El encierro ha durado dos minutos y 18 segundos. La manada ha salido a las 8 desde los corrales de Santo Domingo. Los astados se han colocado a ambos lados de la calle siguiendo a los cabestros y uno de los toros ha mirado con peligro a los mozos, hasta que ha empitonado a uno de ellos en la pierna izquierda.
En esta cogida, el toro ha quedado descolgado del resto de sus hermanos y ha mirado con peligro a uno y otro lado, sin llegar a embestir a ningún mozo, pero generando nuevamente escenas de peligro.
El astado ha alcanzado a la manada, que ha seguido camino por el tramo del Ayuntamiento y la curva de Mercaderes, tomándola sin incidencias y sin resbalar. El grupo ha enfilado unido la calle Estafeta, con dos cabestros encabezando el encierro, los seis toros tras ellos, y el resto de cabestros por detrás.
Carrera rápida y peligrosa
El fuerte ritmo de la carrera ha dificultado que los corredores pudieran situarse delante de la manada y se han registrado varios golpes y caídas. Mediada la calle Estafeta, tres toros han caído en mitad del grupo y se han quedado rezagados, pero en seguida se han puesto en pie y han continuado la carrera, sin generar mayor peligro para los corredores.
La manada ha quedado dividida en tres partes, con dos toros y cabestros por delante, otros dos toros en mitad de carrera y finalmente, muy cerca, los dos últimos toros cerrando el encierro. Esto ha permitido que los mozos pudieran tener más opciones de correr delante de las astas de los toros. Se han producido varias caídas en el callejón, pero no ha habido mayores incidencias y los astados han accedido a los chiqueros.