José Luis Ábalos ya es un outsider en el Congreso de los Diputados. Atrapado en mitad de una tormenta política desatada por los tejemanejes de quien fuera el más fiel de sus asesores, Koldo García Izaguirre, el exministro de Transportes ha emprendido una huida hacia adelante haciendo oídos sordos a las indicaciones de su partido. Ábalos abandona el Grupo Parlamentario Socialista, pero no el Congreso. Ábalos se pasa al Grupo Mixto y rompe con la Comisión Ejecutiva Federal de su partido que, este lunes, "por responsabilidad", le había pedido su acta como diputado. Ábalos es un nuevo quebradero de cabeza para el PSOE, que pierde, además, un diputado en una legislatura donde la aritmética parlamentaria es endiablada. Los socialistas tardaron escasos minutos en anunciar que lo suspendía de militancia "para salvaguardar la imagen del partido".
"Voy a defender mi honor hasta las últimas consecuencias", ha avisado el exministro en una comparecencia de máxima expectación. "No puedo acabar mi trayectoria política como un corrupto cuando soy inocente", ha zanjado quien fuera mano derecha del secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ahora repudiado por su partido. "Pretenden echarme a la calle por la puerta de atrás", ha lamentado un hombre cosido por las sospechas de una trama tejida desde el corazón del departamento que dirigió entre 2018 y 2021.
El exministro no dimite porque "se interpretaría como un signo de debilidad". Una concesión a una derecha política que emprendería "una cacería" que no acabaría con él. "Rendir un tributo a la derecha como creo que hace la dirección política de mi partido no va a impedir que la derecha siga con la cacería", ha argumentado.
Ábalos quiere evitar un gesto que "sólo provocaría una estigmatización". "Sé lo que es un apestado", ha dicho, y se niega a convertirse en uno.
El político valenciano utilizará su posición en el Congreso para defenderse. "Preciso de una tribuna pública, como esta", ha reconocido, golpeando levemente el atril. "Os quiero anunciar que, ante la necesidad de defenderme, restituir mi honor como diputado y como persona, he decidido pasar al Grupo Mixto del Congreso de los Diputados", ha anunciado visiblemente emocionado. "Me gustaría estar siendo respaldado por la dirección de mi partido", se ha lamentado Ábalos.
El secretario de Organización del PSOE ha desplegado una defensa numantina de su inocencia y ha recordado su hoja de servicios a Sánchez. Desde la "conformación del Gobierno progresista" tras la moción de censura, en 2018, hasta su contribución para "cohesionar a la militancia en un tiempo político muy complejo" tras las primarias de 2017. Pero Ábalos se siente "privado" de tribuna en su partido. Eso sí, dice haber "hecho caso" a quienes "aún me quieren" para tomar la "decisión más importante" de su vida política.
Koldo, ese "colaborador decepcionante"
Las reminiscencias del "no voy a dimitir" que Luis Rubiales lanzó el último verano flotaban en el ambiente. "Estamos jodidos", reconocía, minutos antes, un miembro de peso de la bancada socialista a un nutrido grupo de periodistas. El PSOE envió un burofax a Ábalos anoche. "¿Lo ves en el Grupo Mixto?", le lanzaba una periodista. "Yo ya no veo nada", contestó lacónico.
El nombre de Koldo García Izaguirre no fue nombrado por Ábalos, pero fue en él donde descargó todas las culpas. "El problema está, efectivamente, en la posibilidad de un presunto enriquecimiento ilícito de un colaborador que formó parte de mi gabinete mientras yo fui ministro", ha focalizado sobre algo que considera "decepcionante" y "repudiable". "Ni formo parte de la investigación en curso, ni tampoco he tenido ningún enriquecimiento ilícito, y no será porque no se me haya investigado", se ha defendido.
Ábalos cruzó el largo túnel que conduce a la sala de prensa del Congreso sólo. Nadie acompañaba a quien fuera muñidor de las intrigas del primer sanchismo, un hombre a quien acercarse para prosperar políticamente. Ahora es un llanero solitario que se enfrenta a una "cancelación civil" que lo amenaza, también, desde sus propias filas. "No tengo a nadie detrás... Ni al lado". Enfrente sonaba el crepitar de los flashes.
Antipopulista
Con lo que sabe Ábalos de los chanchullos del au.tócrata con la asesina Delcy y la de ba.sura Sanchista que debe saber a este no lo van a hacer dejar el acta. Ojalá se canse de los desprecios de su PSOE y nos cuente todo lo que sabe. Se te acumula la mier.da, au.tócrata.
Ulyses
Y de continuar aforado ya ni hablamos.
Urenga
Me parto, tras devanarme los sesos intentando averiguar la causa del problema, he tenido que meter un guion en medio de ampo-lla para que el mensaje anterior no acabe en el agujero negro del sistema censor de VP, que desde luego mucha inteligencia artificial no demuestra.
Urenga
"Enfrente sonaba el crepitar de los flashes" Como figura poética está muy bien, pero realmente lo que sonaba hasta exasperar al propio Ábalos eran las sacudidas mecánicas de los espejos de las cámaras réflex de los reporteros. Que digo yo que con sacar 3 o 4 fotos de un acto así deberían tener bastante, pero mira que son pesados. Los flashes antiguos necesitaban cargar un condensador de alta tensión para luego descargarlo de golpe generando un arco eléctrico o la volatilización de virutas de material metálico en una ampo-lla, y esa carga se hacía con un circuito oscilador que sonaba como un pito agudo de frecuencia creciente. Hoy día son distintos.
JohnGalt
"No puedo acabar mi trayectoria política como un corrupto..." Y no lo hará. Ya se encargarán Sánchez y el PSOE de retorcer la realidad, la legalidad, el lenguaje, el sentido común, la decencia y lo que haga falta para acabar considerando el comportamiento de Ábalos como ejemplar en vez de corrupto, legal en vez de ilegal, moral en vez de amoral y un servicio a la democracia. Ya lo hicieron con los terroristas de ETA y con los golpistas catalanes.
Urenga
"Enfrente sonaba el crepitar de los flashes" Como figura poética está muy bien, pero realmente lo que sonaba hasta exasperar al propio Ábalos eran las sacudidas mecánicas de los espejos de las cámaras réflex de los reporteros. Que digo yo que con sacar 3 o 4 fotos de un acto así deberían tener bastante, pero mira que son pesados. Los flashes antiguos necesitaban cargar un condensador de alta tensión para luego descargarlo de golpe generando un arco eléctrico o la volatilización de virutas de material metálico en una ampolla, y esa carga se hacía con un circuito oscilador que sonaba como un pito agudo de frecuencia creciente. Hoy día son distintos.
jgarejula2
Para no acabar como un corrupto, lo mejor es no unirse a otros y, sobre todo, no empezar esa carrera como tal. Troppo tardi, Comandante Ábalos.
marqueslinchado
La metáfora del socialismo español de todos los tiempos: nunca pueden acabar como empezaron.
parlando
"- ¿Dimites? - No es no."
Procusto
Tanto presumir de veteranía en política y no sabe de qué va. Willy Brandt, canciller alemán del SPD (que tanto ayudó al PSOE en su implantación) tuvo que dimitir cuando se descubrió que uno de sus asistentes era un espía comunista. En política no vale lo de ‘yo no he sido’.
gwy
O sea, que mientras siga siendo corrupto, va a seguir su vida política.¿Es eso?
Angel Rojo
Mientras no esté imputado, Ábalos no tiene por qué entregar su acta de diputado. Si algún día lo está, entonces debería ser la justicia quien lo inhabilite sin esperar a que él tenga o no a bien entregar su acta. El PSOE le pide la dimisión para separarlo del PSOE y evitar así que el caso Koldo salpique a Cerdán y a Sánchez. Sánchez tampoco está imputado y eso me lleva a Rajoy, que tampoco lo estuvo en la trama Gürtel, por la que el dúo Sánchez-Ábalos le montaron una moción de censura. Si tenemos en cuenta que aquella trama fue anterior a la presidencia de Rajoy y que el Koldogate no sólo ocurre bajo la presidencia de Sánchez sino que la han provocado miembros de su máxima confianza y círculo más intimo durante su mandato, ¿piensa Sánchez que, tal y como él mismo le exigía a Rajoy, hoy él debería dimitir?