De un tiempo a esta parte, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, lleva planteando la posibilidad de crear un cordón sanitario real, con nombres y apellidos en la Constitución, para que “los que quieren romper España” no entren en el Parlamento, una medida para "frenar" a los partidos independentistas y que no consigan representación en el Congreso.
La propuesta consistiría en exigir a una formación que, para que pudiese tener representación en el Cámara baja, tuviese que conseguir un 3% de votos a nivel nacional, y no solo por provincias como es el caso ahora. Esto afectaría principalmente a los partidos nacionalistas, ya que no se presentan en todas las circunscripciones. No por casualidad Rivera ha llegado a decir: “Con un suelo del 3%, los insultos de Rufián se producirían en el Senado o en su casa".
La implantación de esta cláusula no se prevé de fácil aplicación, ya que conllevaría una reforma de la Ley Electoral y con ella de la Constitución, algo que a día de hoy se prevé complicado. Puestos, sin embargo, a hacer un trabajo de política ficción, se puede calcular que el 11% de los diputados que ahora mismo se encuentran en la cámara no lo estaría o, lo que es lo mismo, 39 de sus señorías estarían en sus domicilios.
La formación que se vería más perjudicada sería Unidos Podemos y sus confluencias, que dejarían de contabilizar 1.780.000 votos
Una buena parte serían diputados nacionalistas o independentistas, o simplemente de partidos que representan a un territorio. Los 9 de ERC, los 8 de CDC, los 5 del PNV, los dos de Bildu y Ana Oramas de Coalición Canarias. Con estas formaciones casi 1.660.000 votantes se quedarían sin representación. Pero no sólo se verían afectados formaciones que se presentan en una única comunidad autónoma.
Aunque hay otra formación que se vería más perjudicada. La forma de presentarse de Unidos Podemos en Galicia, Cataluña y en la Comunidad Valenciana les perjudicaría incluso más que a los nacionalistas. Sus coaliciones En Marea, En Comú Podem y Compromis suman más de 1.780.000 votantes, lo que se reproduce en 26 diputados. Los de Pablo Iglesias y Alberto Garzón se quedarían en 45 escaños y el 12,8% de los votos.
Cálculo tramposo
Como ya hemos dicho este ha sido un ejercicio de politica ficcion que no se podría aplicar a la realidad. “Con un suelo del 3% ni lo votantes ni los partidos se comportarían igual, por lo que estas sumas y restas no se puede aplicar”, dice el politólogo y profesor en la Universidad Carlos III, Pablo Simón.
En palabras de Simón, los ciudadanos buscarían una papeleta con la que tuviesen certeza de que iban a estar representados, aunque no fuese su elección preferible, y los partidos pondrían en práctica diversos tipos de alianzas para no quedarse fuera del arco parlamentario. "Los nacionalistas podrían ir todos juntos [catalanes, vascos, quién sabe si gallegos] con los puestos repartidos para superar esa barrera".
En el caso de Unidos Podemos lo más posible es que, aunque se organizasen de manera autónoma, concurriesen bajo las mismas siglas". "No es tan fácil hacer ingenieria institucional", asegura el politólogo.
Otros países
Al igual que hace Rivera, Simón explica que esta medida ya se da en otros países y que en cada uno se suele sortear de una u otra manera. El líder 'naranja' suele poner de ejemplo a Alemania, donde la barrera está en el 5%. "Allí al existir un sistema mixto ['representativo personalizado'] ha favorecido la coalición de la CSU con la CDU de Angela Merkel", afirma el profesor.
Italia también pone mínimos para poder tener representación, "pero este varía en función de si lospartidos se presentan solos o en coalición". Esto se traduce en que las listas que no lleguen al 3% pero superen el 1% podrán sumar sus votos a una de las 'sopas de siglas'.
Nuestro vecino Portugal no pone cuotas para tener representación, pero si impide la concurrencia de partidos regionales – todos deben ser de ámbito nacional – y/o que vayan contra la unidad del Estado, según recoge la Constitución lusa. El caso de nuestro mas estricto en cuanto a cuotas sería el de Turquía, que exige un 10% de votos.