La Unidad de Investigación de Incendios Forestales (UIFO) de la Consellería de Medio Rural ha pillado 'in fraganti' a una mujer en el municipio de Amoeiro (Ourense) cuando se desplazaba por el monte con pastillas de encendido y un mechero con la presunta intención de provocar un incendio forestal.
Los agentes de la UIFO ya habían establecido desde hace varios días un operativo de vigilancia en la parroquia de Trasalba de ese municipio al detectar la existencia de actividad incendiaria, según informa la Xunta.
Además, encontraron artefactos incendiarios y pastillas de encendido en los siete fuegos registrados en la zona desde el pasado 13 de agosto, con la colaboración del personal del Distrito Forestal Miño-Arnoia.
La superficie afectada entre los siete fuegos no llegó a una hectárea, por la rápida actuación del servicio de prevención y extinción de incendios.
La investigación fue realizada conjuntamente con agentes de la Policía Autonómica de la jefatura de Ourense y la presunta autora de estos fuegos se puso la disposición judicial en calidad de investigada.
Esta operación se suma a las realizadas a lo largo de este verano por los agentes de la UIFO, que encontraron en el distrito forestal de Vigo-Baixo Miño un artefacto incendiario y una colilla con un sistema de ignición, concebida para ser depositada en el monte y prender fuego de manera retardada.
También hallaron papeles de periódico acumulados en el punto de inicio de dos conatos de incendio registrados en el distrito forestal Caldas-O Salnés y una pastilla de encendido en otro conato del distrito de Santiago-Meseta Interior.
Todos estos indicios avalan la intencionalidad de los fuegos al ser encendidos de forma premeditada.
Además, existen otras líneas de investigación abiertas que concluirán en la detención de los presuntos causantes, aseguran desde la Consellería de Medio Rural.
Por eso, la Xunta advierte que, cuando se pruebe que algún fuego es provocado, el culpable pagará por todo, con penas de cárcel y con su propio patrimonio. Insiste en que los culpables no quedarán impunes y pagarán con lo que tengan los gastos de extinción, porque aparte de dañar los montes ponen en riesgo la vida de personas.