Las fotos de la habitación secreta que tenía en su despacho un alto cargo de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía han causado una gran polémica, a pesar de que el hallazgo ya se dio a conocer en el año 2006 por parte de los sindicatos.
Lo que se ha conocido ahora también es que el cuarto, que era una especie de zulo, se ocultaba detrás de una estantería que tenía un mecanismo secreto. Una vez accionado este, daba paso a una habitación de tres metros de largo por tres de ancho, en la que se encontraba un sofá, una mesa, una televisión, un vídeo y una ducha con chorros hidromasaje, como se puede ver en las imágenes que ha publicado ‘Libertad Digital’.
Llegan 13 años tarde. La "exclusiva" de Libertad Dígital de hoy es de hace 13 años!!!! Y lo denunciaron los sindicatos. Si es que hay que trabajar más. @eliasbendodo @elmundoes pic.twitter.com/Z2VHqRuUhe
— antonio barreda (@abarreda1965) January 8, 2020
El actual secretario general de Investigación, Isaac Túnez, ha dado parte al consejero del ramo, Jesús Aguirre, tras encontrarse ahora con la existencia de esta sala secreta. Se investiga cuándo y quién construyó la estancia tras la estantería.
Tras 37 años de PSOE en la Junta de Andalucía, no basta con levantar alfombras, va a haber que mover todos los tabiques para no terminar de encontrar sorpresas. https://t.co/4nZucCdtia
— Libertad Digital (@libertaddigital) January 9, 2020
También se encontró una cámara acorazada en el Palacio de San Telmo
Por el momento no se saben muchos más datos de esta habitación secreta con hidromasaje ya que se hizo hace mucho, -ya salió a la luz en el año 2006-y también a juzgar por la televisión de tubo y el resto de mobiliario antiguo que se ve en las fotos. Se sospecha que pueda remontarse a los años 90.
No es la primera vez que se descubre una habitación desconocida en las instalaciones de la Junta de Andalucía. A mediados del pasado mes de diciembre se supo que el Gobierno andaluz había encontrado una cámara acorazada en el Palacio de San Telmo, sede del Gobierno andaluz. Se trata de un búnker, en el que hace falta la huella digital y pasar un lector de iris para poder acceder.