valenciano no ha podido ser más insípido. Primero en Bruselas, hace cuatro semanas, cuando denunció el retroceso de los derechos en España y la reforma del aborto, y hace solo unos días en Madrid, cuando delante de Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero y Alfonso Guerra, Valenciano lo único que logró clamando al aire fue proyectar una imagen de cierta unidad en torno a su candidatura, pero sin un contrincante contra el que descargar su munición.

Si Rajoy fuera capaz de hacer una campaña de tono bajo, aspirando solo a movilizar al electorado más fiel al PP sin despertar a los votantes socialistas, su éxito estaría asegurado, admiten en el PSOE. No como consecuencia de un resultado arrollador, pues ninguno de los dos grandes partidos está en condiciones de sacar el sobresaliente, pero si de un rendimiento suficiente como para conseguir dos o tres puntos de ventaja, los suficientes como para mostrar la uve de la victoria en la noche del 25 de mayo.

En la cúpula del PSOE se opina que a Rajoy lo que le interesan, sobre todo, son las elecciones municipales y autonómicas del año que viene

En el PP se admite que Rajoy, más que en las europeas, puede estar pensando si acaso en las elecciones municipales y autonómicas de mayo del año que viene, pues son las que pueden marcar, o no, un punto de inflexión definitivo en el ciclo electoral que culminará en diciembre del año que viene con las legislativas. Fuentes del Gobierno reconocen también que se trabaja con un calendario en el que se tiene muy en cuenta el trayecto que les queda por recorrer a los socialistas. Después de Semana Santa y de los puentes festivos, llegarán las europeas e, inmediatamente después, estallará el lío de las primarias en el PSOE. Habrá un verano marcado por éstas y los socialistas volverán a afilar sus armas en noviembre, que es cuando tienen previsto designar al futuro candidato a las legislativas.

Madina, Chacón, López...son apellidos que ponen los pelos como escarpias a la vieja guardia socialista

Es aquí donde la estrategia electoral del PP puede perjudicar por partida doble los intereses de Rubalcaba, ya que acaricia la idea de que Valenciano concurra a las primarias y aspire al cartel de las elecciones generales en el caso de que obtenga una victoria en los comicios europeos de mayo. Solo lo comentan en privado, pero a Rubalcaba y a la vieja guardia del PSOE se les pone los pelos como escarpias al considerar que Eduardo Madina, Carmen Chacón, Patxi López u otros candidatos todavía más verdes y desconocidos como Pedro Sánchez, puedan alzarse con la victoria en las primarias de noviembre.

En medio de este previsible terremoto de finales de año en el principal partido de la oposición, donde no son descartables continuas réplicas, el Gobierno enviará al Congreso los Presupuestos estatales de 2015 y arrancará la campaña de las locales y autonómicas. Para entonces, Rajoy espera contar con datos que demuestren el asentamiento de la recuperación económica, lo suficientemente sólidos como para calmar el nerviosismo de los alcaldes y ‘barones’ regionales que aspiran a estrenar o a renovar sus resortes de poder.

El PP cuenta con que las primarias serán un lio para el PSOE y que estará atrapado por el hasta fin de año

Ganar tiempo. Este parece ser el lema con el que trabaja el presidente del Gobierno a ojos del PSOE, a falta de conocer cuál será el desenlace final del estallido soberanista en Cataluña, algo que hoy por hoy no está casi nadie en condiciones de pronosticar.

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