"Tenemos mucho en común" es el eslogan elegido por el partido de la alcaldesa de Barcelona Ada Colau y el hasta ahora portavoz de En Comú Podem en el Congreso, Xavier Domènech para la campaña de las elecciones del 21 de diciembre en Cataluña. Lo que no descifra el lema es con quién tienen 'algo en común' en un momento en que todas las encuestas les sitúan como formación bisagra que puede decantar el próximo gobierno de la Generalitat hacia el bloque independentista o al 'constitucionalista'.
Una de las opciones barajadas en el complejo escenario postelectoral catalán pasa por reeditar un tripartito entre los republicanos de Esquerra -que previsiblemente será la fuerza más votada- y los socialistas de Miquel Iceta. La condición de este último pasa por ser presidente a toda costa y evitar una hipotética nueva convocatoria electoral en caso de bloqueo aritmético.
Los 'comunes' han adelantado como propuesta electoral la puesta en marcha de una Ley de Claridad, es decir, una norma como la implantada en Canadá que establezca y regule las bases para un referéndum pactado con el Estado. Esta opción fue defendida por Iceta, aunque terminó desechándola.
Lo que sí dejaba claro su cabeza de lista este martes es que en ningún caso formarán parte de un hipotético Ejecutivo de corte independentista formado por ERC, Junts per Catalunya y la CUP, como había sugerido el lunes la secretaria general de los republicanos, Marta Rovira. En este sentido, mantienen una posición más radical que los anticapitalistas, puesto que no están dispuestos a aceptar bajo ningún concepto la participación de la derecha exconvergente en un Gobierno.
Sobre todo porque la bandera de su programa electoral es poner la problemática social por delante de todo. "Somos el voto decisivo para acabar con la unilateralidad y volver a situar la agenda ciudadana en el centro", apuntan fuentes del partido al tiempo que rechazan la posición de árbitros en la que les colocan los sondeos. "Venimos a impugnar los viejos bloques del fracaso que han llevado a Cataluña a la actual situación de bloqueo", sentencian.
En este sentido, también vetan la posibilidad de permitir que la presidenta de Ciudadanos en Cataluña, Inés Arrimadas, sea la nueva presidenta del nuevo Govern. Sólo un día antes, el líder de la formación naranja Albert Rivera afirmó en una entrevista en COPE que era posible "convencer" a los de Colau para obtener su abstención. "Ciudadanos ha hablado en las últimas semanas de cambio y derechos sociales cuando llevan todo este tiempo sosteniendo los recortes y la corrupción del Partido Popular", critican desde la formación catalana.
Desde la formación insisten en repetir como vienen haciendo desde el principio que su política de acuerdos será "en base a objetivos y no en base a siglas".
En estas semanas hemos visto voces renunciando a la unilateralidad y otras no, al PSC poniendo en sus listas a la vieja derecha extinta homófoba y antiaborista.
osotros siempre hemos defendido lo mismo: así que pedimos al resto de formaciones coherencia y honestindad, que aclaren sus propuestas y en base a eso podremos ponernos a trabajar para poner en marcha Catalunya.