Los policías nacionales destinados en el aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez denuncian la "falta de coordinación" para atender a los viajeros que a diario aterrizan en la capital. Creen que la información que les brinda AENA sobre el número de pasajeros es "insuficiente" -lo que dificulta sus dispositivos de seguridad- y que no hay un "protocolo claro" de actuación ante infectados o asintomáticos. El tránsito de viajeros hace que las instalaciones se conviertan en uno de los puntos críticos en la lucha contra el coronavirus y la Comunidad de Madrid estima que en un mes se han detectado 32 casos positivos en las dependencias de la capital.
Según fuentes policiales consultadas por Vozpópuli, los mandos de la Policía Nacional en Barajas han trasladado ese malestar a AENA en las diferentes reuniones de coordinación que mantienen. En concreto, exigen “datos reales” sobre el número de pasajeros que el aeropuerto tiene previsto recibir cada día, y no del número de vuelos que aterrizan en pistas. Consideran que el primer dato permite establecer dispositivos más certeros, con las pertinentes medidas de seguridad sanitaria.
Con un funcionamiento al 100%, la Policía mantiene entre 700 y 850 funcionarios en las terminales del aeropuerto de Madrid que han sido reabiertas. Ahora el número se ha reducido aproximadamente a 300. “Esa cifra puede ser insuficiente o excesiva, según cada caso; no saber cuántos pasajeros van en cada avión dificulta establecer un dispositivo adecuado”, señalan las mismas fuentes.
Juan Luis Torrijos, secretario general en Madrid del Sindicato Unificado de Policía (SUP), lamenta la “falta de claridad” de los datos facilitados por AENA: “La Policía de Barajas necesita saber la cifra, al menos aproximada, de viajeros que aterrizarán cada día. Con las estadísticas de vuelos es difícil establecer un dispositivo adecuado”. “Echamos de menos que la Dirección General de la Policía no pida a AENA y al Ministerio de Sanidad unas líneas de actuación más claras sobre cómo intervenir en el aeropuerto de Barajas”, añade Carlos Prieto Conesa, secretario de riesgos laborales del mismo sindicato.
Las medidas son "insuficientes"
Los agentes también denuncian que no hay un protocolo claro de actuación en esta demarcación. El riesgo de salud pública es uno de los motivos por los que la Policía puede denegar la entrada de un viajero, y los policías consideran que no hay “instrucciones claras y coordinadas” sobre cómo actuar frente a cada caso.
Apuntan a que las medidas establecidas por Sanidad –toma de temperatura, recogida de datos y seguimiento posterior por teléfono de los viajeros- son “insuficientes”. La medición de la temperatura es ineficaz en los asintomáticos y los pasajeros aseguran que el seguimiento es inexistente: "No me han llamado ni una vez en 14 días", señalaron a este diario.
Según la Comunidad de Madrid, desde el 11 de mayo y hasta el 11 de junio se detectaron 32 casos positivos de coronavirus de viajeros procedentes de “zonas de riesgo”. Cinco de ellas requirieron hospitalización.
Los problemas en Barajas
La gestión sanitaria en el aeropuerto de Barajas desencadena fuertes fricciones entre la Comunidad de Madrid y el Gobierno de Pedro Sánchez. La presidenta Isabel Díaz Ayuso asegura que no hay coordinación suficiente con el Ministerio de Sanidad y el vicepresidente Ignacio Aguado cree que el dispositivo establecido "va a propiciar que volvamos a febrero".
No es verdad que exista un plan para Barajas. Si no queremos que la historia con el COVID19 se repita, el Gobierno de España y la Comunidad de Madrid tienen que trabajar juntas.#PlenoAsamblea pic.twitter.com/TlHQU7mdEY
— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) June 18, 2020
El aeropuerto de Barajas ha sido uno de los principales puntos conflictivos para la Policía desde que comenzara la crisis del coronavirus. José Antonio Nieto González, responsable de la Policía Nacional en materia de prevención en riesgos laborales, redactó una instrucción el pasado mes de enero en la que instaba a los agentes a extremar las medidas de precaución: evitar aglomeraciones, lavarse las manos, cubrirse la boca al estornudar o toser, y a usar guantes de nitrilo de un solo uso y mascarillas al tratar con pasajeros procedentes de China y de otras zonas afectadas por el virus. Dicha instrucción saltó a los medios de comunicación el 24 de enero. Nieto, a quien apenas le faltaban unos meses para alcanzar la jubilación, fue cesado de su cargo tras la filtración de su informe.