Los partidos catalanes tienen previsto gastar 10,1 millones de euros en la campaña de las elecciones catalanas que empieza la madrugada del lunes al martes, lo que supone cerca de medio millón de euros más de lo que gastaron en los últimos comicios autonómicos, de 2015.
Según datos facilitados por los partidos, todos incrementan sus partidas menos el PP, que la reduce, y los presupuestos oscilan entre los 430.000 euros (CUP) y los 2,1 millones (Cs); todos ellos, lejos del límite de 3,9 millones de euros que permite la ley a cada partido, según Europa Press.
El partido que más gastará en la campaña electoral es Cs, con 2,1 millones de euros, medio millón más que la partida que destinó a los últimos comicios autonómicos de 2015: 1.389.873 millones son para la organización de la campaña y 750.000 euros para el envío de propaganda electoral.
Precisamente Ciudadanos ha aumentado su presupuesto para mailing hasta aproximadamente el doble. En 2015 gastaron 371.000 euros en propaganda electoral y este 2017 van a ser 750.000. Precisamente este aumento del presupuesto en propaganda tiene la explicación de que es una forma del partido naranja para que sus votantes puedan llevarse la papeleta desde casa y así evitar tener que coger la papeleta en el colegio electoral. Especialmente en la Cataluña rural, la presión política llega a niveles muy duros y hay personas con miedo a coger una papeleta constitucionalista.
PP y ERC, 1,8 millones
Tras Ciudadanos encontramos a ERC y PP, con 1,8 millones de euros cada uno de ellos, que principalmente se destinarán a propaganda electoral, conocida como 'mailing'.
Para el PP, que no ha desglosado el gasto por partidas, el presupuesto del 21-D supone una reducción respecto a las elecciones autonómicas de 2015, cuando destinó en torno a 2,4 millones de euros.
Los 1,8 millones del presupuesto de ERC se desglosan en 700.000 euros para 'mailing' y 1,1 millones para el resto: creatividad (72.000); publicidad exterior (347.000); publicidad en medios (220.000); actos (230.000); relación con la prensa (49.000); material (51.000): apoyo territorial (70.000); seguridad (15.000); imprevistos (30.000) y gastos financieros (16.000).
ERC prevé financiar toda la campaña con recursos propios y sin pedir crédito -los responsables financieros consideran que aún es pronto para confirmar que será así- y calcula que, para cubrir los gastos sin generar déficit, debería lograr en los comicios 36 ó 37 diputados.
En las elecciones catalanas de 2015, ERC concurrió bajó la siglas de la coalición JxSí con un presupuesto de campaña que rondó los 3 millones de euros, pero hay que tener en cuenta que allí se juntó su músculo financiero con el de la extinta CDC.
Al PP y a ERC les sigue el PSC con 1,7 millones de euros, un 21% más que en las elecciones autonómicas de 2015 y financiados en parte con un crédito bancario que se espera liquidar con los ingresos obtenidos por la representación conseguida. El 72% del presupuesto socialista se destinará a publicidad, actos y acciones en la calle; el 22% a material, contrataciones y servicios, y el 6% a servicios generales y gastos financieros.
JuntsxCat destinará 1,4 millones, que se financiará con la proporcional de la subvención electoral de JxSí que le corresponde al PDeCAT y con una campaña de crowdfunding que permite hacer donativos a través de 'juntspercatalunya.cat'.
Del presupuesto de la candidatura que lidera Carles Puigdemont, un total de 800.000 euros se destinarán estrictamente a la campaña y 600.000 más al envío de propaganda electoral.
En el caso de los 'comuns', el presupuesto es de 790.335,34 euros --de los que 395.000 se destinan al 'mailing'--, una cifra que en las últimas elecciones de 2015 fue de 450.000 euros.
Por detrás de los 'comuns' está el partido que gastará menos, la CUP, que destinará un total de 433.000 euros a la campaña electoral, 200.000 de ellos para envío de propaganda: la cifra es superior a la de 2015, cuando los 'cupaires' gastaron 400.000 euros en total.
Ni la CUP ni los 'comuns' utilizan créditos bancarios para financiar sus campañas, y la formación que lidera Xavier Domènech se nutre de microcréditos de particulares y de aportaciones de los fondos propios de los partidos que forman la coalición.
Sin propaganda electoral
La mayoría del presupuesto de los partidos para la campaña electoral se destina al envío de propaganda electoral a los votantes, un sistema que desde hace años se persigue abaratar sin éxito.
El Parlament impulsó hace dos legislaturas una iniciativa para que todos los partidos enviaran juntos su propaganda electoral --utilizando así un solo sobre y sufragando un solo envío--, pero tampoco se llevará a cabo este sistema en las elecciones del 21 de diciembre.
Las formaciones no se han puesto de acuerdo para hacer lo que se conoce como un 'mailing único', con lo que los catalanes recibirán en su domicilio propaganda electoral diferenciada de cada una de las formaciones.