Política

Desánimo en Podemos por la incapacidad de señalar al PSOE como culpable del bloqueo

A nivel de base y cúpula cunde el pesimismo por las proyecciones electorales que les darían 20 escaños tras una nueva cita electoral. Algunos dudan de que Iglesias repita de candidato

  • Pablo Iglesias en el plató de Antena 3

Podemos se acerca a su hora más oscura. La formación de Pablo Iglesias está intentando remontar la imagen de culpable del bloqueo, pero cada día se topa contra el muro socialista. La renuncia en julio a una vicepresidencia y tres ministerios se está convirtiendo en una pesadilla. A nivel de base y entre algunos dirigentes se percibe la frustración: “Hay desánimo porque la gente está tirando la toalla, y los anticapi [corriente interna anticapitalista] quieren quedarse con todo el partido”, comentan en el entorno de Podemos.

Iglesias está intentando recuperar el terreno perdido. Después de la investidura de julio dejó pasar unos días, y el 19 de agosto propuso cuatro fórmulas de gobierno, que el PSOE rechazó cuatro horas después. La noticia ni trascendió. Esta semana, los morados han intentado presionar otra vez. Pero sus salidas públicas tampoco están logrando el efecto esperado. “Iglesias renunció al gobierno, y el relato lo ha perdido”, afirma un dirigente de Unidas Podemos.

Precampaña electoral

Ante ese escenario, crecen las voces en el entorno de Iglesias que abogan por lanzar cuanto antes una precampaña electoral muy dura contra el presidente en funciones. Se trata de consolidar el voto más fiel y radicalizado de Podemos, sostienen, a la espera de que antes del 23 de septiembre los socialistas reculen y acepten algo parecido a un cogobierno (quizás solo con cargos intermedios) que permita a Iglesias salvar los muebles y evitar las elecciones.

Desde La Moncloa comentan que lo que quiere Iglesias es “una salida digna”, pero el entorno de Sánchez está dividido. Algunos asesores empujan hacia una repetición electoral. Consideran que aunque Iglesias ceda en la investidura, el gobierno caería en el escollo presupuestario. Y advierten de que si Sánchez no tiene aseguradas las cuentas, podría incluso no presentarse a la investidura.

Las elecciones asustan en Podemos y también entre sus aliados. En parte de IU, los Comunes de Cataluña y Equo coinciden en que si se vuelve a votar en noviembre se “volverá a perder representación”. Creen que el PSOE también se expone a un riesgo. Aunque reconocen que Sánchez todavía puede aspirar a presentarse como el “salvador ante el trifachito”, y ven plausible que aproveche el momento.

Pedro Sánchez y Carmen Calvo en el Congreso de los Diputados

Iglesias y Sánchez, sin saludarse

A la vez, más que desconfianza, la relación entre ambos líderes es casi de hastío. El pasado jueves, durante la sesión parlamentaria, Iglesias y Sánchez ni si quiera se saludaron. Esa actuación, tan desmedida para dos supuestos “socios preferentes”, choca, por ejemplo, con el caso italiano, en el que las fricciones entre el Movimiento5Estrellas y el PD fueron sorteadas por una llamada entre los dos líderes de ambas formaciones. Y se llegó a un preacuerdo de cogobierno tras 20 días de diálogo. Desde el 25 de julio, en cambio, Iglesias y Sánchez aún no han hablado.

A contrarreloj muchos esperan que todo se encauce, pero se empieza a mirar de reojo a las proyecciones electorales. Los sondeos que están circulando en los partidos políticos apuntan a que el PSOE podría alcanzar los 150 escaños, y Podemos bajaría a 20. Es decir, que tampoco sumarían para una mayoría absoluta (176 escaños). La diferencia, es que Sánchez consolidaría su primacía y podría presionar a Ciudadanos, mientras que para los morados sería algo parecido a un acto de defunción. En el que, además, jugaría su papel Íñigo Errejón, quien sigue trabajando para una candidatura nacional, como adelantó Vozpópuli.

Cansancio del líder morado

La situación es tan crítica que a nivel de base se mueve incluso la especulación de que Iglesias puede no repetir como candidato. Algunos apuntan a que si las encuestas prevén una caída histórica, él no acabará su trayectoria con una derrota. Esa misma tesis viene esbozada, aunque de manera más moderada, por otros dirigentes del partido, que confirman que está “cansado” y que desea alejarse de la primera línea. Aunque recuerdan que lo mismo pasó antes de las últimas generales y al final recuperó votos (cerró con el 14,7%).

Sea como fuere, todos coinciden en que el PSOE tiene una ventaja, pero que puede ser efímera. En Podemos creen que “en el PSOE lo saben”, pero que el asesor Iván Redondo, según ellos partidario de los comicios --el “Rasputín de la mercadotecnia”, dijo Juan Carlos Monedero-- puede convencer a Sánchez. “El PSOE está preparando las elecciones, pero las carga el diablo”, advierten desde el partido morado mirando con la cabeza baja.

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