La arremetida frontal del PP contra la comisión de la financiación del partido no es compartida internamente de forma unánime. Se escuchan voces, minoritarias, que consideran esta estrategia equivocada y contraproducente. "Lejos de darle bajonazo, de poner sordina a algo que nos hace mucho daño, le estamos colocando un altavoz", comentan.
Los dirigentes de Génova, con Fernando Maíllo y Rafael Hernando al frente, lideran la ofensiva contra la que denominan 'comisión de la Inquisición', con argumentos unívocos contra 'la triple alianza' formada por PSOE-Podemos-Cs. El coordinador general del PP ha anunciado que presentarán una petición de amparo a la Mesa del Congreso para que "estudie nuestros planteamientos y si lo tiene a bien, proceda a la petición de un informe jurídico", algo a lo que se negó la oposición. "Los tres partidos se niegan a saber lo que diría el informe, no quieren conocer qué dicen las leyes y los servicios jurídicos de la Cámara. ¿A qué tienen miedo?", señalaba este miércoles el coordinador del PP.
También han insinuado su determinación incluso de llevar el asunto al ámbito de la Justicia, al Tribunal Constitucional, un paso sin precedentes. La dirección del PP considera que la comisión es ilegal y busca "destruir al PP", tal y como señaló Hernando.
En el partido laten otros ánimos menos vehementes que consideran que estos recursos y amenazas pueden resultar contraproducentes. "Si la Mesa dice no y nos vemos forzados a ir al TC, corremos el riesgo de sufrir otro bofetón", señalan. Comprenden la irritación de Génova, en especial de algunos de los dirigentes del partido, pero son críticos con el despliegue tan frontal contra una iniciativa que en su día pactaron con Ciudadanos. "Se incluyó en el acuerdo de investidura esta comisión, llámese como se llame", recuerdan.
Bárcenas no abrirá la boca
Maíllo insiste en que una comisión tiene que tener delimitado el objeto de investigar, el tiempo y el territorio, algo que no incluye la que el día 26 de junio se pondrá en marcha con la comparecencia de Luis Bárcenas a quien seguirán todos los tesoreros del PP. "Se han puesto muy nerviosos y no tiene sentido", señalan estas fuentes. "No va a salir nada de ahí, Bárcenas no va a abrir la boca porque está en un proceso judicial, Lapuerta está enfermo y lo de Naseiro da la risa", señalan los críticos. "Nada de lo que se diga en la comisión aportará algo nuevo, todo está en los sumarios", concluyen.
El PP no baja el tono e intensifica sus gestos de ira. Prepara con ahínco la comisión en el Senado a la que piensan convocar a todos los dirigentes de la oposición, Rivera, Sánchez, Iglesias, para que expliquen las finanzas de sus respectivas formaciones. Incluso podrían convocar a Susana Díaz a fin de que arroje luz sobre los EREs andaluces, señalan.