“Nosotros somos los soldados del califato”, “El Estado Islámico es un califato según el método del profeta”, “No hay más Dios que Alá y Mahoma es su profeta”... Estas son algunas de las pintadas con las que amaneció una mañana la cárcel madrileña de Estremera y que provocaron una investigación que ha acabado en la Audiencia Nacional por un presunto delito de apología del terrorismo.
Vozpópuli ha tenido acceso a las imágenes y los informes realizados por las fuerzas de seguridad de estos eslóganes terroristas dibujados en las paredes del patio y zonas comunes del centro penitenciario. Este hecho se suma a la preocupación que existe entre los expertos en la lucha contra el terrorismo islamista respecto a lo que pasa en las prisiones españolas donde los presos por delitos yihadistas ya son más que los reclusos de ETA.
Este mismo lunes la Policía Nacional ha desarticulado en un grupo de presos radicales en que desde dentro de la cárcel captaban a otros internos con personalidades vulnerables y faltos de recursos económicos y les prometían importantes sumas de dinero para sus familias una vez cometiesen un atentado terrorista
Son varios los planes puestos en marcha por el Ministerio del Interior en los últimos años para tratar de frenar los procesos de radicalización islamista en las prisiones, pero no terminan de dar resultados, según admiten las fuentes consultadas. Prueba de ello es que la investigación abierta a raíz de estas pintadas apuntan a la autoría de un recluso argelino llamado Mohamed Achraf, condenado en su día por querer volar la Audiencia Nacional y detenido de nuevo recientemente por liderar un frente yihadista en las cárceles.
Primeras sospechas sobre el autor
La acusación se basaba inicialmente en que la galería en la que apareció una de estas pintadas con el símbolo de Daesh acababa de ser rehabilitada y limpiada justo antes de que este preso llegase a ocupar una celda en ese lugar. “Tenemos constancia que el único interno musulmán y con conocimiento de la lengua árabe que reside en esa galería es el interno Achraf”, decía uno de los informes iniciales de la investigación elaborado por los grupos de Control y Seguimiento de la cárcel, dedicados vigilar de cerca a los presos problemáticos.
Los servicios de Información de la Guardia Civil elaboraron un informe sobre este individuo y alertaban de que “ha hecho gala de una extremada radicalidad, al menos, desde el año 1999 (momento de su primera condena por otro hechos)”, añaden que demuestra “una gran capacidad por influir y adiestrar a terceras personas en el radicalismo islámico y en los postulados del terrorismo de índole yihadista”.
A juicio de los expertos, “estas actitudes no han desaparecido ni se han suavizado tras su condena en el año 2008, ni durante su estancia en prisión”. “Al contrario, en los últimos tiempos se habría mostrado nuevamente su extremo grado de radicalidad, desarrollando nuevamente funciones de captación y proselitismo entre otros internos”, dice el documento.
Traducción de los mensajes
Un análisis de las diversas pintadas permitieron a los investigadores detectar al menos cinco mensajes considerados de “alto interés”. Uno de ellos es el de “No hay más Dios que Alá y Mahoma es el enviado de Alá”. “Por la forma en la que aparece escrito, el recuadro y las frases de las siguientes fotografías, no cabe duda de que se trata de la bandera utilizada por el autodenominado Estado Islámico”, explican los expertos.
En otra de ellas pone, "¡Oh, seguidores del Tawhid (unicidad)! Izad la bandera del Tawhid”. Este término es un concepto central en el Islam que sirve para proclamar sólo hay un Dios y es Alá. “Sin embargo, los yihadistas y musulmanes leales al Daesh, se han apropiado de ese término, junto con otros habituales de la religión islámica, y la bandera que los define es denominada por ellos la bandera del Tawhid”, apunta el informe.
El autodenominado Estado Islámico proclamó su propio Califato, siendo una de sus premisas el acatamiento de los preceptos que encarna el profeta Mahoma. Así se explican otras pintadas como la de “Nosotros somos los soldados del califato” o “Somos un califato según el método del profeta”.
Frente de cárceles
Los investigadores pidieron realizar un examen caligráfico al principal sospechoso a partir de una carta escrita a mano a otro preso para poder acreditar su autoría. Ese cotejo arrojó que todas las inscripciones las había hecho la misma persona y que es “procedente atribuir a Mohamed Achraf la autoría de las anotaciones realizadas sobre diversas superficies".
Achraf, de 44 años de edad, fue condenado a 14 años de prisión por liderar una organización yihadista de la cárcel compuesta en su mayoría por otros presos islamistas que se comunicaban entre ellos a través de cartas. Se pusieron de acuerdo para atentar con un camión cargado de explosivos en la Audiencia Nacional.
Terminaba de cumplir su pena a finales del año pasado, pero Instituciones Penitenciarias y la Guardia Civil llevaron a cabo la operación Escribano que se saldó con otra batería de arrestos también en la cárcel de personas acusadas de conformar un frente yihadista desde las prisiones.
