La exvicepresidenta primera del Gobierno Carmen Calvo será la próxima presidenta del Consejo de Estado, según explican fuentes socialistas a Vozpópuli. El presidente, Pedro Sánchez, sufrió el varapalo del Supremo a finales del año pasado al anular el nombramiento de la exministra Magdalena Valerio. Ahora, el presidente intenta situar en el órgano consultivo a Calvo, quien fue su mano derecha en el primer gabinete de coalición con Unidas Podemos. La exvicepresidenta ya ha renunciado a su acta de diputada en el Congreso.

Calvo ya contó en su día, hace casi dos años, que Sánchez le ofreció presidir el Consejo de Estado justo después de que la también exvicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega dimitiera. "Tengo que decir en honor a la verdad que el presidente me ofreció esa posibilidad (…) pero yo le he dicho que me gustaba mi trabajo de diputada", dijo entonces.

El Supremo echó atrás el nombramiento de Valerio por reunir solo uno de los dos requisitos que fija la ley para presidir el órgano, que es el contar con experiencia en asuntos de Estado, pero no el de ser jurista de reconocido prestigio. La decisión del Supremo obligó a Valerio a dejar el cargo y al Gobierno a nombrar a otra persona para la presidencia de la institución. Moncloa prevé que Calvo sí pase el filtro.

Sánchez prosigue con Calvo su modus operandi de colocaciones en instituciones del Estado y grandes embajadas. Todo indica, según las fuentes consultadas, que el expresidente valenciano -el socialista Ximo Puig- será el próximo embajador de España ante la OCDE y seguirá la estela del exministro de Industria Héctor Gómez (embajador de España ante la ONU), del extitular de Cultura Miquel Iceta (embajador de España ante la Unesco) y del ex secretario de Estado de Comunicación Miguel Ángel Oliver (próximo presidente de la Agencia Efe). Todos los cargos, además de apetecibles, están bien remunerados.

Todos estos nombramientos se suman a la ratificación del presidente del CIS, José Félix Tezanos, ampliamente cuestionado por sus colegas por sus sesgos. Su adscripción al PSOE -fue su responsable de análisis electoral- más allá de su capacitación técnica, contamina con la imagen de imparcialidad del centro de estudios.

Carmen Calvo es una de las integrantes del equipo primigenio de Sánchez, aunque salió mal parada del choque entre Adriana Lastra y Santos Cerdán. Y eso que la debacle del 28-M fue, quizá, el último intento de Lastra y compañía por poner en la diana al secretario de Organización del PSOE. Pero Cerdán resistió. Y fue el encargado de hacerse la foto con Carles Puigdemont para desbloquear la investidura.

La salida de Calvo del Gobierno se produjo, de forma totalmente inesperada, en verano de 2021. Ella misma reconoció la pésima relación que mantuvo con el entonces -también fulminado- jefe de gabinete de Sánchez, el gurú de la comunicación política Iván Redondo. Su último servicio en el Consejo de Ministros fue enviar al Congreso el proyecto de ley de la Memoria Democrática. En ese momento, el presente de Calvo paso a ser el de una diputada rasa, aunque llegó a presidir la comisión de Igualdad de esta última legislatura.

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