Juan Marín (Sanlúcar de Barrameda, 1962) es el vicepresidente del primer Gobierno no socialista de la Junta de Andalucía en 37 años. Han sido siete meses intensos desde que se constituyó el nuevo Ejecutivo sobre una coalición de PP y Ciudadanos y el apoyo externo de Vox. El modelo se ha reproducido ahora en la Comunidad de Madrid o Murcia.
Marín asegura a Vozpópuli que el cambio ha llegado a Andalucía. Y ánima a los gobiernos PP-Ciudadanos que se formarán en otros comunidades a seguir la senda reformista. El vicepresidente y líder naranja en Andalucía dice que no tiene problema en hablar con Vox, que es una fuerza parlamentaria más, con la que no comparte muchas cosas.
En ese sentido, lamenta la crisis que se abrió en Ciudadanos con los pactos postelectorales. Pero sostiene que el partido está cohesionado, y que sólo se han marchado "tres o cuatro personas". En cuanto a la investidura, insta a Pedro Sánchez a poner fin al teatrillo y recuerda que Ciudadanos estaba negociando el pasado 25 diciembre en Andalucía, mientras que el presidente se ha marchado ahora de vacaciones.
¿Qué balance hace de estos meses de Gobierno en Andalucía?
Muy positivo. Andalucía está duplicando la media nacional en creación de empleo y en crecimiento económico en todos sectores. Hacía falta un poco de aire fresco en esta comunidad autónoma después de 37 años. Ahora ya no se habla de corrupción, se habla de creación de empleo; ahora no se habla del fraude de los cursos de formación, se habla de que crece el sector agroalimentario, que se combate las listas de espera en la sanidad, que estamos trabajando contra el fracaso escolar… Ese cambio se está traduciendo en confianza. Y eso está provocando que el paro, que es el principal problema que tenemos en Andalucía, esté descendiendo a un ritmo más rápido que en el conjunto de España.
En los próximos meses seguiremos reajustando los equipos de las consejerías que corresponden a Ciudadanos"
Lo que nos queda es seguir aplicando las líneas que marcamos en ese acuerdo programático de 90 puntos entre PP y Ciudadanos. La reforma fiscal que hemos llevado a cabo con la eliminación de sucesiones, donaciones, con la reforma de impuesto de transmisiones patrimoniales y la reducción de entes del aparato instrumental están generando esa confianza que los andaluces esperaban.
Andalucía ha sido pionera en la formación de Gobiernos de coalición con el PP, que ahora se repiten en Murcia, Castilla y León y Madrid. ¿Cómo está funcionando la cohabitación?
Con mucha normalidad y con mucha lealtad. Hemos sido muy fieles a la hoja de ruta que marcamos. Estamos cumpliendo los compromisos a rajatabla. Hay mucha coordinación y planificación. Nos ha tocado ser pioneros y espero que esta fórmula ayude a otras comunidades autónomas a poner en marcha sus gobiernos. A partir de ahí, los ciudadanos lo que quieren es tranquilidad y tener gobernantes serios que cumplen lo que dicen.
Nadie dijo que nuestro mensaje regenerador estaba manchado cuando apoyamos a la señora Díaz hace cuatro años"
Una de las diferencias entre Andalucía y el resto de comunidades que se van a gobernar con esta fórmula es que en su caso el acuerdo sirvió para poner fin a casi 40 años del PSOE. Sin embargo, tanto en Madrid como en Murcia y Castilla y León los pactos perpetúan a un PP que lleva 20 o 30 años en el poder. ¿Cree que el mensaje regenerador de Ciudadanos queda manchado?
No lo hizo en Andalucía cuando apoyamos a la señora Díaz hace cuatro años. Lo que nos permitió fue fiscalizar a un Gobierno socialista en este caso y poner en valor muchas de las medidas que Ciudadanos puso como contrapeso para apoyar ese Gobierno. De lo que se trata ahora en Madrid, igual que en Andalucía, es de no hacer política favor de unas siglas como han hecho el PP y el PSOE en este país durante muchos años. Y ahí es donde Ciudadanos tiene un papel fundamental a la hora de garantizar que se van a poner en marcha otras políticas liberales en las que apostemos por la colaboración público-privada, por la garantía de los servicios públicos fundamentales y sobre todo por una financiación justa.
Nuestro rol en los gobiernos de coalición es evitar la política a favor de unas siglas como han hecho el PP y el PSOE durante muchos años"
Otra diferencia entre el acuerdo andaluz y los que se han firmado ahora es que Ciudadanos ha reclamado la portavocía del Gobierno. ¿Fue un error no pedirla en Andalucía?
No es un error. Fue un acuerdo. En los acuerdos hay que entender cuál es tu posición y tener claro tus objetivos dentro del gobierno. Esto no va de repartir sillones, sino marcarse unos objetivos y crear una estructura de gobierno que permita cumplir esos objetivos y formar los equipos que lo permitan. A veces la gente se preocupa más de que sillón o puesto va a ocupar que de lo que se pretende hacer desde el Gobierno. En nuestro caso, la portavocía estaba dentro de la Consejería de Presidencia y decidimos respetarlo así. Las áreas de gobierno que hemos asumido son muy potentes dentro de una comunidad como la andaluza. Hablamos de empleo, educación, Justicia… Es un peso muy importante, prácticamente al 50% de responsabilidad y del Presupuesto.
En este período relativamente corto de tiempo hasta nueve altos cargos de Ciudadanos en el Gobierno se han marchado. ¿Qué ha pasado?
Es algo muy normal. En algunos casos ha sido por enfermedad muy seria. Estamos hablando de secretarios generales, de directores generales. Algunos de ellos están ocupando otras funciones que nos parecen más interesantes. Otros llegaron al Gobierno y entendían que no era la labor que deseaban realizar y se han marchado. Pero ya adelantó que habrá más cambios a lo largo de la legislatura. Y en los próximos meses iremos reajustando los equipos en función de lo que sea más necesario. Y si mañana tengo un director general que lo necesito como delegado territorial en Almería pues tendré que realizar esos cambios. Creo que entra dentro de la normalidad.
Las relaciones con Vox son normales. Por ahí se ha dicho que yo no me he sentado con Vox, y no es verdad. Me he sentado con Vox, igual que con Podemos y con el PSOE. No hay ningún problema"
¿Le incomoda depender de Vox?
Las relaciones con Vox son normales. Por ahí se ha dicho que yo no me he sentado con Vox, y no es verdad. Yo me he sentado con Vox, igual que con Podemos y con el PSOE. No hay ningún problema. La relación con Vox es normal. Y a partir de ahí negociamos cada una de las medidas. Es una fuerza política que está en el Parlamento con una posición que no comparto. Y que mientras no afecte a las líneas estratégicas y valores que mi grupo defiende pues tengo poco más que decir.
¿Usted comprende que exista un debate en su partido sobre si sería conveniente pactar con Sánchez para evitar que el Gobierno dependa de Podemos, nacionalistas y separatistas?
Entiendo que dentro de cualquier fuerza política democrática, participativa, con órganos como los que tiene Ciudadanos se abran debates de posicionamiento. Es más, me parece bueno. Pero cuando se llegan a acuerdos dentro de los órganos de participación de partido, sencillamente lo que hay que hacer es respetar esas decisiones. Y ahí no comparto la posición de algunos compañeros, especialmente Toni Roldán y algún otro, que han tomado la decisión de abandonar después de votar positivamente esos acuerdos. No es lo que se esperaba de esos compañeros. Les deseo lo mejor allá donde estén, pero Ciudadanos sigue siendo un partido democrático, participativo donde todo se debate y todo el mundo se posiciona y vota. Eso es lo que esperan los afiliados y votantes de nosotros. Cuando uno no está de acuerdo un proyecto político, no pasa nada. Se marcha o da un paso al lado.
¿La crisis interna en Ciudadanos está cerrada?
No creo que haya habido ninguna crisis interna, porque de hecho en todas las ejecutivas y asambleas se ha votado por unanimidad. Eso de que hay una crisis interna en Ciudadanos no lo comparto. Es que no ha existido. Lo que ha pasado es que ha habido una serie de personas que se han marchado, por cierto tres o cuatro, y se han incorporado infinitamente muchos más. De hecho, en la nueva ejecutiva hay 22 cargos nuevos.
Cuando uno no está de acuerdo un proyecto político, no pasa nada. Se marcha o da un paso al lado"
¿Usted cree que Sánchez es un enemigo de España?
No creo que Sánchez sea un enemigo de España. Lo que sí creo es que Sánchez es un peligro para España, porque además ha demostrado que no le importa España, lo que le importa es ser presidente del país. Y eso constituye un riesgo que este país no se puede permitir. Cuando uno antepone el interés personal al interés general de todos los españoles, uno se convierte en un peligro. Los españoles han decidido democráticamente que el señor Sánchez ganara las elecciones. Y lo que tiene que hacer es formar Gobierno y formarlo rápido. Este país necesita un Congreso que funcione y una oposición -que es donde está Ciudadanos- firme, fiscalizadora, que haga propuestas y que arrime el hombro cuando sea necesario para sacar adelante los temas importantes.
Tenemos un futuro incierto porque el presidente se va de vacaciones en lugar de formar gobierno"
¿Cree que habrá repetición electoral el 10 de noviembre?
Estoy convencido de que no. Es una puesta en escena. Al final el señor Sánchez y el señor Iglesias se pondrán de acuerdo. Entre otras cosas porque si Podemos no conforma gobierno con el PSOE y se repiten elecciones, estoy convencido de que el señor Iglesias tendría amortizada su carrera política.
¿Han empezado a notar síntomas del bloqueo político en Andalucía?
Tenemos un futuro incierto porque un político que se va de vacaciones en lugar de formar gobierno. Tengo que recordar que aquí en Andalucía el 25 de diciembre estábamos en la mesa de una estación de ferrocarril negociando para poner en marcha el gobierno en Andalucía. No nos fuimos de vacaciones. Lo que espero es que esta puesta en escena que llevan el señor Iglesias y el señor Sánchez de más de 100 días acabe de una vez y tenga un desenlace, que no es otro que un gobierno de coalición de Podemos y del PSOE.
Si lo que va a hacer la señora Montero es darnos una limosna para callarnos la boca no lo va a conseguir"
¿Es urgente, por ejemplo, revisar la financiación autonómica?
Creo que sí. Siempre que el sistema de financiación sea igual para todos y se garanticen recursos para los servicios públicos fundamentales. Otra cuestión es que algunos quieran hacer lo que están haciendo hasta ahora, que es dar privilegios a determinadas comunidades a la hora de la financiación. Creo que la señora Montero, ministra en funciones del señor Sánchez, que durante tantos años ha reclamado en Andalucía una financiación justa y que el Gobierno de España le debía más de 4.000 millones de euros estará de acuerdo conmigo. Y no pretenderá darnos una limosna para callarnos la boca. Si lo que va a hacer la señora Montero es darnos una limosna para callarnos la boca no lo va a conseguir. A Andalucía la tienen que tratar al resto de comunidades. Pero ahora ella es juez y parte y probablemente buscará contentar más a otros territorios para que el señor Sánchez mantenga el gobierno de España. Y eso es lo que me temo.
¿Han analizado ustedes el caso que afecta a la hermana del presidente Juanma Moreno? ¿Usted considera que hay enchufisimo?
Se ha convocado una plaza por concurso mérito y la persona que ha sacado esa plaza era una persona que había sido destituida por la Inspección Educativa. Y la segunda en la lista era esta mujer (la hermana de Moreno Bonilla). No la conozco. Pero conozco su currículum, eso sí: 28 años de experiencia, 14 de funcionaria, cuatro carreras… Es decir, carrera mérito no le falta. Esto no es una decisión política. Para mí no existe polémica. Si mi hermano, mi madre o mi tía no se van a poder presentar a una plaza de funcionario por ser pariente mío… Otra cosa es que no tuviera ni la capacidad, ni el mérito, ni la experiencia. Eso sí sería un problema.