El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) que ha encumbrado a Podemos como primera fuerza en voto directo (sin la denominada "cocina") esconde en sus tripas otros datos de especial relevancia. ¿De dónde procede el voto que iría a Podemos si se celebraran ahora elecciones generales en España? La respuesta a esta pregunta, que sobrevuela los cuarteles generales de los principales partidos, desmonta una de las teorías que iba cobrando fuerza en los últimos meses. Y es que, con los resultados del CIS en la mano, el PSOE de Pedro Sánchez no está entre las dos formaciones que más acusan en su electorado el tirón de Podemos (sí lo estaba en el sondeo del pasado julio). En concreto, las siglas que mayormente sufren en sus propias carnes el fenómeno que lidera Pablo Iglesias son, una vez más, las de IU-ICV. Sin embargo, en segundo lugar, como novedad, aparecen las de Unión, Progreso y Democracia (UPyD).
Los analistas no se detienen tanto en el dato de intención de voto (estimación que hace el CIS para las elecciones de 2015), sino en el voto directo (el de mañana mismo) y en las simpatías que despierta el partido de turno entre los indecisos. La tabla que combina esta variables, y que por primera vez coloca a Podemos en cabeza, otorga a la formación de Iglesias un 19,3%, quedando así por delante de PSOE (18,1%) y PP (14,6%). En función del recuerdo de voto en las generales de 2011, el grueso de quienes se decantan ahora por Podemos confiaron entonces en Izquierda Unida-ICV (el 45,6%), UPyD (28,8%) y PSOE (24,7%). En cambio, el votante del PP es el que menos emigra hacia la nueva formación, que sólo atrae a un 6,1% de quienes apostaron por el partido del Gobierno en los comicios del 20-N.
El votante del PP es el que menos emigra hacia Podemos, que sólo atrae a un 6,1% de quienes apostaron por el partido del Gobierno en los comicios del 20-N
Asimismo, cabe destacar cómo Podemos consigue seducir al voto del descontento, esto es, al voto nulo (mal realizado o papeleta con tachaduras), en un 40,9%; a los que no tenía edad para votar (19,7%), al voto en blanco (23,5%) o a los abstencionistas (17,7%). Todos estos perfiles han aumentado considerablemente con respecto al anterior CIS, el correspondiente al mes de julio. En esa encuesta de hace tres meses, Podemos convencía a un 7,0% del voto en blanco en las últimas generales. Ahora, tras los escándalos de corrupción y la crisis del bipartidismo, la organización de Iglesias llega hasta el citado 23,5% de voto de castigo.
En intención de voto, el auge de Podemos frente al bipartidismo, el desplome de IU-ICV (la coalición pierde la mitad de apoyo) y la caída de UPyD (el partido de Rosa Díez baja del 5,9% al 4,1%) llevan irremediablemente a plantear una cuestión: ¿Qué siglas están llamadas a liderar la regeneración democrática de la vida política? Si bien la formación magenta ha hecho gala durante los últimos años de abanderar esta batalla, la entrada en escena de un nuevo actor, la plataforma del círculo, ha alterado todos los esquemas.
En la lista de valoración de líderes, Rosa Díez ya no figura como antaño entre los tres primeros puestos, siendo aventajada en el último CIS -su nota es 3,63- por la diputada Uxue Barcos, de Nafarroa Bai (4,12), el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez (3,85) y el portavoz de ERC, Alfred Bosch (3,75). Ni Pablo Iglesias ni Albert Rivera, presidente de Ciudadanos (C's), han sido incluidos en la encuesta porque todavía no ocupan escaño en el Congreso de los Diputados.
Según refleja el sondeo del CIS en la pregunta de "voto más simpatía", el 43,8% de quienes votaron a UPyD en las generales de 2011 se mantiene fiel al partido de Rosa Díez. No ocurre lo mismo con el tercio que se pasa a Podemos (28,8%) ni con el 6,8% que apostaría ahora por Ciudadanos. El partido de Albert Rivera bebe principalmente del votante magenta de 2011 y de los que depositaron su confianza en el PP. En la tabla de estimación de voto, C's obtiene un 2,1% de los apoyos, más del doble que en el estudio de julio.
La opción preferida para empresarios y altos ejecutivos
El barómetro hecho público ayer también certifica que Podemos rompe los estereotipos. De tal manera que es la opción favorita en voto directo entre los "empresarios con asalariados, altos funcionarios, altos ejecutivos y profesionales por cuenta propia". Con un 20%, el partido de Pablo Iglesias rompe así el empate que registró con el PP en el sondeo anterior, donde ambas fuerzas acaparaban el apoyo del 17,5%. Asimismo, Podemos triunfa en el grupo de los "cuadros medios" de la función pública y "profesionales y técnicos por cuenta ajena" (21,9%). No obstante, en el colectivo que más ha penetrado la nueva formación es el de "capataces y obreros cualificados no agrarios" (25,5%).
De igual modo, la organización del círculo es la más elegida por parados y estudiantes si tuvieran que votar mañana. En ambos casos, Podemos registra aquí un aumento de respaldo con respecto al estudio de julio. En cambio, es superado por el PSOE entre los agricultores y los pensionistas.