La Moncloa tiene humedades. El Ministerio de Félix Bolaños acaba de adjudicar por 300.000 euros un contrato para poner fin de una vez por todas a los problemas de humedades que asolan el Palacio Presidencial. En concreto, estas afectan al edificio INIA, donde se encuentra el cuartel general de la Presidencia del Gobierno.
Los pliegos del contrato deslizan que unas reformas efectuadas en 2012, durante el último mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, dejaron el sistema de canalones en un estado chapucero que impide la correcta evacuación del agua. De hecho, por este motivo, las humedades en los despachos del cuartel general de Presidencia son frecuentes, y de poco sirven las limpiezas trimestrales a las que son sometidos.
Los pliegos de contratación, consultados por Vozpópuli, especifican que estas obras resultan necesarias "por las continuas humedades que se registran en varios despachos y dependencias que proceden de filtraciones de la cubierta y sobre todo de su canalón. Las limpiezas trimestrales del mismo y los trabajos puntuales de sellado que se han realizado en los últimos meses no han dado resultado, por lo que se propone la reforma del canalón de esta fachada".
Llueve en Moncloa
Según se refleja en la memoria del proyecto, en el año 2012 se realizaron obras de sustitución de las cornisas de los aleros por otras más ligeras realizadas en resina de poliéster armado con fibra de vidrio y construcción de un canalón oculto. "El canalón se construyó plano, sin pendiente".
Este y otros defectos han provocado que se generen "bolsas de agua estancada en el canalón, que han acelerado el proceso de envejecimiento del mismo".
En el último año se han realizado diferentes sellados provisionales pero no ha parecido solucionar el problema, por lo que se va a proceder a la sustitución completa del canalón afectado. Según los planos, la fachada ha sido dañada también por las humedades, produciéndose hasta el desprendimiento de piezas de escayola.
Llueve en los despachos de la Presidencia del Gobierno cuando las humedades se extienden. Una realidad que el Ejecutivo pretende solventar con un contrato de 295.035 euros adjudicado a la compañía Kerkide SL.
Palomas, el otro enemigo de Moncloa
En los últimos años, Moncloa podría haber sido el escenario de 'Esta casa es una ruina' o de 'Aquí no hay quién viva'. En el apartado de agravios domésticos al que ha hecho frente el Palacio Presidencial, además de las humedades, destacan con luz propia las palomas. Desde la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa, se han destinado más de 60.000 euros a la guerra contra las palomas.
En los documentos internos del Ministerio de Presidencia, califican la abundancia de palomas en el recinto presidencial de "plaga" y hasta de amenaza "para la salud pública". "En el recinto del Palacio de la Moncloa existe una sobrepoblación de palomas que, aparte del daño que provocan en los edificios, pueden suponer un riesgo para la salud, por lo que es necesario contratar los servicios de una empresa especializada en el control de fauna", señalan los numerosos proyectos contractuales para echar a esta raza invasora.
El presidente que empezó a destinar recursos para combatir la "plaga" fue Mariano Rajoy en 2016. Una guerra para la que el que más dinero ha destinado es Pedro Sánchez, que ha alternado la contratación de la compañía Frasur Control con la del halconero del Atlético de Madrid, Jorge Carlos Castañeda. A este último recurrió en 2019, por 18.150 euros, y en 2021, por 12.650 euros. Castañeda fue el encargado desde 2001 de mantener a las palomas lejos del Vicente Calderón, labor que ha seguido llevando a cabo en el Wanda Metropolitano. Algunos de sus halcones han sido bautizados con los nombres de míticos jugadores del Atlético de Madrid, como Fernando Torres, Kun Agüero y Diego Forlán.
El último contrato, adjudicado a Frasur Control a finales de 2023, asciende a 11.906 euros.