Una decena de centros educativos de Valencia ofertarán, además de la religión católica, la posibilidad de elegir la islámica y la evangélica, "en cumplimiento de lo que marca la ley" con los acuerdos firmados por el Estado con diversas confesiones para impartirlas en caso de haber demanda.
La noticia no habría tenido mayor trascendencia, pues la asignatura de religión musulmana ya se ha abierto paso antes en aulas de otras comunidades autónomas, de no haber sido porque detrás de este programa piloto se encuentra Compromìs, la misma formación que, tan solo unos días atrás, ha presentado una moción en el Senado para que la asignatura de Religión salga de los centros educativos.
La coalición de partidos nacionalistas valencianos quiere que las administraciones públicas dejen de asumir el salario de los profesores que imparten religión en centros privados y concertados a la par que aprueba la asignatura de religión islámica en Valencia y Alicante para el próximo curso.
La justificación del consejero de Educación, Vicent Marzà, parece estar en el "cumplimiento de lo que marca la ley". Si fuera por él, dice, no se impartiría ninguna asignatura dedicada en exclusiva a una religión. "Hay quien ve bien que en el 100% de los colegios se imparta una religión determinada pero le parece que se acaba el mundo cuando se oferta otra que no es la suya", considera.
Polémica ante el programa
El bandazo de Compromìs ha resucitado el debate de las 'religiones a la carta' en los centros escolares. Si bien algunos miembros de la comunidad educativa lo consideran "caduco", otros defienden el derecho de los alumnos a elegir entre cualquier religión y hay quienes consideran que la católica debería dejar de perder peso en el currículo.
A raíz del anuncio, la Confederación de Asociaciones de Padres y Madres de alumnos (AMPA) Gonzalo Anaya, una de las mayores de Valencia, ha pedido la desaparición de cualquier tipo de religión en las aulas de los centros escolares y que, además, no se ofrezcan comidas a la carta en función de la creencia de cada uno. "Cada uno, de forma privada o en familia, puede rezar a sus santos dioses como mejor entienda, pero fuera de los centros escolares", opina el presidente de la confederación, Txomin Angos.
En el otro extremo, más de 18.000 personas se están dirigiendo al Gobierno valenciano a través de una petición ciudadana difundida por la plataforma HazteOir.org con el título 'La izquierda prefiere el islam en las aulas', para frenar lo que consideran una "maniobra de la izquierda de borrar la religión mayoritaria de los españoles". "Eviten discriminación en las aulas: si hay asignatura de religión islámica, también debe haberla católica. Es incongruente, salvo que responda a un plan diseñado para discriminar a los católicos y sustituir la enseñanza de la religión mayoritaria de los españoles por otras minoritarias", consideran.
Cumplir la Ley
Enrique Víboras, representante de la sección sindical del profesorado de Religión en ANPE, explica que todos los gobiernos "independientemente de su signo político" tienen que cumplir con los acuerdos firmados. En 1979, explica, el Estado acordó con la Santa Sede reconocer el derecho fundamental a la educación religiosa. La Iglesia, por su parte, debe coordinar su misión educativa con los principios de libertad civil en materia religiosa y con los derechos de las familias y de todos los alumnos y maestros, evitando cualquier discriminación o situación privilegiada.
Según estos acuerdos, los planes educativos incluirán la enseñanza de la religión católica en todos los centros de educación, en condiciones equiparables a las demás disciplinas fundamentales. Por respeto a la libertad de conciencia, dicha enseñanza no tendrá carácter obligatorio para los alumnos. Se garantiza, sin embargo, el derecho a recibirla. Las autoridades académicas adoptarán las medidas oportunas para que el hecho de recibir o no recibir la enseñanza religiosa no suponga discriminación alguna en la actividad escolar.
¿45 minutos semanales?
En 1992 ocurrió lo propio con la religión musulmana. Se aprobó el Acuerdo de Cooperación del Estado con la Comisión Islámica y, desde entonces, las familias musulmanas residentes en España han tenido el derecho putativo a reclamar la enseñanza del Islam en los colegios públicos. "No se trata de dirimir si la religión islámica o católica tienen que estar en la escuela o no porque eso es una ley, pero si de saber en qué condiciones se han de impartir", aclara Víboras.
"En ese mismo acuerdo se recoge que la asignatura se imparte en las mismas condiciones que el reto de asignaturas fundamentales, cuestión esta que no se cumple en España porque no existe una asignatura con una carga lectiva tan reducida como la religión. La LOMCE introdujo la posibilidad de que se redujese a tan sólo 45 minutos semanales y es lo que ocurre dependiendo del gobierno", dice el representante de áreas de Religión en ANPE.
Y añade que desde el sindicato de profesores apuestan por la presencia de todas las religiones de las confesiones que dispongan de acuerdos firmados con el Estado en los centros escolares, eso sí, en condiciones equiparables al resto de asignaturas. "Tanto la asignatura como el profesorado que la imparte tienen que tener los derechos de sus otros compañeros docentes con otras materias", concluye.