España

El exjefe de los Mossos cuestiona que él esté procesado por banda criminal y Puigdemont no

El exdirector de los Mossos d'Esquadra Pere Soler ha cuestionado que él esté procesado por un delito de organización criminal en la Audiencia Nacional cuando ni siquiera lo está el

El exdirector de los Mossos d'Esquadra Pere Soler ha cuestionado que él esté procesado por un delito de organización criminal en la Audiencia Nacional cuando ni siquiera lo está el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a quien la juez atribuye liderar esa supuesta red delictiva.

Con este argumento, el que fuera jefe del mayor Josep Lluís Trapero (también procesado) ha recurrido su auto de procesamiento en la Audiencia Nacional por un delito de sedición y otro de organización criminal en relación a la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre.

La juez Carmen Lamela, que atribuye a Trapero dos delitos de sedición y uno de organización criminal por el asedio a la Consellería de Economía el 20 de septiembre y por el 1-O, también procesó el pasado 5 de abril al ex secretario general de Interior César Puig y a la intendente Teresa Laplana, y citó a los 4 el próximo lunes para comunicarles su procesamiento.

En su recurso al auto de Lamela, al que ha tenido acceso Efe, Soler también se desvincula del delito de sedición que le atribuye la juez, ya que, según él, es la Jefatura de Mossos la que debía adoptar decisiones sobre el operativo del 1-O y no él.

En relación con la supuesta integración en organización criminal, Soler señala que el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena (que procesó a 25 encausados, 13 por rebelión, entre ellos Puigdemont) rechazó ampliar la causa a Trapero y al resto de investigados en la Audiencia Nacional al no apreciar conexión con los hechos, lo que demostraría que no existe ninguna red criminal pues ni esos 25 están procesados por ese delito.

Como ya dijo en su declaración, Soler reitera en el recurso que no tenía "dominio" sobre los operativos "técnico policiales" de la Policía Autonómica y, por tanto, tampoco "sobre la dejación o ineficacia de los mismos", ni tenía capacidad para influir en las "decisiones estratégicas, ya sea en el plano político o en el policial".

Además, critica que el auto de Lamela "no describe un solo hecho tumultuario" durante el 1-O que "hubiera podido impedirse" por Soler y cree que se le ha atribuido "de forma incorrecta" haber coordinado con los mandos de los Mossos, entre ellos Trapero, "determinadas omisiones y conductas" encaminadas a la celebración del referéndum.

En todo caso, señala el recurso, esta supuesta pasividad que la juez atribuye a los Mossos sería más cercana a la desobediencia y no "una conducta causalmente ligada a un alzamiento público y tumultuoso".

Recuerda que la sedición implica que haya "una insurrección que además esté dotada de fuerza o de actitudes hostiles" y que, sin embargo, el auto no describe "una sola sublevación de ciudadanos enfilada a impedir la función policial el día 1 de octubre".

Como tampoco dedica el auto, según el procesado, "ningún esfuerzo a vincular concretas conductas de Pere Soler que hayan contribuido directa o tangencialmente al resultado de un alzamiento tumultuoso".

Además, recuerda que en el documento Enfocats -con el que se diseñó un plan estratégico para crear un Estado propio- no figuraba que Soler "estuviese llamado a desempeñar un papel principal en el desarrollo de la estrategia de las fuerzas independentistas".

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