Pedro Sánchez y los ministros socialistas del Gobierno incumplirán su propio código ético si apoyan el indulto de los líderes del proceso separatista en Cataluña. Así consta en el artículo 8.1 de este código, que prohíbe no ya conceder sino "proponer o apoyar" indultos a condenados por la "comisión de hechos constitutivos de delitos graves". Los delitos de sedición o malversación por los que fueron condenados los políticos catalanes que encabezaron la revuelta del 1-O son de los más graves que contempla el Código Penal.
El Gobierno ha iniciado la tramitación del expediente de indulto a los 12 dirigentes independentistas condenados. El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, sostiene que no dar este paso sería prevaricar. Pero el momento elegido para anunciarlo, en plena negociación de Presupuestos; y la forma, en el Congreso; ha indignado a buena parte de la oposición. Y también a un sector del PSOE.
La expectativa de indultos sobrevuela la negociación presupuestaria del Gobierno de coalición con la mayoría de la investidura. Si después de escuchar a la Fiscalía y al Tribunal Supremo, el Consejo de Ministros respalda una propuesta de indulto, Sánchez y sus ministros desbordarán el código ético del partido al tratarse de delitos de corrupción y hechos especialmente graves.
"Los cargos públicos del PSOE se comprometen a no proponer ni apoyar el indulto de cargos públicos condenados por delitos ligados a corrupción, violencia de género, delitos de acoso o discriminación, contra la libertad e indemnidad sexuales, torturas o contra la integridad moral, así como la comisión de hechos constitutivos de delitos graves", dice literalmente el artículo 8.1 de este documento.
Código ético de Sánchez
La reforma de los Estatutos que aprobó el PSOE tras la victoria de Sánchez en las primarias estipula que el incumplimiento del código ético puede resultar en "la expulsión en aplicación del régimen disciplinario". El código es obligatorio para los cargos públicos elegidos en las candidaturas del PSOE y los cargos públicos designados a propuesta de cargos electos del PSOE.
Es decir, el código ético es incompatible con los indultos a los políticos separatistas. La situación que se crearía si Sánchez abre esa puerta es inédita. El partido tendría que plantearse si retira este compromiso. En caso contrario se expone a que cualquier militante pida la expulsión de su secretario general.
El PSOE esgrimió el código ético hace un año para suspender de militancia a algunos cargos del partido detenidos en una trama de corrupción conocida como el caso Enredadera.
El código ético es muy detallado en los compromisos con respecto a la imputación de un cargo público en un proceso judicial. La apertura de juicio oral es el punto en el que el PSOE exige la dimisión. En el caso de los indultos y otras obligaciones económicas o éticas, las consecuencias de su incumplimiento son más imprecisas. Los Estatutos del partido dicen como norma general que el militante se expone a ser sancionado y en última instancia expulsado si así lo deciden los órganos competentes.
Críticas en el PSOE
El PP, Vox y Ciudadanos han criticado este gesto del Ejecutivo. El movimiento tampoco ha gustado a algunos sectores del PSOE. No se oponen a la tramitación en sí. Pero lamentan, por un lado, el "innecesario anuncio en sede parlamentaria". Y, por otro, aceptar una "lógica perversa" que es intercambiar un asunto tan delicado como los indultos por el apoyo a unos Presupuestos.
"No se entiende que se dé este paso por un acuerdo presupuestario, cuando además te pueden dejar tirado como ya nos ocurrió en 2019", dicen fuentes socialistas a Vozpópuli. "Es la sensación de que todo esta en venta y recuerda a ese pacto de la reforma laboral que se firmó con Bildu".