Íñigo Errejón quiere que su partido desembarque en Cataluña y Andalucía. El ex número dos de Podemos mantiene conversaciones con sectores de la izquierda federalista en esas regiones, según ha podido saber Vozpópuli. Se trata de corrientes afines a Podemos e Izquierda Unida, pero que van alejándose de la órbita de Pablo Iglesias y se acercan al nuevo partido de Errejón. Su objetivo es construir un nuevo partido nacional con cuatro pilares: el feminismo, el ecologismo, el republicanismo y el federalismo.
En Cataluña, personas de confianza de Errejón se han reunido con dirigentes de Iniciativa per Catalunya Verds, referentes de Izquierda Unida en Cataluña, también conocidos por sus actividades con los Federalistas D’Esquerres. Ese grupo organiza conferencias y eventos también con el PSC y tiene como figuras de referencias a Joan Coscubiela, ex portavoz de Catalunya Sí que es Pot, el catedrático de la UAB Joan Botella, la ex dirigente de Podemos, Gemma Ubasart, y Xavier Arbos, catedrático de la UB, entre otros.
En 2017, Iniciativa per Catalunya Verds confluyó en la marca de Podemos, liderada por Xavier Domènech. Pero ahora, tras el giro soberanista de Podemos con la elección de Jaume Asens, varios sectores de ese segmento manifiestan hostilidad respecto al partido morado y se abren a colaborar con Errejón.
Una situación parecida se vive en Andalucía. Los sherpas de Errejón hablan con los federalistas de izquierdas. Son menos conocidos que los catalanes, pero como ellos se mueven en el mismo ámbito político fronterizo entre Podemos, liderado por la corriente anticapitalista de Teresa Rodríguez, e Izquierda Unida de Antonio Maíllo. Y, como en Cataluña, los federalistas andaluces rechazan la asimilación con Podemos, que propone Maíllo, y el radicalismo ideológico de los anticapitalistas.
Papel clave de Tania Sánchez
Una vez más, a pilotar todas esas negociaciones es Tania Sánchez. La expolítica de IU y Podemos, muy hábil en el ámbito organizativo, ha pedido a Errejón que de momento se ocupe de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, para centrarse en la construcción de la nueva formación política.
Su papel es esencial en la cimentación del nuevo sujeto político con el que Errejón aspira a canibalizar Podemos. En algunos círculos de Más Madrid se ha hablado incluso de celebrar el primer gran congreso en el próximo otoño. Pero fuentes de la formación descartan esa posibilidad. Consideran que “no da tiempo” a convocar ese cónclave.
Lo más probable es que Errejón formalice su nuevo partido en 2020, después de haber sellado sus alianzas regionales. De momento tiene el apoyo de Compromís en Valencia, y de amplios sectores de los ecologistas de Equo. También ha hablado con los regionalistas gallegos y ahora con los federalistas en Cataluña y Andalucía. Y espera sumar a los tránsfugas de Podemos, decepcionados con la gestión de Iglesias.
Republicano y federalista
En todas las regiones el esquema es el mismo: construir redes con organizaciones presentes en el territorio, para desde ahí dar el sorpasso a Iglesias. El nuevo partido será confederal, con una ejecutiva en la que estarán representadas todas las marcas regionales, tal y como adelantó este diario. Sus pilares ideológicos serán las políticas verdes y progresistas, y un discurso republicano y federalista. Errejón considera que ese es el espacio político dejado libre por el PSOE y Podemos.
Solo queda una incógnita: la posible repetición de elecciones generales en el que caso de que Pedro Sánchez no logre formar gobierno antes de septiembre. De ser así, la hoja de ruta de la opa hostil de Errejón a Podemos tendrá que modificarse. Y no se excluye que el ex número dos de los morados decida in extremis concurrir a las generales con su marca propia. Todos los escenarios están abiertos.