Podemos está dispuesto a darle la vuelta a la polémica de las macrogranjas suscitada por el ministro de Consumo, Alberto Garzón. El candidato morado a la presidencia de la Junta de Castilla y León, Pablo Fernández, ha retado este miércoles al presidente, el popular Alfonso Fernández Mañueco, a debatir con ellos mano a mano sobre el modelo de ganadería que necesita la comunidad.
Lo cierto es que en el cuartel general morado se trabaja con la idea de que se puede dar la vuelta a la polémica, porque los pequeños ganaderos de la comunidad son los grandes perjudicados por las empresas que recurren al modelo de macroogranjas. Por eso, Podemos está intentanso surfear la ola de las críticas.
"Señor Mañueco, deje de esconderse detrás de mentiras. Acepte tener un debate público sobre el modelo de ganadería que merece Castilla y León. Si macrogranjas contaminantes o el modelo familiar, tradicional y sostenible por el que apuesta Unidas Podemos", ha espetado Fernández en un tuit. Además, el candidato ha acusado al PP de continuar "esparciendo sus bulos", porque considera que el ataque a Garzón está sustentando en una falsedad: que Podemos ha atacado a los ganaderos españoles.
Es más, los morados presumen de que ya se han iniciado movimientos entre los ganaderos en defensa de la ganadería extensiva. En Francisco Villaespesa, cuartel general de Podemos, trabajan con la idea de que el PP irá a por todas con el patinazo de Garzón para hacer campaña en Castilla y León. Y lamentan que el PSOE haya comprado "el bulo" sobre el ministro morado y se haya lanzado a su caza
Este mismo miércoles, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se ha volcado en defender a Garzón. Y ha dicho que sería "surrealista" que el ministro de Consumo tuviera que dimitir. Además, ha recordado que durante su trayectoria en el Gobierno ha apoyado a ministros socialistas "ante posiciones muy duras de la oposición". Díaz ha señalado que aunque "no es necesario que lo diga", le "respalda profundamente" en sus declaraciones.
Y el ministro ha asegurado que "nadie" del Gobierno le ha dicho que sus declaraciones sobre la ganadería intensiva son mentira. Garzón ha insistido en que se trata de un "bulo" y una "tergiversación dirigida de esas palabras, con falsedades y mentiras" por parte del "lobby cárnico".
Bajada en las encuestas
Las preocupaciones moradas por el lío de Garzón están sustentadas en las fotos que reflejan las encuestas. La de este diario para las elecciones en Castilla y León, realizada por Hamalgama Métrica, da a Podemos el mismo resultado que en 2019: dos escaños. Pero detecta una bajada de la intención de voto: del 7,3% al 7%, en plena polémica por la producción de carne.
Y el sondeo a nivel nacional publicado el pasado fin de semana en el El País, hecho por 40db, tampoco es halagüeño para los morados. Ni para la coalición, en definitiva. PSOE y Unidas Podemos obtendrían peor resultado que el que cosecharon hace dos años. La sensación entre los dirigentes de Podemos es que son las peleas internas las que impiden que el Gobierno caiga bien. De ahí que se dé la paradoja de que, según esa encuesta, los ciudadanos vean bien las medidas del Ejecutivo, pero no les hagan despegar.
En verdad, el PSOE se juega mucho en Castilla y León, una comunidad donde la ganadería tiene un peso capital. Y un batacazo de los socialistas supondría un revés considerable para el presidente y para el aparato del partido, aupado a los mandos de la estrategia del Gobierno tras la salida de Iván Redondo y la entrada de Óscar López como jefe de gabinete de la presidencia. El jefe del Ejecutivo busca salvar los muebles para evitar otro golpe como el que le asestó Isabel Díaz Ayuso en Madrid. Por eso no puede arropar al ministro morado.
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