El modelo delincuencial ha cambiado en España. Cada vez es más frecuente que los grupos de ladrones tengan movilidad geográfica y planifiquen sus 'actuaciones' por toda la Península. Para combatir esta circunstancia la Policía Nacional cuenta con un grupo pionero 'itinerante' que lucha desde Zaragoza por todo el territorio nacional. Son capaces de identificar a las bandas por su fisionomía y están elaborando una base de datos de estos delincuentes. En su radar ya hay más de medio centenar de sujetos que usan desde los "abrazos amorosos" a la técnica de la "mancha". Así es el día a día de estos agentes 'itinerantes'.
Esta unidad pertenece a la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Policía Nacional de Zaragoza. El Grupo de Delincuencia Itinerante se creó el pasado mes de octubre como una réplica de sus compañeros de la Comisaría General. Son los primeros a nivel territorial de todas las jefaturas de España y ya tienen un "alto nivel de efectividad" a sus espaldas sin haber cumplido el año de vida.
El día a día de la oficina de estos funcionarios se encuentra en la comisaría del distrito de San José de la capital maña. Son una docena de agentes que practican cada jornada trabajos de inteligencia y de reunir datos. Siguen y siguen a pesar del cansancio ocular de observar y analizar horas y horas de cámaras de seguridad.
"La metodología itinerante se está extendiendo por España. Las bandas que perseguimos se dedican principalmente a delitos contra el patrimonio como hurtos, robos con fuerza o robos con violencia. Se mueven rápido. Actúan varias veces en una ciudad y después la abandonan", explica a Vozpópuli Gonzalo, el jefe de esta unidad que ha reunido a agentes de Policía Judicial y Seguridad Ciudadana.
El problema que se han encontrado es que estos grupos se han extendido a "niveles elevadísimos" y ya no son solo organizaciones de delincuencia común. "Utilizan la itinerancia para entorpecer el trabajo policial", detalla. Estos agentes son una unidad local que investiga ya a nivel nacional.
Identifican a los ladrones por su andar y sus gestos
La movilidad de estos funcionarios es clave para poder ejercer su labor. Analizan al milímetro el 'modus operandi' cuando los delincuentes actúan de forma reiterada. Tienen a su alcance las herramientas más vanguardistas en tareas de reconocimiento facial. Su investigación comienza en Zaragoza pero puede acabar, como ha ocurrido en otras ocasiones, en Madrid o Valencia.
Gonzalo señala a Vozpópuli que su trabajo es "en diferido". Acuden a las escenas días después de que se comentan los hechos delictivos. Disponen de sistemas novedosos y se apoyan en otras unidades para recopilar datos.
La experiencia de estos agentes 'itinerante' ha generado que puedan ya identificar con "relativa facilidad" a los delincuentes. "Tenemos dentro de la unidad a expertos fisionomistas que con solo ver andar a los ladrones pueden saber quienes son", elogia el jefe del equipo.
El Grupo de Delincuencia Itinerante tiene en la actualidad sobre su mesa un total de 11 operaciones distintas. Ahora tienen entre 'ceja y ceja' a una banda que se dedica a la técnica de la "mancha". "Vigilan entidades bancarias y cuando ven a gente mayor sacar dinero en efectivo le echan un yogurt por la cabeza. Después, entran en escena dos compinches que limpian a la víctima tanto la suciedad como los billetes que han extraído del cajero", afirma.
La medalla robada a una mujer
Esta unidad tuvo que "parar" hace dos semanas todas sus pesquisas porque apareció en Zaragoza un voraz grupo de ladrones que usaba la técnica del "abrazo amoroso". En la capital aragonesa desembarcaron un grupo de cuatro matrimonios rumanos que en pocos días extendieron sus actividades delincuenciales.
Desvalijaron a media docena de víctimas con una vil modalidad: ayudaban a mujeres mayores a subir la compra a sus casas para desvalijarlas. También se acercaban a ancianos para quitarles sus pertenencias con un sutil abrazo. La satisfacción de la detención de esta banda se unió a la historia que había detrás de un objeto robado.
Esta historia tenía como protagonista a una anciana de una familia acomodada de Zaragoza. Su marido médico había fallecido hace tiempo y le había regalado una medalla. Una medalla que tenía como recuerdo de su esposo y fue sustraída por esta banda. La víctima no podía ni hablar y le daba igual el resto de sus pertenencias. Solo quería la medalla. Una medalla que ha sido recuperada por los agentes y que volverá a su dueña en poco tiempo.
Una base de datos itinerante
Otro de los casos mediáticos que ha resuelto el grupo itinerante es el famoso del ladrón de las tiendas de 'Juguettos'. Un delincuente que pernoctaba oculto en el interior de los establecimientos con una máscara hiperrealista que dificultaba su identificación. De esta forma cometió más de una docena de robos.
Cuando se creó esta unidad el resto de los agentes "no encuadraban muy bien el enfoque de la misma". Ahora las dudas se han despejado y son una de las principales herramientas contra el crimen. La tradición hacía que las pesquisas de los delincuentes comunes se desarrollaran en las dependencias locales. El grupo itinerante responde a las nuevas necesidades que hay en el ámbito policial. "Tenemos una visión más global y una base de datos potentes para poder trabajar", concluye Gonzalo.
