Nada más ser elegido este martes presidente del Gobierno por el Congreso en sesión de investidura, Pedro Sánchez dio la primera sorpresa de la legislatura al avisar que no anunciará los nombres de los nuevos ministros hasta la semana próxima. De hecho, se ha suspendido el Consejo de Ministros de este viernes porque todos sus miembros, excepto él, siguen en funciones, y existen dudas sobre la legalidad de tan atípica reunión del gabinete.
El hecho sin precedentes de que un presidente recién investido retrase una semana, sin explicación aparente, sus nombramientos desató enseguida la especulación en el propio PSOE. En Ferraz y en el Grupo Socialista daban por hecho que Sánchez daría a conocer la composición del gabinete tras prometer su cargo ante el Rey, este miércoles a las 11.00. Así lo había apuntado la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, en una conversación informal con los periodistas tras finalizar la sesión de investidura.
Pero desde el entorno del presidente del Gobierno se asegura a Vozpópuli que ya "estaba previsto" de antemano el nombramiento de los nuevos ministros la próxima semana y deslizan una crítica a quienes, como Calvo, "han dado por hecho un calendario que no era".
A Junts pel Cat no le han gustado nada las prisas del Parlament por pedir al Supremo una suspensión cautelar; ven un intento de empujarle a acatar la inhabilitación si el tribunal da la razón a la Junta Electoral
Tras el retraso de la formación de Gobierno hasta la semana próxima hay una planificada estrategia: como el pacto del PSOE con ERC fija el plazo de constitución de mesa entre Gobierno y Generalitat hasta "quince días" después de conocerse el gabinete, el aplazamiento de nombramientos lleva, de facto, su constitución a febrero; y así ganan tiempo en su estrategia de quitarse de enmedio al presidente de la Generalitat, Quim Torra, inhabilitado por sentencia.
Confían socialistas y republicanos en que para entonces la Sala II del Tribunal Supremo haya decidido ya si concede la suspensión cautelar que ha pedido el Parlament contra esa inhabilitación, ejecutada por la Junta Electoral Central (JEC) en cumplimiento de la condena del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) por negarse a quitar lazos amarillos y pancartas de la Generalitat en las elecciones de abril.
A Torra no le han gustado nada las prisas de Torrent por pedir medidas cautelares; ve detrás un taimado intento de empujarle a acatar la orden de la JEC si el Supremo no concede esa suspensión y, de hecho, Junts pel Cat se ha revuelto: intenta implicar a ERC en un pulso al Estado que echaría por tierra su alianza con el PSOE.
El partido de Carles Puigdemont sabe que, si Torra se ve obligado a abandonar, asumirá el cargo provisionalmente el actual vicepresidente y hombre fuerte de los republicanos, Pere Aragonés, en plena sintonía con Carmen Calvo y el gabinete socialista. Justo lo que necesitan para poner en marcha la mesa y garantizarse ERC una victoria sobre su histórico rival en el independentismo en unas cada vez más próximas elecciones autonómicas catalanas.
Malestar con Iglesias
Además del asunto catalán, el retraso en la formación de gobierno también va a servir a Pedro Sánchez para mandar un aviso al que va a ser su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, en el sentido de que los nombres de los ministros los anuncia él como presidente del Gobierno, no Podemos.
Y es el que en los últimos días el PSOE y su líder han asistido con "enfado", sostienen fuentes socialistas consultadas por este periódico, a un continuo goteo de filtraciones desde la formación morada, la más sonada la del sociólogo Manuel Castells como futuro ministro de Universidades. Castells se une así a Irene Montero al frente de la cartera de Igualdad; Yolanda Díez en Trabajo y Alberto Garzón en Consumo.
La gota que habría colmado el vaso es que este mismo martes, tras la sesión de investidura, Iglesias dio a conocer que la hasta ahora portavoz adjunta de Unidas Podemos en el Congreso, Ione Belarra, va a ser secretaria de Estado responsable de la Agenda 2030, que hasta ahora llevaba Cristina Gallach, a quien muchos en el PSOE ven próxima ministra de Asuntos Exteriores.
Por si fuera poco, cuando no se ha confirmado oficialmente siquiera ni una sola de las vicepresidencia y ministerios que van a corresponder a los socialistas, Iglesias ha hecho trascender incluso que su director de gabinete va a ser el ex JEMAD José Julio Rodriguez.