España afronta una 'burbuja' de títulos académicos. Las universidades del país ofrecieron el esperpento de 2.854 grados durante el curso 2017-2018. La cifra supone un aumento de la oferta del 19% desde la implantación completa del Plan Bolonia en el curso 2011-12, de acuerdo al informe Grados universitarios: ¿cuántos y cuáles? Análisis de la oferta de estudios de grado en las universidades públicas y privadas españolas del Observatorio del Sistema Universitario.
En octubre de 2017 constaban en el Registro de Universidades, Centros y Títulos hasta 560 nombres distintos de grados, un volumen de nombres que resulta excesivo y, según los autores, Albert Corominas y Vera Sacristán, debería reducirse mediante la planificación y la cooperación de las universidades entre sí y con las administraciones.
Entre las universidades públicas, la Universidad Rey Juan Carlos se lleva la palma en volumen de oferta de títulos
Entre las universidades públicas, la Universidad Rey Juan Carlos se lleva la palma. Los factores multiplicativos de la oferta más altos corresponden a este centro, seguido de la Universidad Pompeu Fabra y, en tercer lugar, la Politécnica de Cataluña y la Autónoma de Barcelona. En el extremo opuesto se sitúa la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
En el caso de las privadas, el estudio excluye las que entonces no existían o no impartían títulos oficiales, y el factor multiplicativo de la oferta más alto corresponde a Aragón, cuya única universidad privada es la San Jorge. Por otro lado, los datos rebelan una cifra muy elevada de grados múltiples: hasta 734 en 2017-2018.
Disparidad entre CCAA
La Rioja, Madrid, Cataluña, Navarra y Cantabria son las cinco comunidades autónomas donde se ha producido un aumento de la oferta de estudios en el conjunto de universidades públicas y privadas que es significativamente superior a la media.
"La política de oferta de grados múltiples debería revisarse críticamente, ya que su elevado número puede ser un indicativo de deficiencias en la configuración de la oferta del primer ciclo universitario", aseguran los catedráticos.
Además, cuestionan que todos los grados que ofrecen las universidades españolas puedan alcanzar los objetivos de formación generalista, capacitación para el ejercicio profesional y empleabilidad a largo plazo de las personas tituladas que pretendía el Plan Bolonia.
Los autores cuestionan que todos los grados que ofrecen las universidades españolas puedan alcanzar la capacitación para el ejercicio profesional
"El sistema no resulta totalmente comprensible en lo que se refiere a los objetivos de formación", señalan. Tampoco parece justificada la existencia de los denominados grados propios y, de acuerdo al informe, introduce un elemento más de confusión que dificulta la comprensibilidad del sistema.
Además, el trabajo permite observar que la implantación de grados en lenguas extranjeras requiere definir mejor qué se busca con ello y asegurarse de que se dispone del personal docente apropiado.
Al tomar la decisión de impartir un grado en inglés o cualquier otra lengua extranjera, la universidad tendría que considerar si busca captar alumnado extranjero, conseguir mayores recursos económicos mediante la captación de alumnado extracomunitario o mejorar el dominio de la lengua inglesa por parte de los estudiantes.