Podemos está cansado. Los de Ione Belarra consideran que las acusaciones de presunta financiación irregular procedente del chavismo que ha vertido sobre ellos el exjefe de la inteligencia militar de Venezuela, Hugo 'El Pollo' Carvajal, son la nada.
Es más, piensan que es otro intento de salpicar al partido con mentiras. Los miembros de la formación consultados explican que el ánimo está "tranquilo". "Nada que temer", es el mensaje que transmiten. Pero hay quien apunta lo contrario.
Según fuentes que conocen bien los intríngulis judiciales de Podemos, “hay nervios” en la formación. No solo por las consecuencias que puedan derivarse del material que ya ha dejado ‘El Pollo’ en la Audiencia Nacional, sino por el daño que puede hacer a la marca del partido. Por eso, explican estas fuentes, “es importante que el caso se haya reabierto y que se investigue”.
Las pruebas de ‘El Pollo’ que apuntarían a esa financiación ilegal de Podemos están en la Audiencia
Lo cierto es que las pruebas de ‘El Pollo’ que apuntarían a esa financiación ilegal de Podemos están en la Audiencia. Se trata de papeles que certificarían un desembolso de siete millones de dólares autorizado por Hugo Chávez en 2008 a la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), ligada a Pablo Iglesias y a Juan Carlos Monedero. Y otro de 142.000 dólares, autorizado por Nicolás Maduro, a Carolina Bescansa, Jorge Lago y Ariel Jerez.
Podemos da relevancia a que la Audiencia hiciera efectiva este miércoles la entrega de Carvajal a Estados Unidos, antes de que se siente el próximo miércoles ante el juez Manuel García Castellón tras la reapertura de la pieza sobre la financiación irregular de la formación que se archivó en 2016 por falta de pruebas.
Daños a la marca
Los morados consultados reconocen que las acusaciones que se han hecho contra ellos dejan un poso difícil de borrar. En parte, que las siglas de Podemos se diluyan en la coalición electoral que está tejiendo la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, obedece a un intento de superar los efectos perniciosos de los embrollos judiciales del partido que han salpicado varios de sus dirigentes.
“Su comparecencia está en el aire”, explica el partido. Y es cierto. La decisión de la Sala Segunda de la Audiencia de extraditar a Carvajal termina con la vía penal. Solo el recurso por la vía administrativa para solicitar medidas cautelarísimas puede evitar que se suba al avión que le sacará de España y hacer que su cita con el juez no se cancele.
El problema es que pese a que la letrada de ‘El Pollo’, María Dolores de Argüelles, ha presentado ese recurso, la Audiencia Nacional sostiene que no "ha lugar" a que declare pues, entiende, se trata de una "estrategia dilatoria". De manera que la cita de Carvajal con la Justicia se complica.
De Argüelles anunció en su momento que agotaría todas las vías posibles para evitar la extradición de su cliente a Estados Unidos, donde denuncia que no tendrá un juicio justo. De modo que la salida de España de Carvajal, a manos de la Unidad Policial de Cooperación Internacional, es inminente, lo que dificulta su comparecencia.
La Audiencia dice que no ha lugar su comparecencia por entender que es una estrategia dilatoria
Estados Unidos reclama a 'El Pollo' por delitos de narcotráfico y organización criminal, aunque él defiende que el interés estadounidense en sentarle en el banquillo obedece solo a cuestiones políticas. Por eso pidió el asilo que el Ministerio Interior le denegó hace dos años y que le volvió a notificar este martes.
Carvajal decidió comparecer ante el juez el pasado 20 de septiembre en el marco de una causa abierta desde hace dos años por terrorismo internacional y fue ahí cuando aportó información sobre la financiación ilegal de Podemos.
Tras esa declaración, la Audiencia recibió las pruebas que remitió la defensa de 'El Pollo' y que convencieron a la Justicia de la validez de su testimonio y de que era necesario reabrir la causa. Mientras, Podemos espera el devenir de los acontecimientos, convencido de que este nuevo capítulo es la "enésima telenovela venezolana", como ironizó este mates el portavoz morado en el Congreso, Pablo Echenique.
