Gobierno y PSOE continúan sin consensuar una postura común ante las primeras medidas del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Como ya ocurriera la semana pasada en el Congreso, los socialistas han aprovechado una sesión de control -esta vez en el Senado- para demandar una oposición contundente de Mariano Rajoy a la gestión de Trump. Concretamente, a la determinación de construir un "muro de la vergüenza" en la frontera con México, al veto "a las personas provenientes" de siete países de mayoría musulmana, al "desprecio" que ha mostrado respecto a los "derechos de las mujeres" y en general al "desafío" que supone para la "legalidad internacional".
El senador Andrés Gil ha sido el encargado de blandir este discurso en pregunta al ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, este martes en el Senado. El PSOE ha aprovechado la sesión de control al Gobierno para exigir "acciones" contra la gestión del magnate, que ha despertado "no pocas críticas en diferentes Gobiernos del mundo" y ante la cual de momento Rajoy se pone de perfil. Los socialistas valoran la firmeza con que se han levantado el primer ministro de Canadá o el alto comisionado de la ONU para la defensa de los derechos humanos y quiere que el Gabinete español se manifieste en el mismo sentido. Sobre todo, para salir en defensa de México y oponerse a "ese muro de la vergüenza" que "no puede contar entre sus aliados con el muro de silencio de Mariano Rajoy".
Ese país, ha argumentado Gil, fue destino de muchos "exiliados de la dictadura" y es un aliado de España, que debe exigir a EEUU "respeto y dignidad para el pueblo mexicano". Los socialistas trataban así de condicionar la conversación telefónica que Rajoy y Trump habían concretado para la noche de este martes, oportunidad que según la oposición debería aprovecharse para dejar claro que Moncloa defiende "la legalidad internacional". "Este Gobierno no puede seguir jugando a ser condescendiente con el malote de la clase", ha zanjado un Gil que ve la "supuesta prudencia" del Ejecutivo susceptible de ser interpretada "como sumisión" o "complicidad": "Entre nuestros intereses y nuestros principios, siempre nos tenemos que quedar con nuestros principios".
Dastis ha respondido con el mismo tono que el Gobierno viene empleando para reaccionar a la gestión de Trump. "España y Estados Unidos son países amigos y aliados", ha comenzado, que comparten "lazos culturales" y económicos y el objetivo del Gabinete Rajoy es "trabajar con la nueva administración" para "profundizar en lo que coincidimos" y "abordar de manera franca" los desacuerdos. Entre los dos Ejecutivos existen "canales de diálogo" que se emplearán con esos dos objetivos, asegurando que "el Gobierno no va a renunciar a la defensa de la libertad de movimientos de personas y bienes" porque "el mundo va en esa dirección".
El ministro de Exteriores no cree que España "tenga que elegir" entre intereses y principio porque su interés es precisamente el de "defender sus principios y valores". Respecto a México, el Gobierno muestra su "indudable solidaridad" con este país en el conflicto diplomático abierto por Trump, algo ha expresado el propio Dastis a su homologo mexicano, Luis Videgaray, y Rajoy al presidente Enrique Peña Nieto. "Estamos dispuestos a hacer todo lo que sea necesario" para ayudar a encontrar una salida, ha asegurado.