El asalto al coche de María José Álvarez, presidenta de Eulen, apenas duró un minuto. Una banda la tendió una emboscada en el barrio de Valdemarín. No se esperaban que su escolta sacara un arma y disparara tres veces al aire. Fue un toque de aviso que desbarató el plan de la organización criminal que buscaba robar el coche que conducían un Mercedes-AMG SL 55, valorado en más de 184.000 euros.
La Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía Nacional de Madrid se ha hecho cargo de las diligencias. Los agentes tuvieron la agenda cargada este martes. En primer lugar tomaron declaración a la presidenta de Eulen que acudió a testificar en la sede de la Avenida del Doctor Federico Rubio y Galí.
Después, fue el turno del escolta que certificó punto por punto lo que ya manifestó la madrugada del lunes cuando llamó al 091 a las 1.50 horas. Por su parte, los agentes de Policía Científica analizaron el coche en el que viajaban las dos víctimas de este asalto que aún sigue rodeado de misterio. Ese vehículo se encontraba ayer en dependencias policiales.
Buscaban el coche o dinero
Con la información recogida por el momento, los agentes de la Policía Nacional creen que la principal motivación de este suceso es una tentativa de robo con violencia, según informan a Vozpópuli fuentes de la investigación. No obstante, las diligencias siguen abiertas y los agentes siguen realizando acopio de información.
Las fuentes consultadas apuntan que este robo no fue totalmente planificado, sino un poco "chapucero", ya que desconocían las medidas de seguridad privadas con las que contaba la empresaria. El asalto se produjo cerca de la casa de la presidenta con la intención de apoderarse del coche, de las joyas o del dinero de la presidenta de Eulen. "Puede que les siguieran desde Madrid y decidieran actuar en ese entorno cerrado", explican.
El vehículo que conducían es un Mercedes-AMG SL 55, un nuevo deportivo descapotable de los más cotizados del mercado que tiene un valor de 184.850 euros. Es capaz de alcanzar los 295 kilómetros por hora. Un coche con el que se podrían obtener grandes beneficios con su venta en el mercado negro.
Pistolas simuladas
Esta banda podría haber intentado ejecutar el asalto encañonado a las víctimas con armas simuladas pero al ver que el escolta disparó al aire huyeron por temor. Esa es una de las sospechas de los investigadores al ver su rápida huida al presenciar las detonaciones. Se da la circunstancia de que la zona donde se encontraban es de fácil fuga por estar cerca de la M-40 y la A-6. Se puede llegar en breves minutos a los diferentes puntos de Madrid.
Uno de los coches usados para la emboscada es un Renault Megane Scénic, ese es el vehículo que les cortó el paso por delante. Las víctimas no pudieron identificar el coche que les cerró la parte trasera. Solo pudieron manifestar ayer a los investigadores que su color era gris.
El escolta de la empresaria también realizó una maniobra brusca y el vehículo impactó contra una farola.
Los servicios sanitarios atendieron a la mujer del fuerte choque que sufrió en el costado derecho y por crisis de ansiedad, en tanto que el hombre no sufrió ninguna lesión.
Cámaras de tráfico para seguir el recorrido
Los agentes creen que al menos cinco personas participaron en el asalto, todas ellas encapuchadas para evitar su identificación. "No va a ser sencillo, hay que canalizar mucha información", advierten estas fuentes. Aparte de tomar testimonio a las víctimas, los agentes están revisando las cámaras de seguridad de tráfico de la zona. También reconstruyen el recorrido que hizo la presidenta de Eulen hasta ese punto para ver si fueron seguidos y vigilados por los presuntos ladrones.
Aunque el robo con violencia es la principal hipótesis que manejan los investigadores todas las opciones permanecen abiertas. Según las fuentes consultadas por Vozpópuli, la actuación del escolta fue clave para evitar males mayores. Los disparos al aire depusieron rápidamente la actitud de los asaltantes.
Más de 1.600 millones de ventas al año
El Grupo Eulen es una compañía familiar con un capital 100% español, líder en el sector del diseño de servicios a empresas. La actividad de la entidad, fundada en 1962 por David Álvarez, está especializada en los servicios de limpieza, seguridad privada, servicios auxiliares (logísticos, generales y telemarketing), FSM, servicios sociosanitarios, mantenimiento, trabajo temporal y medio ambiente.
Según el último anuario publicado en 2020, cuenta con presencia en mercados de todo el mundo, tanto en oferta como en demanda de servicios. La compañía, a la cabeza de la cual se encuentra su actual Presidenta Ejecutiva, María José Álvarez Mezquíriz, obtiene unas ventas anuales superiores a los 1.600 millones de euros.
Guerra familiar
María José Álvarez ha librado desde hace años una guerra judicial contra sus hermanos por control de Eulen. Esta batalla se remonta al año 2009 cuando varios de los hijos del fundador intentaron arrebatarle el mando de la compañía. Sin embargo, en 2013, David Álvarez creó una sociedad junto a la ahora presidenta para tener el 60% de la participación de Eulen.
La clave de todo este enfrentamiento se produjo en 2015 cuando murió el fundador y María José se quedó con el control de la empresa. No tuvo el respaldo del resto de los cinco hermanos que denunciaron esta decisión y la albacea que le otorgaba el control.
La solución del conflicto llegó en 2017 cuando se formalizó en una notaría la participación de la herencia del fundador y las operaciones particionales otorgadas por el contador-partidor. La actual presidenta cuenta con el 95,32% de la sociedad Daval Control, que tiene el 59,14% de Eulen.
