Política

Santamaría recuerda a los secesionistas que el Gobierno no acabó con Mas: "Fue la CUP"

La vicepresidenta del Gobierno critica que la antigua Convergencia siga abrazada a la "radicalidad" de la formación antisistema, que exigió la retirada de Mas tras las últimas elecciones autonómicas. El PDECat asegura que el juicio al expresident es consecuencia de la "presión a la Justicia" del Ejecutivo de Rajoy: "Le persiguen por demócrata y por sus ideas".

  • Santamaría, este martes en el Senado.

"Ni ha sido el Gobierno ni ha sido la Justicia el que echó al presidente Mas del Gobierno de la Generalitat. Fue la CUP. Y ustedes lo aceptaron, como han aceptado perder el respeto a la ley". La vicepresidenta del Ejecutivo, Soraya Sáenz de Santamaría, ha respondido con estas palabras al doble ataque que este martes le han lanzado desde el Senado los independentistas catalanes. En una maniobra institucional perfectamente coordinada, los portavoces de PDECat y ERC han aprovechado la sesión de control al Ejecutivo para seguir explotando el victimismo a cuenta del juicio contra Artur Mas que estos días se está celebrando en el TSJ catalán por la consulta del 9-N.

"Han pasado de la recogida de firmas contra Cataluña a sentar en el banco de los acusados al president de la Generalitat y miembros del Govern por facilitar que esta papeleta estuviera en una urna", ha indicado el senador Josep Lluis Cleries (PDECat) con la papeleta del 9-N en la mano. Cleries ha proclamado que "los persiguen por demócratas y por sus ideas" y ha acusado al Gobierno de "presión a la Justicia" para forzar el juicio contra Mas, Joana Ortega e Irene Rigau -Francesc Homs, también procesado, tiene su causa aparte en el Supremo por el aforamiento de los diputados al Congreso-. "Este proceso judicial no es solo contra el president de Cataluña, es contra todos nosotros, es un ataque al máximo representante de nuestras instituciones que actuó en nombre de todos".

Santamaría ha respondido acusando al senador convergente de acogerse "al comodín del procés", recurso que a su juicio usan los soberanistas a menudo: "Les sirve cuando son ustedes juzgados por desobediencia o cuando se les toma declaración por corrupción; siempre se acogen ustedes al comodín del procés". Además, ha apuntado que el diálogo "para este Gobierno no es una operación, es una convicción" y a los independentistas les "molesta" esa disposición de Moncloa "más" que la determinación de "respetar y hacer respetar la ley". Compromiso este último que ha vuelto a proferir en el Parlamento: "El referéndum de autodeterminación no se va a celebrar". 

La vicepresidenta ha puesto el énfasis en la "radicalidad" que abraza la antigua Convergencia guiada por la CUP, como ya hiciera Rajoy en otra sesión de control en el Senado esta legislatura. Tras afearle que cedieran a la exigencia de retirar a Mas de la candidatura a la presidencia regional, ha lamentado que el PDECat haya optado por "aceptar el modelo radical de la CUP", cuyo siguiente paso puede ser adelantar la consulta secesionista a antes del verano. Si lo hacen, Moncloa reaccionará porque "este Goberno nunca, nunca abdica de sus responsabilidades, de todas ellas".

Cleries le ha acusado de amenazar "con precintar las escuelas" y tomar el control de la Consejería de Educación, planes que estarían en la hoja de ruta del Ejecutivo para responder a un desaliño final de Puigdemont, tal y como filtró Moncloa la semana pasada. "Amenazan con precintar la libertad de expresión", ha dicho el portavoz del PDECat, cambiando la "operación diálogo" por la "operación precinto": "Sabe más precintar que dialogar. (...) Lo que no consiguió la dictadura no lo van a conseguir ustedes ahora".

Acto seguido, le ha tomado el relevo el parlamentario de ERC Miguel Angel Estradé, aún más duro en su dialéctica. Así, ha acusado al Estado de parapetarse tras el ordenamiento jurídico, algo que ya ha ocurrido más veces en la Historia porque, a su juicio, no es la primera vez que "la ley se acaba convirtiendo en el último refugio de los opresores". "Cada vez que la ley, cualquier ley, ha entrado en conflicto con el deseo de un pueblo de ejercer la libertad, siempre ha salido perdiendo la ley y la libertad se ha abierto paso" ha argumentado.

Estradé cree que en Cataluña hay en marcha una "auténtica revolución", "democrática, cívica y festiva" que "va a culminar con un referéndum". Además, ha acusado al PP de ser un partido "lleno" de "corruptos", despertando la indignación de la bancada popular, y se ha preguntado "qué va a hacer" el Gobierno para impedir la consulta: "¿Suspender la autonomía?", "¿precintar colegios?"

Santamaría ha destacado la coordinación de los senadores independentistas, deslizando que puede ser fruto de la "competición" electoral, y ha despachado al parlamentario de ERC "con los mismos argumentos" que a Cleries: "El referéndum de autodeterminación no se va a celebrar". Ni en Cataluña, ha dicho, ni "en Baviera" ni en "el Véneto" porque es inconstitucional. Y ni España ni Alemania ni Italia son "países poco democráticos". "Usted no cree en la ley", ha concluido, "y por tanto no cree en la democracia". Ya al final de su intervención, la vicepresidenta ha recordado "las revelaciones" de Santiago Vidal, el que iba a ser "padre de la Constitución catalana", que tuvo que dimitir tras difundir que la Generalitat estaba recabando ilegalmente datos fiscales de los ciudadanos. "No sé cómo sería el capítulo de las garantías fundamentales" de esa hipotética Carta Magna, ha ironizado: "Sin derechos no hay libertad y sin libertad no hay democracia. (...) Quien está dando precinto a la democracia es usted".

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