La labor policial requiere plenas aptitudes físicas para llevar a cabo las intervenciones de manera óptima. Los agentes pasar pruebas para acceder al cuerpo para demostrar su movilidad y su capacidad de reacción. Sin embargo, un policía local de Las Palmas de Gran Canaria ha sido fotografiado de servicio con el brazo vendado.
Según los compañeros del agente, éste sufre una bursitis que le pinza el nervio y le genera dolor. Sin embargo, tal y como relata el diario Canarias7.es, desde el Ayuntamiento afirman que "su dolencia es un quiste que no afecta a su movilidad ni le incapacita".
#GranCanaria / De patrulla con el brazo vendado. https://t.co/3Q0TiEkZ46
— Canarias7 (@canarias7) August 4, 2016
El asunto ha levantado polémica, porque las capacidades del agente pueden verse mermadas en una situación de peligro. Los funcionarios públicos pueden pedir la baja médica sin que esto repercuta en su salario en más de 300 dolencias. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando la patología no está en esa lista? Pues que el sueldo se ve sustancialmente mermado.
El caso del agente fotografiado no es algo insólito, sino que otro compañero ejercía sus funciones con un esguince de tobillo
Según el medio canario, otros policías indican que el caso del agente fotografiado no es algo insólito, sino que otro compañero ejercía sus funciones con un esguince de tobillo. Como es habitual en los cuerpos policiales, los sindicatos lamentan la insuficiente dotación con la que cuentan ante el nivel de alerta terrorista en el que se encuentra nuestro país.