Política

El Gobierno cumple su parte del trato que selló con La Liga antes de la 'desescalada'

Los mensajes lanzados esta semana por Sánchez, Lozano e incluso la RFEF respecto a la vuelta del fútbol tienen poco de noticiables y mucho de previsibles si se consideran los compromisos asumidos por el Ejecutivo hace más de un mes. En el fondo colean negociaciones todavía irresueltas

  • Irene Lozano, presidenta del CSD, y Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.

Los 'rimbombantes' mensajes lanzados esta semana desde el Gobierno respecto al regreso del fútbol profesional tienen poco de noticiables y mucho de previsibles si se consideran los compromisos asumidos por el Ejecutivo en los Pactos de Viana del 18 de abril que no salieron a la luz como tales en su momento.

Sobre la letra pequeña más allá de la nota de prensa de esos acuerdos hay un pacto de silencio oficial entre las partes, el Consejo Superior de Deportes (Gobierno), la próxima a este Real Federación Española de Fútbol y La Liga (la patronal de los clubes profesionales), que perdura hasta hoy. Sin embargo, tal y como este periódico informó en su momento, el Ejecutivo se comprometió entonces explícitamente a buscar la fórmula de que el fútbol profesional pueda acabar esta temporada y de la forma menos económicamente lesiva.

Y ello, en primer lugar, porque tal y como se desprendía de un documento interno gubernamental de marzo, el regreso del fútbol profesional masculino por la TV, a juicio del Gobierno, "devuelve a la normalidad" y contribuiría a "fomentar el espíritu colectivo" de los "millones de españoles" que siguen este deporte, en especial de colectivos vulnerables como "residencias de mayores, centros de menores e inmigrantes" y "centros penitenciarios" durante "el fin del confinamiento".

El segundo pero no menos importante motivo es que el fútbol, dejaban claro desde el Gobierno, es el único deporte capaz de ser la "locomotora" de la recuperación económica de los demás. "Será necesario un rescate económico al conjunto del deporte pero puesto que no habrá recursos públicos para todos, el único colaborador privado que podría aportar es el fútbol: conviene cuidar ese papel de socio en la salida de la crisis del sector", decía el documento, en el que se contemplaba que la actual temporada de la ACB de baloncesto pudiera también terminarse, pero a la par de La Liga de fútbol masculino. 

Regreso del fútbol en la fase 2 

Ese compromiso y motivos del Gobierno impregnaron el posterior plan de desescalada del deporte en general. Si bien Sánchez anunció el pasado sábado que La Liga podrá volver a copar las televisiones a partir del 8 de junio, puntualizando además que entonces "se iniciará la fase 3 en gran parte de España" -una alocución pública que, por cierto, pilló de sorpresa a La Liga- lo cierto es que el plan de desescalada ya contemplaba que el fútbol profesional regresara a la TV en la fase 2. La Liga, de hecho, ya contaba con el fútbol volviera esa misma semana.

El rubicón del 8 de marzo tiene que ver más bien con que Madrid, Barcelona y Castilla y León superarían previsiblemente entonces la fase 1 (en la que han entrado este lunes) tras pasar las de momento obligatorias dos semanas. Esta semana, de hecho, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha abierto la puerta a que el plazo de las dos semanas por fase se acabe flexibilizando. Hasta el momento, la liga alemana ya ha vuelto y la inglesa apunta a hacerlo también en junio pero sin fecha fijada; la italiana no tiene fecha de vuelta y tanto la francesa como la holandesa han sido canceladas.

"A puerta cerrada o con limitación de aforo"

El plan de desescalada de La Liga y la ACB contemplaba que el regreso en la fase 2 sería "a puerta cerrada o con limitación de aforo", por lo que tampoco deberían sorprender las declaraciones en las últimas horas de la presidenta del Consejo Superior de Deportes, Irene Lozano.

"No hemos descartado en absoluto que en función de cómo evolucione la pandemia pueda haber un porcentaje de aforo en los estadios a partir del inicio de la próxima temporada", dijo Lozano. Su frase, en todo caso, sorprende porque a principios de mes dijo en público que la afición debería volver a las gradas solo cuando haya una vacuna o tratamiento específico contra el coronavirus. 

La guinda a la concordia para el regreso del fútbol la ha puesto la otra entidad cercana al CSD, la RFEF de Luis Rubiales, al comunicar que hará a un lado sus conflictos judiciales con La Liga de Javier Tebas y permitirá que se puedan jugar partidos lunes y viernes durante el fin de la actual temporada.

Negociación y fútbol en abierto

Todo ello es parte del acuerdo por el que La Liga duplicará en conjunto sus ayudas al fútbol amateur (RFEF) y al resto de los deportes (CSD), y "reforzará la marca España" a la que contribuyen "los dos equipos más grandes del mundo, el Real Madrid y el F.C. Barcelona". La rimbombancia de los últimos días, que incluso sorprende en La Liga, hace suponer que el Gobierno espera incluso más que eso del fútbol.

"No estamos en esa fase" o "vamos paso a paso" han sido los mensajes oficiales desde el CSD respecto a las negociaciones para más partidos en abierto durante el confinamiento de las que informó este medio y sobre el asunto de la vuelta del público a las gradas puesto ya ahora públicamente en el tapete por Lozano.

En la patronal del fútbol descontaban hasta hace bien poco pérdidas de 300 millones esta temporada por la vuelta a puerta cerrada (poco frente a los 1.000 millones de una cancelación de la temporada), y que el fútbol se jugaría sin público presumiblemente hasta diciembre. La vuelta de la afición ya desde el inicio de la temporada que viene que pone sobre la mesa Lozano podría ahorrar hasta 600 millones de la próxima temporada a La Liga.

El planteo de Lozano ha coincidido en el tiempo con un mayor escepticismo en el mundo del fútbol sobre la posibilidad de que prosperen las negociaciones entre el Gobierno, La Liga, Jaume Roures (dueño de la televisión del partido ahora en abierto, Gol) y Telefónica para incrementar de alguna forma el alcance social del fútbol en abierto, el gran anhelo de La Moncloa para el cual, según aseguraron desde el CSD a este medio, todas las partes del Pacto de Viana se comprometieron a negociar.

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