Podemos y el Gobierno de coalición afrontan una situación límite. Según ha sabido Vozpópuli, el mensaje que lanza el lado morado de Moncloa al PSOE es que el Ejecutivo se la juega en esta crisis. El adverso contexto económico en el que se ha instalado España, con el precio de la electricidad y de los carburantes disparado y con una huelga de transportistas que amenaza con provocar un desabastecimiento que no se vio durante la pandemia, se puede llevar por delante a la coalición.
El nerviosismo cunde en Unidas Podemos, porque considera que el PSOE no está actuando con la empatía, la premura y la contundencia que la situación merece. Vienen curvas y las manifestaciones que se están sucediendo son un aviso a navegantes. Pero lo cierto es son presos del marco de juego que imponga el Consejo Europeo, que arranca este jueves, y que decidirá qué medidas serán, finalmente, las que se redacten en el decreto que Pedro Sánchez quiere lanzar el próximo 29 de marzo para paliar los efectos económicos de la crisis ocasionada por la guerra en Ucrania.
El problema es que el Ejecutivo ha estado negociando hasta este mismo miércoles con los grupos parlamentarios sin detallar medidas concretas, según denuncian a este diario fuentes presentes en las conversaciones. Y todo porque los socios de coalición no tienen una postura común. Las fuentes gubernamentales consultadas precisan que aún se discute entre socialistas y morados. Y ya barruntan que esa posición conjunta no llegará hasta que termine el Consejo Europeo y se sepa quién es el vencedor: si el Sur, que reclama que se desacople el precio del gas del mercado marginalista, o el Norte, que teme los efectos secundarios de esa medida.
Sin apenas peso para decidir
Eso sí, Unidas Podemos no está dispuesto a dar su brazo a torcer. El partido apenas tiene peso en Moncloa para decidir, pero está dispuesto a hacer mucho ruido. Para empezar no aceptará así como así que el marco para resolver la crisis lo establezca Bruselas, porque cree que el Estado tiene capacidad de maniobra para tomar medidas "valientes" sin la tutela comunitaria. Por eso ya avisa de que algunas de sus recetas, como el impuesto extraordinario a las eléctricas para compensar la subida de la luz y de los carburantes, se pueden tomar sin el aval europeo.
Además, en Unidas Podemos están cabreados con el PSOE por cómo ha reaccionado a la manifestación del mundo rural del pasado fin de semana en Madrid en la que miles de agricultores, ganaderos y cazadores protestaron por la huelga de transportes y por el aumento generalizado de los costes producto del alza del precio de las materias primas. Hay dentro del espacio quien considera que falta empatía. Y es que los socialistas se parapetaron tras la mano de la ultraderecha para minusvalorar el alcance del cabreo social.
Así, los morados teme que ante esta segunda crisis económica consecutiva tras la pandemia, el PSOE no se esfuerce en seguir el mismo camino de protección social. En verdad, la comparación de la actual coyuntura con lo peor de la crisis del covid-19 es una tónica entre altos dirigentes del espacio morado. No obstante, Podemos enfrenta una adversidad extra: las dudas que están comenzando a aflorar sobre su utilidad en el Gobierno.
Se está haciendo una utilización obscena de la figura de Yolanda DíazUna fuente de Unidas Podemos
En verdad, la presencia de Yolanda Díaz en el trío negociador del Gobierno junto a Félix Bolaños y Teresa Ribera es casi testimonial, según algunas fuentes presentes en estos encuentros. Estas mismas fuentes, además, sostienen que se están encontrando una negociación similar a la que siguió a la reforma laboral, donde el PSOE es el partido que lleva el peso. "Se está haciendo una utilización obscena de la figura de Yolanda Díaz", zanja una fuente morada.
En esas, Unidas Podemos lo tiene claro. Nada de salir del barco monclovita. Primero porque toca responder en un contexto de emergencia social. Y, segundo, porque toca proteger el liderazgo de Diaz. ERC es el gran partido que presiona a los morados y les anima a reflexionar sobre su presencia en el Consejo de Ministros tras los tres sapos que se han tenido que comer.
El sentir del partido es que sin partido propio y sin su presencia en el Gobierno, Yolanda Díaz tendría grandísimos problemas para mantener su liderazgo justo cuando está a punto de despegar su plataforma. Y eso que Unidas Podemos entiende que su salida del Gobierno sería coherente para sus electores, pero frenaría tanto el liderazgo de la vicepresidenta segunda que no se lo pueden permitir. Aunque pinten bastos.
