Política

España y Senegal se alían para prevenir una nueva vía de entrada de migrantes

El titular de Interior ha visitado el país africano 

  • Marlaska conversa con el presidente de Senegal, Macky Sall.

El ministro español del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y su homólogo senegalés, Ali Ngouille Ndiaye, se han comprometido este jueves a profundizar la cooperación en materia de seguridad en la costa atlántica, ante la posibilidad de que las mafias quieran abrir esa ruta por el cierre de la mediterránea.

Desde el país africano están "preparados para parar" a sus jóvenes y "limitar sus pretensiones" de querer abandonarlo, según manifestó a los periodistas el responsable de Interior senegalés al término de su encuentro con Grande-Marlaska, en el que aprovechó para demandar a España mayores facilidades en la obtención de visados a sus ciudadanos.

Ello porque, recordó, la senegalesa es la comunidad más numerosa en España por detrás de la marroquí, con 80.000 nacionales empadronados y con permisos legales de residencia, de los que 30.000 están afiliados a la Seguridad Social.

Facilitar los visados permitiría, en su opinión, "evitar que tomen el camino del mar hacia España". Con este objetivo, añadió el ministro español, los dos países deben "seguir actuando y profundizando en la cooperación", poniendo el foco en prevenir la salida de inmigrantes irregulares y fortaleciendo la seguridad especialmente en "la fachada atlántica", donde las mafias están dirigiendo su mirada ante el cierre de las rutas mediterráneas.

Países de origen

Así, consideró que los dos países no deben poner tanto su atención en el retorno de inmigrantes como en "crear las condiciones en los países de origen para que la gente no tenga que salir" y en no "dar ningún tipo de cobertura a las mafias que trafican con seres humanos".

No obstante, Marlaska, cuya visita en Senegal ha coincidido con la de la canciller alemana, Angela Merkel, agradeció a su homólogo su colaboración con la readmisión periódica de sus nacionales.

Repatriaciones

Una medida que, tras dos años paralizada, se ha reactivado en el último mes con el retorno de los casi 300 inmigrantes que llegaron a Canarias a bordo de dos cayucos el pasado junio.

Esas repatriaciones, explicó previamente el ministro en rueda de prensa, se realizan siguiendo escrupulosamente los consejos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para que sean lo "más humanitarias posibles" y siempre atendiendo a cada caso particular.

Las relaciones entre España y Senegal tuvieron su punto de inflexión en 2006 con la denominada crisis de los cayucos, cuando de los casi 40.000 inmigrantes que accedieron a las costas canarias, casi la mitad, 16.126, eran senegaleses.

Pero el inicio de la recesión económica y, sobre todo, las medidas tomadas por España en colaboración con la UE y los acuerdos alcanzados con los países de origen, básicamente Senegal y Mauritania, hicieron caer rápidamente las entradas.

Muestra de ello es que desde octubre del año pasado solo han sido interceptadas cinco embarcaciones en las costas españolas procedentes de Senegal que transportaban a 515 ciudadanos de este país.

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