Al contrario que a Ciudadanos, cuya marca avanza imparable en todas las encuestas, las siglas de Podemos acusan un serio desgaste. El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) situaba a la formación de izquierdas en cuarta posición y a su líder, Pablo Iglesias, como el peor valorado incluso entre sus propios votantes.
A pesar de ello, el secretario general del partido morado propuso el sábado ante el Consejo Ciudadano Estatal -el máximo órgano entre congresos- que las siglas de la formación figuren "de forma visible" en las candidaturas para las elecciones europeas, autonómicas y municipales de 2019. Habrá excepciones en aquellos lugares donde haya marcas "consolidadas" como en los ayuntamientos de Madrid o Barcelona. Las bases, por su parte, deberán refrendar en cada caso la propuesta de líder estatal.
¿Pueden las siglas moradas lastrar a algunos líderes territoriales? "A mi juicio, la estrategia más sabia en un contexto en el que la marca está tan desgastada es permitir que los propios territorios desarrollen sus propias marcas y sus campañas de manera autónoma", opina el politólogo Pablo Simón. Esta es la pretensión de la líder andaluza Teresa Rodríguez, quien sigue adelante con sus planes para registrar un nuevo partido que aglutine a todas las marcas blancas de Podemos en las municipales andaluzas y evitar así la sopa de siglas de 2015.
"Tengo serias dudas del resultado final. Hay lugares como Madrid, Barcelona, Coruña o Cádiz donde tienen fuerza marcas y personas distintas de Podemos. Pero Podemos es una marca muy potente para otros sitios. Por eso, quizá es buena la solución de decidir según los lugares", reflexiona por su parte el consultor Luis Arroyo.
En este sentido se expresa el sociólogo y ex presidente de la Asociación de Comunicación Política (ACOP), David Redoli, para quien es importante distinguir las particularidades de cada territorio. Sin embargo, también sostiene que "siempre da mucha más seriedad y fiabilidad concurrir con tu marca sin ocultarlo, aunque estés en horas bajas". "Eso da fiabilidad, más allá de la coyuntura", añade.
Iglesias reafirmó el sábado su voluntad de concurrir con sus siglas sin perjuicio de que otros nombres puedan unirse a la candidatura. Los socios principales son Izquierda Unida y los ecologistas de Equo. Actualmente hay abiertas negociaciones con el partido de Alberto Garzón para redefinir los términos de su alianza. La visibilidad de IU es uno de los puntos clave. En la dirección causó cierta sorpresa la premura del líder de Podemos en marcar la línea roja del nombre, cuando semanas atrás había sostenido que era "algo secundario".