Pedro Sánchez ha sorprendido hoy al comité federal de su partido con un anuncio: someterá los pactos de Gobierno que pueda alcanzar "a izquierda o a derecha" a la militancia socialista, la misma que le dio a el hace 18 meses la secretaria general. Es una decisión importante, clave, puesto que en caso de que la militancia avalase un acuerdo con Podemos y el comité federal lo rechazara, la fotografía resultante sería la de una formación política rota, incapaz de administrar el divorcio entre sus cuadros dirigentes y sus bases.
Al someter a la militancia los posibles pactos con Podemos, Sánchez corre el riesgo de romper el partido
Conociendo el alcance que tiene dejar los pactos de Gobierno en manos de una militancia mucho más radicalizada que los cuadros del partido, Sánchez ha querido también relajar el ambiente del comité federal prometiendo que los posibles pactos con Podemos o con Ciudadanos pasarán también por el filtro de este órgano de gobierno entre congresos. "Todas las negociaciones serán en abierto. La decisión final tendrá todos los filtros y garantías", ha señalado antes de cerrar su intervención inicial con una petición: "Os pido que salgamos de aquí todos unidos".
En realidad, en lo único que la mayoría de los miembros de este comité, más de 200 en total, están totalmente de acuerdo es en cerrar las puertas a toda posibiidad de facilitar la continuidad de Mariano Rajoy en La Moncloa o de aupar a otro candidato del PP a la Presidencia del Gobierno. De ahí que Sánchez haya comenzado su discurso con una larga lista de razones por las cuales el PSOE negará su respaldo a los populares. La corrupción es la más importante. "El PP y la corrupción es la historia interminable, Valencia, Acuamed, el borrado de los ordenadores de Bárcenas, todo eso nos lleva a la conclusión de que no habrá regeneración si el PP no pasa a la oposición", ha dicho.
Sánchez ha acusado a Rajoy de colocar a Felipe VI en una situación comprometida tras haber declinado someterse a la investidura y ha pedido que el presidente del Gobierno en funciones "se vaya a casa" si persiste en su intención de no comparecer el primero a este debate. De no hacerlo, el líder socialista ha confirmado que él se subirá a la tribuna del Congreso para defender un porgrama de Gobierno "progresista y reformista" que pueda conducirle a La Moncloa con propuestas como la derogación de la reforma laboral y fiscal, la lucha contra la corrupción, la mejora de las pensiones, del estado del bienestar y el cambio de la Constitución.
Sánchez ha dirigido también críticas directas a Podemos y a su líder, Pablo Iglesias, quien le sorprendió hace semana y media exigiendo la Vicepresidencia del Gobierno y varias carteras. "Yo he sido víctima d la arrogancia y de los desplantes y no voy a ser presidente a cualquier precio. Yo no quiero, como se ha dicho, ser presidente para evitar ir al paro, no ambiciono un sillón y solo me muevo, como lo hicieron Zapatero y Felipe González, por los ideales de la libertad, la paz y la igualdad, lo último que me preocupa es mi futuro.
Los barones le ganan la partida del congreso: será en mayo y Sánchez no estará blindado ante nuevas elecciones
Antes del inicio del comité federal, los barones le han ganado a Sánchez una importante batalla. El líder socialista ha tenido que ceder en las fechas del congreso. Será el 20 de mayo y no el 18 de junio como quería, por lo que no estará blindado como candidato en caso de nuevas elecciones generales. De esta forma, en el supuesto de que fueran convocadas, tendría que someterse a unas primarias, previstas para el 8 de mayo, en las que correría el riesgo de caerse del cartel electoral.
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