“Largo plazo, largo plazo...”, repiten los miembros de Más País para hablar del futuro de su proyecto político. El partido que Íñigo Errejón estrenó para las generales de noviembre, y que fracasó en su intento de alcanzar al menos 15 diputados, se ha quedado sin dinero. Ahora, el ex número dos de Podemos no quiere dar pasos en falso, pero tampoco tirar la toalla. De tal manera que ha vuelto a mover ficha. Y lo pretende hacer en el terreno que controla mejor: el de la ideología y el discurso político.
Después del batacazo electoral y de un periodo muy duro, el líder de la formación turquesa ha respirado hondo. "Han pasado días difíciles", asumen en su partido. Pero parece que finalmente Errejón quiere dejar atrás las críticas internas, incluso las que apuntaban a su presunto "egoismo" por estar más interesado en su futuro que en el del partido.
Antifranquismo y "libertad"
Errejón quiere actuar en el debate parlamentario, donde PSOE y Podemos están muy alineados. Lo hará reivindicando un izquierdismo más radical para desenmascarar la moderación de Podemos, que muchos en Más País califican de “oportunista”. Pero, a la vez, sin cerrar la puerta a postulados que podrían considerarse como liberal-socialistas.
Dos debates concretos dejan entrever esa estrategia. Se trata del dosier sobre Billy el niño, en el que Errejón se desmarcó del PSOE y Podemos, considerando que la Mesa del Congreso debía aprobar la publicación del historial de Billy el Niño, mientras que Podemos en un primer momento votó en contra. El propio Iglesias tuvo luego que intervenir para rectificar.
El segundo punto en el que Errejón se está diferenciando de Podemos es la apología del franquismo. En este caso, el líder de Más País ha manifestado su reticencia por una medida que, según dice, afecta a la libertad de expresión. "No le quiero regalar a los reaccionarios la defensa de la libertad de expresión", ha afirmado. Un guiño a la "libertad" que repitió durante el debate parlamentario: "Vamos a convertir en ley algo que ya es sentido común: defender la libertad", dijo el pasado martes.
"Refundación"
Después las últimas elecciones generales, Errejón conoce los límites de su proyecto político. “No tenemos dinero para abrir una sede en ningún lugar que no sea Madrid”, resumen miembros de Más País, que, sin embargo, no se dan por vencidos. La palabra “refundación” está en boca de todos. Incluso de dirigentes de peso como Tania Sánchez, a quien se espera para la nueva fase.
El partido de Errejón no quiere entrar en las elecciones autonómicas vascas y gallegas, pero sí en las catalanas. Cataluña fue uno de los feudos del errejonismo durante la época de Podemos; a Iglesias, en cambio, ese territorio no le interesaba y ahora se preparara para entregárselo definitivamente a Ada Colau, como adelantó Vozpópuli.
Errejón tiene con Colau unas cuentas pendientes. La alcaldesa de Barcelona dio el golpe mortal a Más País durante la última campaña electoral cuando se decantó por Podemos. Y desde Más País creen que en esa operación, así como en la de Clara Serra, estuvo detrás la “mano negra” de Iglesias. Fuentes catalanas de Más País aseguran que Errejón “se está moviendo”. Y aunque todavía no es oficial personas conocedoras de sus movimientos ven viable una candidatura para las autonómicas.
Ataque después de Vistalegre 3
El plan de la remontada errejonista se lanzará a finales de marzo, después de la celebración del congreso de Podemos de Vistalegre 3. Errejón quiere atraer a viejos cuadros y políticos morados rebotados con el pablismo y críticos con el paseo militar que planea Iglesias.
Desde el País Vasco, hasta Aragón, Valencia, Madrid y ahora Andalucía, a nadie se le escapa cuál es la intención de Iglesias. El líder morado ya ha enseñado la puerta a los anticapitalistas, y otros pablistas convencidos se han alejado de la formación morada. Figuras como Ramón Espinar han denunciado la deriva personalista de “los Iglesias-Montero”. También quedan exerrejonistas que convencer. Y aunque parece difícil aglutinar a todas esas culturas políticas, Errejón y personas de su círculo están de acuerdo: el nuevo Podemos de gobierno perderá piezas y allí Más País puede recoger apoyos y cuadros.