"Jamás he recomendado la contratación de nadie mientras fui ministro de España". El exvicepresidente del Gobierno y exministro 'popular' de Fomento Francisco Álvarez-Cascos ha negado casi todo lo preguntado este lunes en el marco del juicio por las adjudicaciones presuntamente irregulares de Aena a empresas de Francisco Correa, cabecilla de la trama Gürtel.
El extitular de Fomento ha asegurado desconocer quién estuvo encargado de los contratos en la compañía y ha insistido en que "todos los procedimientos relacionados con nombramientos pertenecen a la estructura propia de Aena". En concreto, Álvarez-Cascos se ha escudado en el hecho de que "Aena tenía personalidad jurídica propia". Y ha subrayado: "El ministro no tenía capacidad para contratar".
Así, ha insistido en que, en su caso, "la capacidad de propuestas (de contratación en Aena) se limitó a los altos cargos que tenía que nombrar el Consejo de Ministros". En este sentido, ha añadido que su "única responsabilidad fue perfeccionar las formas de contratación, la transparencia y el automatismo" en Aena.
El pasado 9 de enero, dos directivas de Aena testificaron que tras ser nombrado ministro de Fomento Álvarez-Cascos hubo presiones en el ente público para adjudicar contratos a empresas Correa. Este lunes, el exvicepresidente ha asegurado que son insinuaciones falsas. Asimismo, ha asegurado que, tras su salida del Ministerio, no ha mantenido relación con el presunto cabecilla de la trama Gürtel.
La trama, en cifras
En esta causa también están siendo juzgados elexcontable José Luis Izquierdo, el exdirector de Comunicación de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) Ángel López de la Mota y el exsubordinado de este José María Gavari (a quien Álvarez -Cascos ha negado conocer).
La Fiscalía estima que Correa consiguió contratos de Aena por sumas de 2.359.497 euros que le generaron un beneficio de al menos 283.000 euros, así como que Ángel López de la Mota y José María Gavari percibieron 95.363 y 166.316 euros, respectivamente, en efectivo y en especie (viajes y pago de obras).
El pasado diciembre, Correa se negó a declarar en el juicio en el que se enfrenta a 10 años de prisión. Se trata del cuarto juicio al que se enfrenta el cabecilla de la red, que actualmente se encuentra en la cárcel madrileña de Valdemoro y ya ha sido condenado a más de 60 años de prisión en otros juicios de la trama.