A Santiago Abascal le tocó llegar al debate electoral del 10-N el primero. Lo hizo a las 20.30 horas de la tarde, puntual, y, a diferencia del resto de candidatos, apareció sin corbata. Le esperaba el atril del centro. Rivera atacó a Casado. Casado cargó contra Sánchez. Sánchez apretó las tuercas a Iglesias y este se la devolvió. El líder de Vox parecía no estar en el centro de la diana de ninguno de sus adversarios políticos. Al menos en un principio.
Aprovechó entonces para lanzar dardos contra el "consenso progre", pero sobre todo, utilizó sus primeras intervenciones para dirigirse a cámara con un tono pausado y repetir una y otra vez las ideas de su programa. Defensa de la unidad de España, ilegalizar a los partidos separatistas, reducir el gasto político, bajar impuestos, combatir la inmigración ilegal, fulminar las autonomías... ¿El objetivo? Desmarcarse de los demás.
"Todos los partidos comparten las mismas políticas migratorias, de ideología de género, de memoria histórica y de defensa ciega de las autonomías... Menos Vox", incidió Abascal. Según el dirigente de Vox, no tiene sentido hablar del día después de las elecciones si el Gobierno no garantiza que se pueda votar en Cataluña en condiciones de normalidad.
"En Cataluña ha habido un golpe de Estado permanente, que comenzó en los tiempos de Pujol y sigue con Torra. El 155, que se aplicó tarde y descafeinado, no sirvió ni para intervenir TV3", criticó. "Eso es lo que tenemos que denunciar y denunciar a los partidos nacionales que han regalado impunidad a los golpistas", insistió.
"Muchos españoles piensan que el Estado de las Autonomías ha fracasado y ha castigado a las regiones que eran más leales a España con menos infraestructuras y peores servicios, premiando a los que presionan y son desleales", ha apuntado durante el bloque dedicado a la cohesión social.
Ilegalizar partidos golpistas
Lo primero que haría Vox, dijo, sería suspender la autonomía de Cataluña, ilegalizar a los partidos golpistas y poner a Torra a disposición judicial. "Esto es actuar con proporcionalidad frente a la gravedad de lo que está pasando", defendió.
Después de cargar contra Sánchez por no permitir a la Guardia Civil que apoyase a la Policía y los Mossos durante los disturbios de Barcelona para después ir a la Ciudad Condal protegido con un subfusil, Abascal aseguró que es "hilarante y bastante ofensivo que el candidato socialista proponga ahora de que se penalice la convocatoria ilegal de referéndum".
Llegó el bloque sobre Economía y con él los primeros ataques contra Abascal. Este recordó la necesidad de recortar un Estado mastodóntico para dejar de despilfarrar el dinero de todos los españoles y evitar el expolio fiscal que quiere imponer, otra vez, el consenso progre.
"Aquí hay dos señores que dicen que van a bajar impuestos y nos nos dicen dónde van a recortar el gasto. Ustedes han decidido que es más importante sostener las Autonomías en lugar de fortalecer las pensiones y el empleo", acusó. Además, echó mano de una frase de Ramiro Ledesma, uno de los fundadores de las JONS y figura clava en la articulación de la Falange española.
Fue entonces cuando Rivera cargó contra el líder de Vox. "Abascal habla de suprimir chiringuitos, pero vivió cuatro años de uno en el que cobraba 80.000 euros al año", le lanzó el dirigente de Ciudadanos para acto seguido pedirle "coherencia".
"Yo me fui de un partido con mayoría absoluta para trabajar en una nueva aventura política que representa a los españoles que saben que las autonomías nos arruinan", apuntó el líder de Vox. Sin embargo, este no fue el único rifirrafe con Rivera.
Rifirrafe con Rivera
El líder de la formación naranja se sacó de la manga la fotografía de Santiago Abascal junto al líder de la Liga Matteo Salvini. A su vez mostró al político italiano abrazando una estelada. Rivera le echó en cara el apoyo de Salvini a su partido y al independentismo catalán, pero el líder de Vox respondió rápidamente con el único papel que traía: el mismo tuit con el que respondió a Salvini en su momento y en el que le decía "mete tus narices en los asuntos italianos". A continuación, reprochó a Rivera no haber hecho lo mismo con Macron.
Abascal ha reprochado a Sánchez que, en lugar de traer a España la concordia y la reparación de las víctimas, se haya dedicado a reabrir viejos odios
Un sereno Abascal también se han enzarzado con Sánchez e Iglesias a cuenta de la exhumación de Franco y la Guerra Civil. El choque de los candidatos de izquierda con el candidato de extrema derecha ha comenzado cuando éste último ha señalado que con la propuesta de Sánchez de incluir en el Código Penal la apología del franquismo va a acabar ilegalizando a Iglesias, que es "el único que se ha proclamado comunista", mientras que el resto no se han mostrado "partidarios de ningún tipo de régimen totalitario".
"Algo, algo tiene usted pinta (de totalitario), señor Abascal", le ha cortado Sánchez, en su primera y de las pocas intervenciones directas hacia al líder de Vox. Abascal ha reprochado a Sánchez que, en lugar de traer a España la concordia y la reparación de las víctimas, se haya dedicado a reabrir viejos odios y dividir con la exhumación de Franco en un momento en el que lo que más necesita el país es la unidad frente a los separatistas.
"La dignidad, la justicia, la reparación y la memoria eso no es abrir heridas, es cerrarlas y hay que dignificar la memoria de las víctimas del franquismo", le ha interrumpido Sánchez. Pero el líder de Vox ha insistido y le ha acusado de "sacar la chistera el conejo del enfrentamiento", lo que le ha advertido que le "va a salir muy mal".
Iglesias y la Guerra Civil
En ese momento, ha pedido la palabra Iglesias para preguntar "¿Qué pensarían en Alemania si alguien dijera que ojalá uno pudiera reivindicar a su abuelo de la SS y otro a su abuelo judío que murió en un campo de concentración".
"Mi abuelo no era de la SS ni de nada que se le pareciera", ha replicado Abascal a Iglesias y le ha advertido de que ni él ni Sánchez le van a dar lecciones de defensa del orden constitucional, de la democracia y de la concordia, porque es el único de los candidatos que "se ha jugado la vida en el País Vasco".
"Yo me jugaba la vida amenazado por ETA en el País Vasco mientras usted iba a las herriko tabernas", le ha espetado al líder de Podemos. Este le ha respondido que "nosotros tenemos en nuestras listas víctimas de ETA que no van dando lecciones de víctima del terrorismo a nadie".
Abascal, prácticamente libre de marca, ha salido vivo e, incluso, reforzado, de su primer debate electoral. "Queremos defender la libertad frente a la dictadura progre que quiere que las mujeres se enfrenten contra los hombres y que los nietos renieguen de sus abuelos", ha enfatizado en su minuto de oro. "Buenas noches y ¡Viva España!", ha zanjado.