España

Podemos victimiza a Irene Montero con el 'sí es sí' para auparla frente a Yolanda Díaz

El espacio que encabeza la vicepresidenta segunda es una bomba de relojería. La también ministra de Trabajo no puede doblar el pulso a los morados y sufre un problema de liderazgo

  • La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz (i), y la ministra de Igualdad, Irene Montero (d), -

En política hay que tener plan a, plan b y hasta plan c, porque las probabilidades de que nada ocurra como piensas son muy elevadas. En Podemos han dado muchas vueltas a la posibilidad de que lo suyo con Yolanda Díaz -el plan a- no funcione de cara a las elecciones generales. De manera que el plan b tiene nombre y apellidos: Irene Montero. La ministra de Igualdad lleva dos meses siendo aupada por los suyos como candidatable con el 'sí es sí' por bandera. Todo empezó en el Congreso, durante el debate de Presupuestos en noviembre, cuando una diputada de Vox atacó a la número dos morada al asegurar que su "único mérito" ha sido "estudiar en profundidad a Pablo Iglesias".

Aquel fue el pistoletazo de salida de la campaña como hipotética candidata de Montero, porque la reacción fue un gran acto para que la parroquia morada la arropara. Ahora, el lío del 'sí es sí' la vuelve a situar como la gran referente de Podemos. Sus enganchones con el PSOE le han quitado el foco a Yolanda Díaz, la cabecilla del espacio en Moncloa. La vicepresidenta segunda, como lamentan fuentes gubernamentales socialistas, sufre un problema de liderazgo. Su posición es muy difícil, porque no tiene capacidad para imponerse dentro de Podemos, donde manda un núcleo reducido del que forman parte, además de Montero, Ione Belarra, Pablo Echenique y Lilith Verstrynge, bajo la supervisión del exjefe Pablo Iglesias.

En el equipo electoral de Sumar molesta mucho la influencia de Pablo Iglesias, porque le consideran un estorbo para la reconfiguración de la izquierda a la izquierda del PSOE. El razonamiento que hacen es que si ahora el exlíder morado vive de análisis políticos en medios y en su pódcast, que se dedique a ellos y a no a la política pura y dura en actos de partido que, además, cierra como si aún fuera el máximo dirigente. Es más, le llegan a desafiar: "Si se dedica a la política, que vuelva".

El lamento del equipo de Díaz: "No marcamos la agenda"

Como ya contó este diario, la vicepresidenta segunda es la gran damnificada de la guerra abierta entre el PSOE y Podemos por la ley del 'sí es sí', porque el "ruido" le impide conseguir la notoriedad que necesita para Sumar. Las fuentes consultadas en su entorno no ocultan su pesar ante la imposibilidad de llevar sus mensajes y sus logros al público: "No marcamos la agenda", lamenta una persona que trabaja a diario con la ministra de Trabajo. Los de Ione Belarra están reventando la estrategia electoral de su lideresa en Moncloa, que no ha podido sacar rédito de la última subida del Salario Mínimo Interprofesional por culpa de los cañonazos de Igualdad a Ferraz.

Pero Yolanda Díaz enfrenta otro gran problema: no se quiere posicionar abiertamente sobre el cambio en la ley de Montero. En los últimos días ha esquivado a la prensa que quería preguntarle sobre el asunto. Este miércoles reeditó su mantra para no salirse de su papel de cuidadora de la coalición: "Vuelvo a decir que nunca debimos haber llegado hasta aquí, y le pediría a todo el mundo que sea responsable".

Lo cierto es que su voto en la toma en consideración de la proposición del PSOE fue el mismo que el del resto de Podemos. Aunque en el PSOE no la ven con la misma opinión que Montero y apuntan a que tanto ella, como el PCE como los 'comunes' no querían entrar en la guerra con Ferraz. Por eso, lamentan su posición de "debilidad". "Podemos le está ganando los pulsos", sintetiza una destacada dirigente socialista.

Si la coalición acaba mal... ¿Qué va a ofrecer Yolanda [Díaz] a los ciudadanos? 

Montero, cuestionada por su ley estrella ha estado sometida a una enorme presión. Desde la judicatura hasta su propio socio de Gobierno, pasando por la oposición. Una gran mayoría puso en entredicho la redacción de la norma tras la rebaja de penas a los condenados por abuso sexual. Un "efecto indeseado" de una "buena ley", según Moncloa, que ha manchado el currículum político de la ministra de Igualdad. En Podemos echaron la culpa al Ministerio de Justicia. La situación política de Montero es controvertida. El PSOE va a cambiar la ley sí o sí. Y no esperan que en el trámite parlamentario, los morados lleguen a un acuerdo. La decisión está tomada. Este año es un año electoral; toca diferenciarse del socio mayor y, si puede ser con una bandera ideológica, mejor que mejor.

La vicepresidenta basa la necesidad de su proyecto en que es la llave para que la coalición progresista que gobierna España siga en Moncloa cuatro años más. Y ese es el motivo por el que, según su equipo, trabajó entre bambalinas para intentar desinflamar el conflicto, aunque no ha podido. "Si la coalición acaba mal... ¿Qué va a ofrecer Yolanda [Díaz] a los ciudadanos? ¿Otra coalición con los mismos problemas y rencillas de esta legislatura? Eso no se puede vender al electorado progresista", arguye una fuente que conoce bien a la ministra de Trabajo. Yolanda Díaz sigue de perfil, pero está atrapada en un laberinto del que tiene muy difícil salir. Por mucho que según fuentes próximas a ella, su equidistancia sea la clave de su éxito. Al menos, en las encuestas, a las que refieren en su entorno para venderla como auténtica ganadora del choque por el 'sí es sí'.

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