Soplan vientos de cambio en Navarra. O eso parece. Los resultados de las elecciones generales del 28-A apuntan a un vuelco en la Comunidad Foral. Así lo indican las cifras de la coalición Navarra Suma, el enorme crecimiento del PSOE por el 'efecto Sánchez' y los malos resultados del nacionalismo vasco. La presidenta del Ejecutivo regional, Uxue Barkos, y el cuatripartito tienen motivos para estar muy preocupados ante las elecciones forales del próximo 26 de mayo.
En estas elecciones generales, la coalición Navarra Suma, que engloba a UPN, PP y Ciudadanos, logró 107.000 votos (29,3% del total). En segunda posición quedó el PSOE, con 94.000 (25,7%). Unidas Podemos fue la tercera fuerza más votada, con 68.000 (18,6%). Bildu llegó a los 46.640 votos (12,8%). Geroa Bai sumó 22.000 (6%). Y, por último, Vox obtuvo 17.000 (4,8%).
El crecimiento del PSOE, clave
Estos resultados suponen un cambio drástico respecto a los procesos electorales precedentes. Tanto en las anteriores generales, de 2015 y 2016, como en las autonómicas, de 2015, los números fueron muy distintos. ¿Qué ha cambiado? La unidad de los partidos de la derecha en Navarra Suma y, sobre todo, el resurgimiento del PSN. La coalición de centroderecha pierde votos respecto a lo que los tres partidos conseguían por separado. Pero es evidente que su unidad de acción les ayudará el 26-M debido a cómo se reparten los escaños.
La gran clave del 28-A está, por tanto, en el espectacular crecimiento del PSOE, sin duda beneficiado por el 'efecto Sánchez'. En las anteriores generales, los socialistas quedaron en tercera posición por detrás de Podemos. Y en las regionales fueron quintos. Tras años de decadencia, ahora el PSOE navarro parece en condiciones de incluso disputar la victoria en las autonómicas. Todo dependerá de si los electores se comportan el próximo 26-M como se han comportado en estas generales.
Precedentes y extrapolación
Debido a la enorme fragmentación de partidos y a la presencia de nacionalistas, en Navarra ocurre como en el País Vasco y Cataluña: se vota diferente en elecciones generales que en autonómicas. Por eso, es difícil extrapolar los resultados del 28-A a los hipotéticos del 26-M. Pero lo cierto es que al menos las cifras de las generales señalan una tendencia clara: los partidos de la oposición están al alza y suman muchos más votos que las cuatro formaciones que conforman el cuatripartito.
Navarra Suma -UPN, PP y Cs aliados-, PSOE y Vox lograron 218.878 sufragios. Unidas Podemos, Bildu y Geroa Bai sumaron 136.958 votos. Es decir, 82.000 votos más para la oposición
En concreto, Navarra Suma -UPN, PP y Cs aliados-, PSOE y Vox lograron 218.878 sufragios. Unidas Podemos, Bildu y Geroa Bai sumaron 136.958 votos. O, en otras palabras, los partidos gobernantes tuvieron el pasado domingo 82.000 apoyos menos que sus oponentes. El dato es cuanto menos preocupante para el cuatripartito y su presidenta, Ukue Barkos.
Geroa Bai, cuesta abajo
Especialmente duro es el panorama para Geroa Bai, el partido de la jefa del Ejecutivo que engloba a varios partidos, entre ellos el PNV. Porque llueve sobre mojado. Desde su gran resultado de las autonómicas de 2015, cuando fueron segunda fuerza, con 53.497 votos (15,8%), sus cifras han sido peores que malas. En las generales de 2015, 30.000 votos. En las generales de 2016, 14.000 votos. Y en estas generales, 22.000 votos. Números cambiantes y, ante todo, nada habituales en un partido gobernante.
El partido de Barkos no puede aferrarse a la excusa de que el electorado se comporta de forma distinta según el tipo de proceso electoral. Porque la propia presidenta del Gobierno de Navarra fue diputada en el Congreso en varias legislaturas gracias a que concitaba apoyos similares a los que obtenía en las autonómicas, con cifras de entre 40.000 y 50.000 sufragios.
Si el PSOE repite resultado, hay cambio
Las cifras señalan que la acción del Ejecutivo está desgastando sobremanera a Barkos. Los electores decidirán el 26-M. Si Navarra Suma se mueve en los porcentajes habituales de los tres partidos y, sobre todo, si el PSOE confirma su renacimiento a costa de Podemos y Geroa, el cambio en Navarra será una realidad. Cuestión distinta es quién ocupará la presidencia, porque la candidata socialista, María Chivite, ya ha avanzado que no descarta presentarse a la investidura aunque sea segunda o tercera fuerza. Mucho tiene que cambiar el escenario en 25 días para que Barkos repita como presidenta.